Crisis de Puerto Rico: Se necesitan más de 94 mil millones para reconstruir el país. 17 mil de ellos para restaurar el sistema eléctrico

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Puerto Rico ha solicitado 94 mil 400 millones de dólares al gobierno estadounidense para su recuperación tras el devastador azote del huracán María el último 20 de septiembre, anunció hoy el gobernador de la isla, Ricardo Rosselló (foto adjunta). Ese evento climatológico provocó más de 50 muertos, dificultó el acceso a agua y alimentos, destruyó infraestructuras, y dañó casi completamente el sistema eléctrico en el territorio caribeño.

Ante reporteros en esta capital, Rosselló llamó además al Congreso a adoptar una reforma fiscal que considere las necesidades específicas de Puerto Rico con el fin de evitar el éxodo de muchas compañías. Pidió también que se excluya a la isla de un impuesto especial propuesto para los productos fabricados en el extranjero al alegar que los elaborados en suelo boricua y llevados al espacio continental norteamericano deben ser tratados como nacionales.

“Si el objetivo de la reforma tributaria es crear puestos de trabajo estadounidenses, entonces Puerto Rico debe ser tomado en consideración, de lo contrario, terminará siendo peor de lo que es hoy”, sostuvo el gobernador de la isla. Igualmente, como parte de las áreas más afectadas por el meteoro, Rosselló se refirió a la vivienda, la energía eléctrica, la agricultura, las infraestructuras, los servicios sociales, la salud y la educación.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, promulgó el pasado 26 de octubre una ley que destina 36 mil 500 millones de dólares para la recuperación de los territorios de su país dañados por catástrofes naturales. Dicho monto incluye 18 mil 700 millones y 16 mil millones de dólares destinados al fondo de ayuda en casos de desastres de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias y al programa de seguros contra inundaciones.

A Puerto Rico corresponden mil 270 millones de dólares para asistencia alimentaria. La cantidad total mencionada se suma a los 15 mil 250 millones de dólares aprobados por el Congreso el 8 de septiembre después del huracán Harvey y antes del fenómeno similar Irma, que azotaron Texas y Luisiana, en el primer caso, y Florida. Más allá de los referidos montos, diversas voces consideran que es muy probable que se soliciten y asignen nuevos recursos a partir de las necesidades en medio del proceso recuperativo.

17 mil millones de dólares para el sistema eléctrico

Puerto Rico necesita 17 mil millones de dólares para la reconstrucción del sistema de energía eléctrica, aseguró el martes  el gobernador, Ricardo Rosselló Nevares, en Washington. El gobernante puertorriqueño, quien compareció a una audiencia ante el Comité de Energía y Recursos Naturales del Senado federal, declaró que esos fondos deberían ser distribuidos durante varios años para levantar la red eléctrica devastada por el huracán María, el pasado 20 de septiembre.

“El Congreso tiene que decidir cómo va a actuar sobre los diferentes desastres que han ocurrido, queremos un trato igualitario”, reafirmó Nevares, quien se queja del trato, a su juicio de segunda clase, que recibe Puerto Rico respecto a los estados de la nación norteña. Su aspiración, dijo ante el organismo del Senado que atiende los asuntos territoriales (colonias y posesiones), es que el sistema eléctrico de Puerto Rico cuente con hasta un 25 por ciento de energía renovable.

El gobernador puertorriqueño tuvo que responder preguntas de los senadores relacionadas con el cuestionado contrato 300 millones de dólares que la estatal Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) confirió a la empresa Whitefish Energy, del estado de Montana, la cual al momento solo contaba con dos empleados. Nevares explicó que luego de surgir los cuestionamientos ordenó la cancelación del contrato y nombró un síndico para la AEE, que debe velar por los contratos y adquisiciones de esa corporación pública.

Los senadores cuestionaron la razón por la cual no se buscó la asistencia de la Asociación Empresas Públicas de Electricidad (APPA) para la reconstrucción del sistema eléctrico insular tras el paso del huracán María, lo que atribuyó a que no se podían conocer cabalmente los daños debido a la falta de comunicación con los alcaldes y a que el gobierno estaba priorizando salvar vidas. El gobernador de Puerto Rico reiteró ante los senadores estadounidenses que el ciclón que afectó a Puerto Rico no tiene paralelo y que fue una catástrofe total.

Rosselló Nevares adelantó que habrá transparencia en la recuperación del país cuando la portavoz demócrata en el Comité de Energía y Recursos Naturales del Senado, María Cantwell, criticó la contratación de la empresa Whitefish y consignó que ese contrato está bajo pesquisa por el FBI (Buró Federal de Investigaciones).

Se disparan solicitudes de asistencia social

Las solicitudes de asistencia social se han disparado a raíz de la devastación causada por los huracanes Irma y María, trascendió hoy en una audiencia de una comisión del Senado de Puerto Rico.

El empobrecimiento de los puertorriqueños se disparó a partir de la catástrofe causada por el ciclón María, que destruyó gran parte de esta isla del Caribe, que se ha sentido desamparada a pesar de estar bajo la dominación colonial de Estados Unidos, el imperio más poderoso del mundo.

La portavoz del Departamento de la Familia, Surima Quiñones, reveló en una vista pública de la Comisión de Desarrollo Integrado de la Región Oeste, que preside la diputada Maricarmen Mas Rodríguez, que se registró un aumento significativo en las personas que han solicitado asistencia social.

Quiñones expuso que en septiembre se registraron 651 mil 819 participantes del Programa de Asistencia Nutricional (PAN), pero tras la destrucción del huracán María la cifra aumentó en octubre en 653 mil 819 beneficiarios, dos mil más. “Las consecuencias sociales, económicas y de sanidad de este desastre natural, así como del huracán Irma, están presentes y siendo atendidas”, dijo la funcionaria al aclarar que todavía se desconoce el alcance total de la situación.

Se calcula que sobre el 45 por ciento de la población del país, 3,5 millones, se encuentra bajo el nivel de pobreza, lo que se incrementará en los próximos meses a pesar del éxodo de miles de puertorriqueños a Estados Unidos. Además, se anticipa un alza en el número de desocupados con el cierre de negocios por los efectos del huracán al colapsar el sistema de energía eléctrica, que a más de 50 días no ha sido levantado.

(Fuente: Prensa Latina)

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Tras el paso del huracán: “El colonialismo ha conducido a Puerto Rico al desastre actual”

A casi dos meses del paso del huracán María por Puerto Rico, el país sigue en estado de emergencia. Una inmensa parte de la población sigue sin luz; la mitad sin agua y sin acceso a otros bienes de primera necesidad, y Washington sigue sin dar una respuesta rotunda al sufrimiento en la isla. Según el Gobierno local la cifra de muertos directos por el huracán era de 55. No obstante, el Senado baraja otras cantidades, y pone en tela de juicio la honestidad del Gobierno de la isla. Por un lado, acusan al presidente Donald Trump de condicionar la ayuda al número de víctimas; por otro, exigen un análisis de los daños objetivos, o no medidos por las autoridades de Puerto Rico.

Además, según datos que han difundido medios de comunicación, desde entonces el número de muertes en la isla ha ascendido un 43% respecto a la situación antes del huracán, lo que puede estar midiendo el impacto del mismo. El huracán ha sido, a sus ojos, cualquier cosa menos un desastre natural: “Existen distintos focos de destrucción en Puerto Rico. Está claro que hay unas zonas que tienen menos daños. Son las zonas de la capital, zonas que tienen una estructura más fuerte por razones económicas. Los barrios más afectados son los barrios marginales”. Además, apunta a cómo la situación se ha convertido en una mina de oro para los oportunistas.

Un ejemplo es el caso de la empresa WhiteFish: una empresa sin apenas pasado, que había ayudado cuantiosamente a la financiación del Partido Republicano y a la campaña de Donald Trump; empresa que el Departamento de Interior no conocía y cuyo único vínculo con la administración era que su director es amigo personal del Ryan Zinke, secretario de tal Departamento, firmó un contrato de 300 millones de dólares por la reparación de la red eléctrica de Puerto Rico. Los objetivos de reparación están lejos de haberse cumplido y el Gobierno de la isla no ha aclarado como se adjudicó dicho contrato.

Por otro lado, el Departamento de Asuntos del Consumidor (DACO) tuvo que advertir de los precios desorbitados que imponen ciertas empresas dentro de la isla. A su vez, el empleo de las ayudas ha sido fraudulento por parte de un gobierno corrupto, más interesado en promover a las empresas que a ayudar a su pueblo. Esto ha servido a los Estados Unidos de excusa para mandar al FBI, en una operación que tiene dos movimientos: gestionar el dinero enviado y socavar la confianza que pudieran tener los puertorriqueños de emplear los recursos por sí mismos.

Para César esto es una prueba sintomática de una crisis humanitaria que ha servido para afianzar aún más el imperialismo en la isla. «El hecho de que venga el FBI no me agrada. Si viene el FBI es que hay que poner la casa en orden. Esto es legitimar la colonia. Es legitimar que tenga venir el que manda a decirme cómo me debo portar». Por si no fuera poco, se incide todavía más en esta complacencia hacia Puerto Rico con la creación de una Junta de Control Fiscal. Para Estados Unidos la crisis económica en Puerto Rico no se debe a que el presupuesto otorgado a la isla sea en forma de préstamo, ni que haya una patente malversación de fondos en pos de las élites burguesas del país y su colonia. La solución de Estados Unidos es tachar a los puertorriqueños de derrochadores incapaces de hacer buen uso de sus recursos.

La respuesta política tampoco deja indiferente. Trump tardó diez días en pisar Puerto Rico y, cuando lo hizo, fue para hacer una aparición jocosa, lanzando papel higiénico como quien marca triples. En lugar de ayudas, una lamentable limosna endulzada con humor. El gobernador de Puerto Rico, Ricardo Roselló, permaneció callado y complaciente ante la visita del presidente.

El cinismo del que ha hecho gala el Gobierno estadounidense y puertorriqueño se manifiesta en la lentitud del auxilio. A pesar de haber sido incluido Puerto Rico en el Plan de Desastres tras el paso de María, las ayudas no se caracterizan por su celeridad y, como suele ocurrir, tiene carácter temporal. En un comunicado bochornoso, Donald Trump afirmó que las ayudas «no serán eternas» y que las instalaciones de suministros de Puerto Rico eran precarias antes del huracán. A los pocos días de este comunicado, evaluó la actuación estadounidense en Puerto Rico con un 10 sobre 10.

La situación política y económica no ha hecho sino empeorar, a la par que enterrar a Puerto Rico en la desesperación, sacar a la luz las podridas entrañas del gobierno federal y de un imperialismo casi decimonónico. Para comprender mejor la importancia de esta situación política de Puerto Rico, no es suficiente con recurrir a una visión psicologista, acusando de corrupción a tal o cual político. Hay que remitirse a los inicios del colonialismo en Puerto Rico: “Puerto Rico pasa a ser un territorio de EE.UU. en 1898. Una posesión. Luego, pasa a un gobierno militar. Y con los años se convierte en un Estado Libre Asociado, que es, a mi modo de entender, una colonia. Puerto Rico no tiene autonomía de los puertos, no tiene autonomía del poder político. EE.UU. ejerce un dominio completo sobre él. Nosotros no podemos recibir ayuda de Venezuela, por ejemplo, que nos ofreció gasolina. No podemos recibir ayuda de otros países como Cuba que ofrecieron su ayuda. Estados Unidos es el dueño de nuestro destino”.

Para César el colonialismo en Puerto Rico no sólo se ha dado en el terreno económico y político, con una economía secuestrada y una representación política manipulada y endeble. El colonialismo también es cultural. A partir de la Ley Jones los puertorriqueños fueron considerados ciudadanos de los Estados Unidos. Sin embargo, se da la contradicción de que no poseen los mismos derechos que un ciudadano norteamericano medio. Por ejemplo, no pueden votar en las elecciones generales a no ser que se tenga una propiedad en territorio norteamericano. Tampoco tienen representación en el Congreso. “Esto hace un poco compleja la definición de lo que es ser puertorriqueño, porque a nivel cultural tenemos nuestra identidad, pero a nivel político tenemos un pasaporte estadounidense. Esto ha creado una dependencia al colonizador”. Se puede afirmar entonces que el puertorriqueño no sólo está desposeído de sus propios medios económicos, tampoco tiene posesión política y social de sí mismo, incapaces de comerciar, presos de una isla que es como un hueso en la boca del voraz mercado de Estados Unidos. Su identidad ha sido soterrada bajo el yugo político y toneladas de Big Mac.

¿Cuáles son las expectativas políticas para Puerto Rico y qué efecto podría tener el huracán? Según César, el desastre ha descubierto al puertorriqueño medio que no es más que “un ciudadano de segunda» y que, en toda la crudeza del desastre, «sólo se tiene a sí mismo”. Esto ha conducido a un movimiento alternativo al Estado. “Lo que ha demostrado el huracán es que, aquí, o te salvas tú, o no te salva nadie. Las comunidades han comenzado a ayudarse entre ellas para poder rescatarse, porque el Estado no está funcionando”. Dado el abandono a Puerto Rico y, a la vez, el tutelaje político estadounidense, que parece dispuesto a impedir la recuperación de la isla, la única salida, en su opinión, sólo puede venir de la independencia.

“Espero que haya indignación, y que esa indignación lleve a una conciencia de clase y que se busque esa igualdad social que Estados Unidos no puede ofrecernos. […] Mi visión es que Puerto Rico puede salir de esta situación mediante una independencia radical respecto de los Estados Unidos. El colonialismo ha sido la semilla que ha conducido a Puerto Rico a la situación de hoy en día”.

César Camacho ha realizado distintos actos y conciertos benéficos en Granada y otras localidades cercanas para enviar ayuda a la isla. Quizás podáis verlo en solitario, o con su grupo de salsa caribeña, y colaborar con la recuperación de la isla.

(Fuente: La Izquierda Diario / Autor: Víctor Stanzyk)

Francisco Campos

Francisco Campos

Nació en Sevilla en 21 de julio de 1958. Trabaja como administrativo. Es autor del libro "La Constitución andaluza de Antequera: su importancia y actualidad" (Hojas Monfíes, 2017).

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