Lafazanis: “El Lexit puede convertirse en bandera común de las fuerzas de izquierda”

El pasado 5 de julio se cumplió un año desde el OXI (“no”) del pueblo griego a las medidas de austeridad de la troika en el referéndum realizado por el Gobierno de Syriza. Recordando este momento, entrevistamos a Panagiotis Lafazanis, exministro de Desarrollo de Syriza y líder de grupo parlamentario (32 diputados) que votó OXI al memorándum cuando Alexis Tsipras pidió votar por el ‘sí’ en el Parlamento. Panagiotis Lafazanis hoy encabeza Unidad Popular, el partido que nació después del OXI. Hablamos con él sobre el pasado, el futuro y los presentes acontecimientos.

El 5 de julio cumplimos un año desde el referéndum y el OXI del pueblo griego. ¿La situación actual podría haber sido diferente si Alexis Tsipras hubiera apoyado el OXI hasta el final? Un año después, ¿cuál es la situación del pueblo griego?

Alexis Tsipras traicionó el mandato popular dos veces. Primero, el mandado popular de enero de 2015. Y segundo, traicionó el OXI que el pueblo griego dio hace justo un año. Por eso, Tsipras se merece el premio Guinness, porque quizás es un líder que en tan pocos días convirtió el OXI en su opuesto, el ‘sí’, demostrando que el OXI le importaba poco menos que un bledo. ¿Grecia tenía la posibilidad de seguir un camino diferente? Esto significaría un camino sin memorandos, el camino de una Grecia nueva, democrática, sin austeridad, sin impuestos injustos, sin subordinación. Este camino era realista, pero eso habría supuesto que saliéramos de la Eurozona.

Si lo hubiéramos hecho, quizá ahora las cosas serían diferentes. Estoy seguro de que una Grecia progresista fuera de la Eurozona podría haber influido en Europa y quizás ahora la Eurozona no estaría sólo sacudida, sino que habría fracasado. Tsipras ofreció un gran servicio al establishment y a la oligarquía europeos, y al neoliberalismo.

Teniendo en cuenta su experiencia dentro, con su participación como ministro de Desarrollo, ¿cuál cree que era el punto de inflexión? ¿En qué punto no había vuelta atrás?

 

Dentro del partido y del Gobierno se desplegaba una confrontación muy grande. Este conflicto era constante y creciente hasta el momento en que Tsipras capituló. Los dilemas de hacia dónde se inclinaría la balanza estuvieron en juego teóricamente hasta el último momento. Yo había propuesto hasta el último minuto posibilidades para un rumbo alternativo, sin memorandos y fuera de la Eurozona. Teníamos esta posibilidad, pero, aunque habíamos presionado mucho a Tsipras, él sucumbió a las presiones del establishment europeo.

¿Qué acontecimientos cree que están por llegar en Grecia?

La situación en el país es cada vez más de pesadilla. Hace ya ocho años que tenemos recesión constante sin una perspectiva visible. Las capas populares viven en la pobreza, el paro está por las nubes, no tiene sentido medirlo. Los jóvenes que tienen trabajo son una especie rara. Y si trabajan lo hacen en condiciones medievales. Todas las medidas que se han aplicado y todas las que están por llegar van en una dirección de colapso absoluto. Un escenario de bancarrota o de salida desordenada de la Eurozona no es imposible. Es crucial evitarlo con una salida de la Eurozona mediante un plan de reconstrucción del país con justicia social y perspectiva. El Gobierno de Syriza no tiene futuro. Y por eso todo el sistema mediático está apoyando al líder de Nueva Democracia (derecha), Kiriakos Mitsotakis.

Por supuesto, ni Nueva Democracia ni Mitsotakis constituyen una alternativa. Mitsotakis es un neoliberal extremo. Diría que es más promemorándum que el propio memorándum. Si el memorándum no existiera, lo inventaría. Nuestro esfuerzo consiste en traer otro dilema a la vida política: el dilema memorándum o antimemorándum, con todo lo que conlleva esta opción para el rumbo de Grecia y su relación con la Eurozona y la Unión Europea.

Hace pocos días tuvo lugar la conferencia fundadora de Unidad Popular. Un año después del OXI de los diputados en el Parlamento, ¿en qué momento se encuentra UP?

UP hizo algo que parece una paradoja. Nacimos como frente unas semanas después de la convocatoria de las elecciones exprés del 20S. Pueden imaginar que hemos dado una lucha electoral en condiciones muy difíciles. Sin apoyo mediático, sin recursos financieros, sin organización. La razón principal por la que nos formamos era la resistencia al tercer memorándum. En las elecciones del 20S desgraciadamente no logramos entrar en el Parlamento, pero seguimos hasta ahora para dar la batalla para que Grecia entre en una órbita antimemorándum. Éste es nuestro objetivo: un rumbo diferente para el país sin memorandos, con un horizonte que no es otro que el socialismo, un socialismo nuevo del siglo XXI.

UP está tratando de romper el aislamiento comunicativo que nos han impuesto, y de luchar en los diferentes frentes de la lucha social. En el terreno político, y social, dentro de los movimientos sociales. Somos la única fuerza que se opone al orden de los memorandos, ofreciendo una propuesta clara, alternativa y que se pueda aplicar. También somos la única fuerza que en este momento ha levantado la bandera de la unidad, del frente común de todas las fuerzas de izquierdas, democráticas, progresistas, sobre la base de un programa radical. Nuestra conferencia ha ido muy bien, con más de mil representes de todo el país, salimos fuertes de ella.

¿Y con qué alianzas?

Para nosotros la alternativa no es un punto en un futuro lejano. Ni proponemos una utopía socialista como hace el Partido Comunista, que, aunque parece coherente, en realidad facilita el sistema. Lo facilita cuando no pone sobre la mesa los cambios y las alternativas que necesitamos hoy para abrir un camino transitorio hacia el socialismo. Para que eso no sea un buen deseo que nadie escuche, sino un camino realista. UP apoya la formación de todas las fuerzas sin excepción que están contra los memorándums, que mayoritariamente están en la izquierda. Estamos abiertos a las diferencias, y a pesar de ellas queremos encontrarnos sobre la base de un programa mínimo con el objetivo de un derrocamiento democrático y antimemorándum.

¿Qué hacemos con la deuda? ¿Cuál es la postura de UP?

Grecia tiene un problema doble con la deuda: una deuda pública y una deuda privada. En este momento Grecia tiene un montón de deudas que superan el billón de euros. Evidentemente no podemos seguir con este peso. Y por eso necesitamos soluciones radicales, soluciones que no pueden ser eficaces con ejercicios que no resuelven el problema, sino que lo perpetúan. La deuda pública es ilegítima, odiosa y vergonzosa, y sobre todo insostenible. Por eso proponemos la interrupción del pago.

Con el arma de su interrupción podemos luchar para su eliminación. Ésta es la única manera para que respire la sociedad y la economía. También es fundamental que exista una conferencia europea que decida sobre la eliminación de las deudas de los países europeos. Esto daría un impulso a las economías y a Europa para seguir adelante. Para mí la deuda privada es aún peor. Nuestra propuesta, que aprobamos en nuestra conferencia, es eliminar las deudas de las capas más débiles de la sociedad y de las empresas pequeñas. Estamos convencidos de que para tratar estos dos tipos de deuda, no podemos hacerlo con el euro. Grecia tiene que adquirir su propia moneda y, al mismo tiempo, nacionalizar los bancos. Estas dos medidas son necesarias. Moneda nacional, conflicto con las reglas neoliberales de Europa, eliminación de la deuda, nacionalización-socialización. Éste es el punto de partida para la aplicación de un programa radical.

Europa está en efervescencia: Brexit, movilizaciones francesas… ¿Estamos ante una Europa que se desmorona?

El Brexit mostró los límites de la UE. No veo cómo esta UE y esta Eurozona pueden tener futuro. Gran Bretaña fue el inicio de la fractura europea. Tanto la Eurozona como la UE no pueden mejorarse, sólo derrumbarse, y ésta es nuestra postura desde hace mucho. Esa fractura no se arregla. En estos momentos necesitamos un movimiento grande que pueda derrocar la Eurozona y la UE, y de este manera comenzar una nueva situación en Europa, de países con independencia y soberanía. Países que puedan colaborar sobre una base de igualdad para formar un paisaje de paz, estabilidad y colaboración. La izquierda no puede dejar que el terreno de un rumbo alternativo y fuera de la Eurozona o la UE lo aprovechen las fuerzas demagógicas, de ultraderecha y neoconservadoras. El Lexit [de left y Brexit, salida de la UE desde la izquierda] puede convertirse en la gran bandera común de todas las fuerzas de izquierdas de Europa, con luchas comunes, con una visión común sobre Europa y su rumbo.

