Agora Galiza-Unidade Popular: “Las elecciones catalanas confirman la polarización de ‘bloques’ y restauran la estabilidad política”

Los resultados de las elecciones autonómicas catalanas del 14 de febrero de 2021, confirman un ligero aumento de la hegemonía de las fuerzas políticas independentistas y republicanas catalanas sobre las que -con diferentes matices y líneas discursivas- defienden la unidad y la monarquía española.

Sin embargo, la baja participación en el proceso, con un aumento del absentismo de 25 puntos, eclipsa los resultados del bloque independentista.

Más de 2.488.000 catalanes y catalanes con derecho a voto [46,45%], optaron por no participar en el proceso electoral. La excepcional situación social derivada de la pandemia es el factor principal para comprender la importante caída de la participación.

Todas las fuerzas políticas que tenían representación parlamentaria, excepto el PSC, pierden apoyo. La franquicia del PSOE en Catalunya es la única fuerza que aumenta los votos, unos 50 mil.

MODERADA VICTORIA DEL BLOQUE CATALÁN INDEPENDIENTE Y REPUBLICANO

La suma de ERC, JxC, CUP y PdCAT representa 1.435.876 votos, frente a los 1.134.768 votos alcanzados por PSC, Vox, C´s y PP.

ERC pierde 333.000 votos, JxC 380.000 y la CUP prácticamente mantiene intactos los más de 190 votos emitidos en 2017.

Finalmente ERC logró imponerse en la lucha por la hegemonía entre la independencia conservadora y socialdemócrata. Los 76 mil votos del PDdCAT [2,72%] robaron a los de Puigdemont, siendo todavía la primera fuerza en el campo de los partidos de obediencia catalanes.

El destacado aumento de la CUP en diputados, de 4 a 9, está ligado a que concentró el voto antisistema y más genuinamente antifascista. Pasó del 4,46% al 6,68%, con una caída de poco más de 7 mil votos.

BLOQUE ESPAÑOL Y MONÁRQUICO

La recomposición del voto más antiindependentista se produce con la concentración en el PSC de parte del electorado “progresista”, que en 2017 apoyó a C’s para frenar las declaraciones de independencia.

El segmento más ultra y conservador que había votado C’s, patológicamente opuesto al ejercicio de la autodeterminación, optó por facilitar con contundencia la ruptura de Vox sobre el partido neo-falangista naranja y el PP.

Las urnas defendieron la formación de Arrimadas. Con apenas 157.529 votos, perdió 950 mil votos, pasando del 25,35% al ​​5,57%.

El partido de Casado sufre una decadencia, quedando como la última fuerza con representación en el Parlamento, con solo 3 diputados, perdiendo algo más de 75 mil votos, pasando del 4,24% al 3,85%. Según la ley electoral galega impuesta por el fraguismo sería una fuerza extraparlamentaria.

Lo más preocupante es el estallido del fascismo voxiano, con un discurso profundamente reaccionario y agresivo, que alcanza el 7,69% del apoyo. Los 217.371 votos obtenidos en las cuatro provincias catalanas, representan a 11 diputados. Su entrada hará resaltar la interpretación antidialética de los partidos socialdemócratas nacionalistas sobre la inmunidad de la “Galeusca” frente al fascismo.

LA “NUEVA POLÍTICA”

La marca Podemita logró “salvar los muebles”. La franquicia catalana y el postcarrillismo de Pablo Iglesias, con 194.111 apoyos, perdió 132 mil votos, pasando del 7,46% al 6,86%, logrando así retener a sus 8 diputados.

PERSPECTIVAS

Si bien la dirección de ERC no descartó priorizar un partido tripartito con el PSC y el espacio potencial, el clima postelectoral no facilitará esta alternativa.

Todo apunta a que se repetirá un bipartito con JxC encabezado por ERC, con turbulento apoyo parlamentario de la CUP.

Sin embargo, estamos un paso más cerca de la restauración progresiva de la “normalidad democrática” en Catalunya tras la capitulación de los dos principales partidos que lideraron el proceso.

Paradójicamente, el 50,77% de apoyo electoral alcanzado por las fuerzas “soberanistas” catalanas -sobre lo que decían legitimarse para declarar unilateralmente la República-, aleja a Cataluña del proceso independentista masivo que vivió entre 2015 y 2019.

La pequeña burguesía y la burguesía catalana ya no están para promover iniciativas aventureristas. Carece de voluntad política para un enfrentamiento abierto con un Estado dispuesto a volver a utilizar la fuerza del artículo 155 y todo lo que necesite, para mantener la unidad territorial española a toda costa.

En la situación política y social actual, ya no es factible reeditar el ingenuo e infantil entusiasmo por la independencia del proceso.

ERC aún no está por desarrollar un enfrentamiento abierto con el régimen del 78, optando por reducir sus demandas para conseguir la amnistía de los dirigentes políticos detenidos, y por pedir al PSOE, ya más en el terreno retórico que en la política real, la convocatoria por una consulta inviable la autodeterminación “legal”.

PSC y ERC son las dos piezas clave del tablero político institucional en catalán. Ambos coinciden en la restauración parcial de la normalidad democrática ordenada y el parlamentarismo burgués. La gobernabilidad del estado depende de Cataluña, y Pedro Sánchez necesita conceder un indulto a los presos para garantizar tres años de cómoda legislatura.

Pedro Sánchez, el escuadrismo fascista de Abascal y la política vaticana de Oriol Junqueras son los grandes triunfadores de la noche electoral del 14 de febrero.

Casado, Arrimadas y Puigdemont son los grandes perdedores. Pues los rivales de su propio campo lograron superarlos.

La ausencia de una fuerza política revolucionaria catalana de masas hace imposible cambiar este vínculo técnico a corto plazo. Sin un partido obrero patriota catalán, la clase trabajadora y empobrecida de Catalunya seguirá viendo una pérdida progresiva de derechos y libertades. El factor emocional e identitario distorsiona y deforma la lucha de clases, provocando políticas de alianza erróneas.

Solo una Revolución Socialista que establezca una República de trabajadores y trabajadoras puede garantizar la plena independencia y soberanía nacional para que pueda construir una nueva sociedad que supere las injusticias y la explotación capitalista. Y no es a través de las urnas burguesas cómo se logra.

Dirección Nacional de Ágora Galicia-Unidad Popular.

En la Patria, 15 de febrero de 2021

También te podría gustar...

1 respuesta

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *