SU – Málaga: En apoyo al derecho de autodeterminación, la república socialista de Catalunya, los/as presos/as políticos/as y lo/as compañero/as proletario/as catalanes/as

El Sindicato Unitario de Málaga -como asociación de clase andaluza, socio-política e internacionalista que es-, tiene a bien manifestar -en el 134º Aniversario de la Constitución de 1883-, ante los hechos que en las últimas semanas están aconteciendo en Catalunya, su incondicional apoyo y solidaridad con la heroica lucha de nuestros/as compañeros/as obreros/as y estudiantes catalanes/as en favor del justo derecho de autodeterminación y la construcción de la República Socialista Catalana.

En nuestra opinión, los/as compañeros/as de cuatro organizaciones merecen una especial mención al respecto, puesto que se encuentran a la vanguardia de tan memorable lucha revolucionaria: los/as militantes de la Candidatura de Unidad Popular (CUP), la Intersindical Alternativa de Catalunya, la Coordinadora Obrera Sindical y, por supuesto, del Sindicato Unitario de Barcelona. Amén de los/as trabajadores/as y estudiantes que, desde sus diferentes opciones organizativas y participativas, han defendido y defienden a ultranza las Instituciones catalanas y a sus representantes políticos y sindicales de la intervención desmedida de las fuerzas represivas del Estado, a instancia -no lo olvidemos- del poder judicial y ejecutivo español.

Las desmesuradas cargas policiales padecidas por el pueblo catalán, la tajante negativa al diálogo, la existencia de presos políticos, el aferramiento a una Ley “Fundamental” o Norma Jurídica la cual no ha sido aprobada por más del 60% de los/as actuales posibles votantes del estado español -que sí fue modificada en 1992 y 2011 por cuestiones beneficiosas al ‘Establishment’, por cierto-, las imputaciones de delitos de sedición y/o rebelión heredados del Código Penal franquista y el flagrante golpe de estado que supone la aplicación del Art. 155 de la CE, entrañan pruebas fehacientes para catalogar a todas aquellas instituciones, organizaciones políticas y sindicales -y representantes de las mismas- que las acometen y defienden como conservadoras y ultra reaccionarias herederas del denigrante, infausto y repugnante franquismo. Por ende, estos representantes y las instituciones y organizaciones a las que representan deben ser indiscutiblemente combatidas y rechazadas por la clase obrera de las naciones que sufren la opresión de las mismas debido a su más que evidente cariz antiproletario.

Decía D. Blas Infante que ‘La rebeldía ante lo injusto es una de las más altas virtudes’ y desde el Sindicato Unitario de Málaga no albergamos duda acerca de la injusta cárcel de pueblos que supone el estado español, amparado en su pseudodemocracia y legislación oligárquica.

Además, entendemos que el Derecho es más que un conglomerado de normas y artículos. Es todo un sistema, articulado por unos principios que se utilizan en la interpretación y la aplicación de las normas, empezando por la misma Constitución, razón por la cual nadie dirá que sean “inconstitucionales”. Todo lo contrario, debería ser ineludible tenerlos presentes a la hora de interpretar y aplicar la tan cacareada Constitución. Figuran entre estos principios aquellos que rigen la relación entre el derecho internacional y el derecho de los estados una vez han aceptado la norma internacional, quedan obligados a cumplirla (pacta sunt servanda) tanto ante los otros estados como de su propia ciudadanía.

En este sentido, es importante recordar que España es parte de los pactos internacionales de derechos civiles y políticos y de derechos económicos, sociales y culturales de 19 de diciembre de 1966. Ambos vienen encabezados por el reconocimiento del derecho de autodeterminación de los pueblos y ambos fueron en su momento (antes de la Constitución de 1978) ratificados por el Estado español y publicados en el BOE. Por tanto, en la interpretación y la aplicación de la Constitución debe tener en cuenta este principio, más cuando la misma habla de “nacionalidades” y “pueblos”, conceptos que remiten inevitablemente a la idea de autodeterminación.

El Código Civil español menciona, textualmente: “la ley no ampara el abuso de derecho”. Por tanto, el ejercicio abusivo de la soberanía deslegitima a quien lo ejerce. Esta deslegitimación provocada por el abuso de derecho del Gobierno supone, recíprocamente, un mandato para los poderes públicos de Catalunya de proteger el derecho del pueblo catalán a expresar su voluntad de autodeterminación en cumplimiento de los Pactos Internacionales de derechos civiles y políticos y de derechos económicos, sociales y culturales, de acuerdo con lo que establece el artículo 4.1 del Estatuto de Autonomía vigente. Esta voluntad de autodeterminación es evidente. Existe pues un fundamento jurídico en el que se basa los poderes públicos catalanes para aplicar sus disposiciones sobre el citado Referéndum. Por todo ello, podría afirmarse que no hay ausencia del derecho. Todo lo contrario, se toma derecho del siglo XXI, centrado en la voluntad de las personas, de un pueblo.

No obstante, dicho lo cual, al margen de los fundamentos de derecho, desde nuestra cosmovisión revolucionaria nos sumamos al llamamiento de desobediencia y resistencia lanzado por la Candidatura de Unidad Popular (CUP) dirigido a estudiantes, funcionarios/as públicos/as y trabajadores/as en general, puesto que entendemos, como ya pronunció Gandhi, que “cuando una ley es injusta lo correcto es desobedecer”. La desobediencia civil, en determinados casos, también es un derecho. La historia de la humanidad está repleta de leyes injustas que fueron modificadas gracias a la presión social. La desobediencia civil frente a leyes injustas debe convertirse en una estrategia frente a la sumisión, una alternativa al silencio cómplice o una cuestión de supervivencia. 

Desde el Sindicato Unitario de Málaga creemos a ciencia cierta que, a tenor del momento –de la coyuntura política y social actual-, estamos ante un episodio sin duda histórico en que el Régimen del 78 -a pesar de toda su maquinaria financiera, jurídica y mediática-,parece tambalearse, y aún a sabiendas de que gran parte de la burguesía catalana es parte activa del ‘procés’ en este primer acto, consideramos que va siendo hora de que el pueblo trabajador andaluz vaya despertando de su letargo, sepa poner en valor el ‘procés’ y discernir sobre las numerosas cuestiones positivas que está y pudiera aportar, se solidarice y apoye a los/as trabajadores/as y estudiantes catalanes/as ante su digna, justa y revolucionaria lucha, y rompa, de una vez por todas, con los partidos y sindicatos que representan al Régimen del 78 y aquellos que tan solo plantean una reforma del mismo, puesto que son, sin duda alguna, enemigos de la clase obrera andaluza.

Por todo ello, somos los/as militantes de las organizaciones revolucionarias andaluzas abiertamente soberanistas e independentistas (Nación Andaluza, Andalucía Comunista, Jaleo! y Sindicato Unitario de Andalucía) los/as encargados/as de abanderar y/o transmitir el mensaje de desobediencia, rupturista, revolucionario que debiera guiar a nuestro pueblo hacia su liberación, hacia la República Socialista o de los Trabajadores Andaluza -con todas las mejoras culturales-identitarias, económicas y sociales que ello supondría para los/as proletarios/as y estudiantes andaluces-, al igual que están haciendo nuestros hermanos/as catalanes/as.

Prosigamos sin titubeos, compañeros/as, el camino marcado -entre otros muchos- por Gabi Lima, José Manuel García Caparrós y el padre de nuestra Patria, D. Blas Infante, el cual pronunció tres citas que debemos tener muy presentes, ya que siguen siendo vigentes:

“El genio de Andalucía está vivo, pero debilitado. Hay que fortalecerlo”.

“Andalucía no será mientras no tenga conciencia de sí”.

“Declarémonos separatistas de este estado que, con relación a individuos y pueblos, conculca sin freno los fueros de la justicia, del interés y, sobre todo, lo sagrados fueros de la libertad; de ese estado que nos descalifica ante nuestra propia conciencia y antes la conciencia de los pueblos extranjeros”.

Desobediencia: Gracias a ti vamos a ser felices.

¡El Sindicato Unitario hoy, más necesario que nunca!

¡Visça Catalunya Lliure i Independent!

¡Viva Andalucía Libre e Independiente!

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Carlos Ríos

Vine al mundo en Granada en 1977. Soy licenciado en Geografía y trabajador en el sector de la enseñanza. Escribí "La identidad andaluza en el Flamenco" (Atrapasueños, 2009) y "La memoria desmontable, tres olvidados de la cultura andaluza" (El Bandolero, 2011) a dos manos. He hecho aportaciones a las obras colectivas "Desde Andalucía a América: 525 años de conquista y explotación de los pueblos" (Hojas Monfíes, 2017) y "Blas Infante: revolucionario andaluz" (Hojas Monfíes, 2019).

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