Grecia está en medio de una crisis humanitaria. En el Mediterráneo y el Egeo han muerto miles de refugiados que se embarcaron buscando una vida mejor. ¿Cuáles son las posiciones de UP al respecto y qué piensa del acuerdo de la UE con Turquía?

 

Las olas de refugiados y esta gran tragedia son el resultado de un imperialismo implacable, militarista, la fuerza principal que provoca conflictos internos, guerras y desestabilizaciones empezando por Oriente Medio. Los mismos que provocan esta marea de refugiados son los que cierran las fronteras provocando que el Egeo y el Mediterráneo se conviertan en tumbas de agua. Esta barbaridad no tiene parangón. Nosotros somos solidarios y hacemos todo lo que podemos por apoyar su derecho a la libre circulación para que ellos puedan elegir un lugar para buscar una perspectiva mejor para sus familias.

La UE ha cerrado las fronteras y este acuerdo de la UE y Turquía no soluciona de ninguna manera la tragedia de los refugiados. Nuestra propuesta es que haya fronteras abiertas en todas partes. Para que los refugiados pasen libremente por tierra y por mar. No hay ninguna otra manera a hacer frente a este problema, e insistimos en eso aunque entendemos que es un asunto que pueda provocar desacuerdos y reacciones. Pero en este momento hay que poner los valores humanos y la civilización delante de los prejuicios, el racismo y la xenofobia. El pueblo griego, a pesar de las dificultades, la crisis, la pobreza y la presión, acepta y apoya a los refugiados, especialmente en las islas, y ha dado muestras de solidaridad muy positivas y esperanzadoras.

Y, en fin, ¿qué le parece el resultado de las elecciones españolas de 26J? ¿Qué pueden aprender las fuerzas de la izquierda y los movimientos de la experiencia griega?

Yo no suelo dar consejos a la izquierda de otros países. Ellos conocen mejor su situación y la realidad de sus países y ellos tienen la capacidad de decidir el mejor rumbo para la izquierda y el pueblo. Si hay algo importante que se puede aprender de nuestra experiencia es que cuando uno abandona sus principios y valores, su programa radical, su compromiso radical, como ha hecho Syriza, trae la decepción y rápidamente se conduce a una regresión electoral y social, pierde su fiabilidad y al final cae.

Ésta es la experiencia que tuvimos de Syriza y ahora estamos enfrentados con esta decepción y desánimo, que son el resultado de la traición. No es fácil crear una nueva esperanza en un ambiente en que el pueblo se siente traicionado. Para nosotros la gran lección es que la izquierda tiene futuro mientras mantiene en alto las banderas radicales, cuando no pierde su fiabilidad, cuando mira siempre al pueblo y sus necesidades. Deseamos a nuestros compañeros y compañeras que tengan las fuerzas para dar la lucha contra la austeridad. Somos solidarios. Es verdad que muchos esperaban un resultado mejor para Unidos Podemos. Creo que la gente de Unidos Podemos va a sacar las conclusiones necesarias para seguir adelante.

También a través de esta entrevista con el periódico Diagonal queremos dar las gracias a toda esa gente, a los pueblos españoles que nos han apoyado tanto. Su solidaridad nos conmueve, y es necesaria para nosotros. Esta solidaridad ahora la necesitamos más de nunca para confrontar la aplicación del tercer memorándum, para levantarse y abrir un camino nuevo para Grecia y su pueblo, especialmente su juventud.

(Fuente: Diagonal / Autora: Katerina Sergidou)

Francisco Campos

Francisco Campos

Nació en Sevilla en 21 de julio de 1958. Trabaja como administrativo. Es autor del libro "La Constitución andaluza de Antequera: su importancia y actualidad" (Hojas Monfíes, 2017).

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