Tribunal de la UE sentencia que el Sahara no es Marruecos. El Polisario actuará contra las empresas que no negocien con él

El pasado miércoles 21 de diciembre, en una sentencia histórica, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea confirmaba sin ambigüedades que el Sáhara Occidental no forma parte de Marruecos y no puede por tanto aplicarse allí ningún acuerdo de la UE (Acuerdo de Asociación, Acuerdo de Liberación de la Agricultura, Acuerdo de Pesca, etc.) con Marruecos sin el consentimiento del pueblo saharaui. Se trata, por tanto, de un fallo con profundas implicaciones no sólo para los derechos de este pueblo, sino también para las relaciones exteriores de la UE.

En primer lugar, la sentencia pone de manifiesto que, por más de 40 años, los Estados miembro, la Comisión Europea y una mayoría del Parlamento Europeo han estado violando los principios más básicos del derecho internacional con sus políticas de doble rasero en la región. Mientras por un lado nunca dejaron de reivindicar el derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui y apoyar los esfuerzos de las Naciones Unidas para alcanzar una solución política a uno de los conflictos más longevos en su entorno más inmediato, por otro lado, en la práctica, han contribuido activamente y directamente en el saqueo de los recursos (especialmente pesqueros) de un territorio ocupado, consolidando los intereses del régimen marroquí y sus partidarios en mantener el Sáhara Occidental firmemente bajo su control.

En este contexto de miopía severa y prolongada de la Comisión y el Consejo, el Tribunal de la UE ha tenido que intervenir para recordar la normativa internacional. Se trata, por tanto, de una victoria trascendental para el pueblo del Sáhara Occidental al ver su territorio inequívocamente distinguido del de Marruecos por la más alta instancia legal de la UE, que a su vez confirma su derecho más fundamental: la autodeterminación. El pueblo saharaui tiene hoy la ley de su parte.

Pero, ¿cuáles son las implicaciones prácticas de esta decisión? En resumen: ninguna actividad europea puede tener lugar en el Sáhara Occidental sin el consentimiento del pueblo saharaui. Todas las actividades europeas actuales, como las inversiones de la alemana Siemens o las empresas agropecuarias españolas en los territorios ocupados, carecen de fundamento jurídico. Sus contratos con socios o instituciones marroquíes tienen ahora escasa validez. Con este panorama, animo a todas las empresas europeas que piensen en trazar lazos comerciales con Marruecos que lean antes atentamente el fallo del tribunal. Y como consumidores, recomendaría atender a la etiqueta de nuestros tomates o melones y comprobar su procedencia.

A nivel diplomático, las implicaciones prácticas son dobles: las instituciones de la UE deben llevar a cabo una política de diferenciación completa y efectiva que restringe las relaciones bilaterales (de la UE y de los Estados miembros) con Marruecos: eso significa sin el Sáhara Occidental. Por tanto, y entre otras cosas, los programas de asistencia de la Comisión con Marruecos deben poner fin de inmediato sus actividades en el Sáhara Occidental.

La Comisión tampoco podrá ya reconocer ningún documento administrativo u organización oficial con sede en el Sáhara Occidental como marroquí. Tendrá que eliminar a cualquier exportador con sede en el Sáhara Occidental de su lista de exportadores autorizados en virtud del acuerdo comercial UE-Marruecos. Tampoco se podrá entregar una sola licencia de pesca en virtud del acuerdo pesquero a un buque europeo situado frente a la costa saharaui. Y así sucesivamente. La política de diferenciación requiere un despliegue sistemático y global en todos los sectores de la rica y diversa relación UE-Marruecos.

El Polisario prepara campaña contra las empresas europeas que no negocien su presencia en el Sáhara

La sentencia que excluyó al Sáhara Occidental del acuerdo de pesca entre la Unión Europea y Marruecos obliga a buscar soluciones para los barcos españoles. La promulgó el Tribunal de Luxemburgo el pasado 21 de diciembre como respuesta a un recurso presentado por el Consejo de la Unión y la Comisión para evitar la anulación del Acuerdo de Asociación y de Liberalización con Marruecos. El texto se ha salvado, pero para eso los jueces han tenido que especificar que su marco jurídico no vale en el Sáhara Occidental sin consentimiento específico de su población.

“No estamos en contra de la explotación de la pesca, pero queremos controlarla nosotros. No queremos una guerra económica contra las empresas. Las necesitamos. Pero si quieren hacer negocios en el Sáhara Occidental necesitan el acuerdo del Polisario”, explica a la Cadena SER Giles Devers, abogado del Frente Polisario.

El acuerdo de pesca con Marruecos está pendiente de otro recurso del Polisario ante los tribunales europeos, que si se aplica el criterio defendido en la sentencia actual no puede más que ganar el pleito. Este es el convencimiento de sus representantes jurídicos, que han preparado esta nueva estrategia.

Los dirigentes saharauis pueden reclamar 15 años de daños atrasados por actividades que carecen de base legal. Esta es su conclusión tras la sentencia con la que el Tribunal de Justicia Europeo puntualiza que los acuerdos UE-Marruecos ni se aplica ni se han aplicado nunca, jurídicamente, al Sahara Occidental.

“Estamos dispuestos a aplicar totalmente la sentencia por lo que vamos a iniciar acciones legales contra las empresas europeas que se han instlaado en el Sáhara Occidental”, afirma el abogado Devers, representante del Frente Polisario ante los tribunales europeos. “Vamos a escribirles”, continua el letrado, dispuesto a exigir que las empresas apliquen el acuerdo del Tribunal. “O cierran un acuerdo con nosotros o se van”, añade.

Este será el mensaje”, advierte. Asegura además que el Polisario se siente reforzados después de que el Tribunal Europeo afirmara que toda actividad en ese territorio necesita el consentimiento del pueblo saharaui. “Vamos a pedirles que apliquen el acuerdo del tribunal. Ya no se trata de saber si su actividad favorece o no al pueblo saharaui. Lo que dice la sentencia es que se necesita su consentimiento. O sea que si quieren pleitear irán a los tribunales españoles o franceses y la jurisprudencia será muy rápida”, afirma.

La campaña contra las empresas francesas o españolas que intenten mantener su actividad como la están haciendo, creyendo que les avala el acuerdo UE-Marruecos, no es la única en la estrategia que prepara el Frente Polisario.

Sus dirigentes desean negociar con Bruselas la posibilidad de que la Comisión y el Consejo de la Unión Europea, en representación de los gobiernos, reclamen al Reino de Marruecos la celebración de una consulta de autodeterminación.

“El referéndum es un tema a negociar con la Comisión porque lo que vemos es que con el acuerdo no han dado solo un instrumento a las empresas para hacer negocio, sino que han permitido al Reino de Marruecos atrasarlo sistemáticamente. Es evidente que tenemos un problema político que tratar con la Comisión Europea”, dice Devers.

El Polisario vincula el problema territorial al acuerdo de pesca y a la entrada de productos agrícolas en la UE. “Queremos demostrar que la sentencia es ejecutoria. Por esto explicaremos a las empresas europeas que como entidades carecen de cuadro jurídico en el que basar sus actividades en el Sáhara Occidental porque el Tribunal ha dicho que el acuerdo no ha sido nunca de aplicación en este territorio”, apunta el abogado del Polisario.

La conclusión dará paso a una campaña contra la exportación de productos saharauis: “Puedo anunciaros que vamos a bloquear la exportación de productos agrícolas”, apunta Devers. La campaña empezará este enero con la presentación de los litigios necesarios ante los tribunales.

(Fuentes: Resumen de Oriente Medio / El Confidencial Saharaui)

Francisco Campos

Francisco Campos

Nació en Sevilla en 21 de julio de 1958. Trabaja como administrativo. Es autor del libro "La Constitución andaluza de Antequera: su importancia y actualidad" (Hojas Monfíes, 2017).

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