Málaga: Los autores del asesinato fascista de Pablo Podadera puestos en libertad. Sólo fueron condenados a tres años y dos meses

Se considera probado que los dos procesados causaron la muerte de Pablo Podadera aquella noche en el centro de Málaga, tras darle una paliza. De hecho, se les condena a tres años de cárcel por homicidio imprudente. Sin embargo, los dos homicidas no irán a prisión, donde sí estaban a la espera de juicio. En la sentencia se acuerda la puesta en libertad de ambos acusados al argumentarse que están a punto de cumplirse los dos años de prisión provisional que marca la ley y que no cabe legalmente una prórroga para mantenerlos entre rejas.

La sentencia se dicta en consonancia con el veredicto del jurado popular que los juzgó el mes pasado en la Audiencia Provincial de Málaga. Ese jurado considera que los acusados “no actuaron con ánimo de matar”. Quedarán libres pese a que el propio jurado se pronunció en contra de la suspensión de la condena. También lo hizo en contra de la concesión de indulto en el caso de ser solicitado.

La pena es por un delito de lesiones dolosas en concurso medial con un delito de homicidio imprudente e incluye una indemnización, en concepto de daño moral, a cada uno de los progenitores en la cantidad de 80.000 euros y a la hermana en la cantidad de 20.000 euros.

Pablo salió en compañía de unos amigos para celebrar sus 22 cumpleaños la noche del 20 abril de 2017. Fueron al centro de la capital y estuvieron en varios locales de fiesta, como Matacopas y Sala Gold, hasta llegar a la Sala Theatro en calle Lazcano, en cuyos aledaños recibió una paliza de muerte. En ese último local estaban los que horas después serían los agresores que le quitarían la vida y que quedarán en libertad.

Los hechos probados ante el jurado dictan que, sobre las 4.35 horas, Pablo salió de la discoteca con un amigo y se dirigieron a un callejón. Allí estaban los dos agresores y un portero del local. Según el relato, intentaban que una tercera persona abandonara el lugar sin que hubiera pelea. El finado y su amigo fueron hacia las personas del callejón para mediar. Es cuando uno de los condenados le dice a Pablo que se fuera de allí, lo coge de los brazos, se libera y marcha hacia su amigo y el otro condenado que habían comenzado forcejeo.

El portero se lleva al amigo para evitar que la historia vaya a mayores y el fallecido «pone su brazo derecho en el hombro izquierdo de uno de sus agresores, empujándolo hacia el callejón». Es cuando regresa el otro agresor y comienza la agresión. Primero le lanza dos puñetazos que le impactan en la cara.

Pablo también recibe un manotazo del hombre al que había empujado. Eso le hace caer al suelo de rodillas aturdido. En esa posición recibe una patada en la zona baja de la espalda y le lanzan una segunda, que le golpea levemente o, incluso, no le da, mientras trata de cogerle la pierna a uno de los agresores.

Tras la escaramuza, al lugar llega la Policía Local y la ambulancia, que halla a Pablo tendido en el suelo. Evacuan al herido y tras varios intentos vanos de reanimación, se certifica su falleciendo a las 13.00 horas del día 21 de abril de 2017 en el Hospital Clínico Universitario de Málaga.

Según la declaración de autopsia presentaba una serie de lesiones a nivel de las cubiertas craneales compatibles con focos contusivos y, como consecuencia de la intensidad de los mismos, se ven reflejados en una hemorragia cerebral masiva que conduce a la muerte encefálica.

La muerte de Pablo Podadera generó una notable conmoción en Málaga, principalmente por el modo en que sucedió. Pero además por las circunstancias personales del muchacho, hijo de un conocido abogado de la capital malagueña. Con su muerte, Pablo salvó además la vida de otras cuatro personas gracias a la donación de órganos. También lo hizo en vida. Con sólo cinco años donó médula ósea para su propio hermano, que terminaría falleciendo años después.

(Fuente: ABC / Autor: J.J. Madueño)

Noticia relacionada:

Comunicado de Nación Andaluza Málaga-Axarquía: ¡No a la impunidad de los crímenes fascistas!

 

Francisco Campos

Francisco Campos

Nació en Sevilla en 21 de julio de 1958. Trabaja como administrativo. Es autor del libro "La Constitución andaluza de Antequera: su importancia y actualidad" (Hojas Monfíes, 2017).

También te podría gustar...

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *