Julian Assange es liberado en el Reino Unido tras llegar a un acuerdo con EEUU (vídeo)

El activista y periodista australiano Julián Assange salió de la prisión de máxima seguridad de Belmarsh, cerca de Londres, la mañana del 24 de junio, después de haber pasado allí 1.901 días, reportó la plataforma WikiLeaks en su cuenta de la red social X.

“El Tribunal Superior de Londres le concedió la libertad bajo fianza y fue liberado en el aeropuerto de Stansted durante la tarde, donde abordó un avión y partió del Reino Unido”, detalló la plataforma donde fueron publicados miles de documentos clasificados de Estados Unidos, razón por la cual Assange ha sido perseguido durante años por Washington.

WikiLeaks confirmó que la defensa del activista australiano logró un acuerdo con el Departamento de Justicia de Estados Unidos, el cual aún no se ha cerrado por completo.

“Después de más de cinco años en una celda de 2×3 metros, aislado 23 horas al día, pronto se reunirá con su esposa Stella Assange y sus hijos, que solo han conocido a su padre tras las rejas”, informó la plataforma fundada por Assange.

De acuerdo con WikiLeaks, la libertad del periodista y activista es el resultado de una campaña global que abarcó a organizadores de base, defensores de la libertad de prensa, legisladores y líderes de todo el espectro político, hasta llegar a las Naciones Unidas.

WikiLeaks publicó historias innovadoras sobre corrupción gubernamental y abusos contra los derechos humanos, responsabilizando a diversos gobiernos y dirigentes de distintos países por sus acciones, recordó la plataforma fundada en 2006.

“Como editor en jefe, Julian pagó severamente por estos principios y por el derecho del pueblo a saber”, afirmó WikiLeaks, que agradeció a todos los apoyaron, lucharon y permanecieron totalmente comprometidos en la lucha por la libertad del activista.

“¡Julian es libre! No hay palabras para expresar nuestra inmensa gratitud hacia ustedes, sí, ustedes, que se movilizaron durante años y años para que esto se haga realidad. Gracias”, señaló en una publicación en redes Stella Assange, la esposa del periodista, quien acompañó su mensaje con un video en el que se ve al activista australiano subir a un avión.

Assange, de 52 años de edad y quien se encuentra enfermo, fue acusado en mayo de 2019 de conspirar junto con Chelsea Manning para obtener documentos clasificados y publicarlos en su plataforma WikiLeaks. Formalmente está acusado de difundir información clasificada del Gobierno de Estados Unidos, por lo cual podría haber sido condenado a una pena de 175 años de cárcel.

“Las acciones de Assange supusieron un grave daño a la seguridad nacional de Estados Unidos en beneficio de nuestros adversarios y pusieron a las fuentes humanas nombradas no redactadas en un riesgo grave e inminente de daño físico grave y/o detención arbitraria”, dijo en su momento el Departamento de Justicia de Estados Unidos.

Sin embargo, en marzo pasado, fuentes cercanas al caso declararon a The Wall Street Journal que los 18 cargos que enfrenta el australiano por divulgar información clasificada podrían rebajarse a manipulación indebida de información clasificada, un delito considerado como menor en el código penal de Estados Unidos.

El fundador de WikiLeaks fue detenido en la Embajada de Ecuador en Londres en abril de 2019, luego de que el Gobierno de ese país latinoamericano le retirara el asilo.

La liberación de Julian Assange es histórica porque el trabajo que hizo hace años en la plataforma WikiLeaks —donde fue publicada información clasificada de EEUU— fue un “punto de quiebre” en la historia contemporánea del periodismo, dicen en entrevista periodistas y analistas consultados por Sputnik.

Este 24 de junio el mundo se enteró de que, tras 14 años de persecución por parte de Washington, el activista y periodista australiano Julian Assange fue liberado de la prisión de máxima seguridad de Belmarsh después de haber permanecido cinco años tras las rejas.

La liberación ocurrió luego de que la defensa de Assange llegara a un acuerdo con el Departamento de Justicia de Estados Unidos, cuyos detalles aún no han sido revelados, aunque medios como CNN y NBC señalan que el activista asumirá una declaración de culpabilidad por un delito que implicaría una condena de 62 meses en Estados Unidos, es decir, los mismos cinco años que ya cumplió preso en el Reino Unido.

Más allá del proceso legal que todavía le aguarda en el país norteamericano —donde se ha pedido una condena contra él de hasta 175 años por revelar documentos de seguridad nacional—, su puesta en libertad es un triunfo para la libertad de expresión y de prensa, afirma en entrevista con Sputnik Rubén Darío Vázquez, maestro en Comunicación e Innovación Tecnológica por la UNAM.

“Exhibir a un Gobierno tan fuerte como el de Estados Unidos no es cosa fácil. Assange demostró que es posible poner en jaque a los más poderosos desde la verdad y la transparencia”, observa el también académico de la Universidad Iberoamericana.

Desde su punto de vista, WikiLeaks fue el precedente de muchas otras plataformas o proyectos que, años después, se dedicaron a publicar documentos clasificados o información delicada sobre asuntos de importancia global, como Guacamaya Leaks, los papeles de Panamá o los papeles del Pentágono.

“Con la aparición de WikiLeaks en 2006 se sentó el precedente de lo que hoy entendemos por periodismo de investigación. Su forma fue sencilla: una plataforma donde se pudieran subir documentos que estuvieran a disposición de todo el mundo y que pudieran ser revisados por otros periodistas. Esto implicó un trabajo de arquitectura informática muy profunda, pero sobre todo una visión muy clara de la libertad de expresión y del acceso a la información en el siglo XXI”, dijo Vázquez.

Con su trabajo, Assange no fue solo en contra de los intereses de Washington, sino de las narrativas oficiales dictadas desde el Gobierno estadounidense hacia los medios corporativos globales, señala el experto.

“Los gobiernos de todo el mundo tienen intereses ocultos que contradicen muchas veces sus propios principios domésticos e internacionales; eso lo demostró Assange. Su libertad hoy implica el entendimiento de una nueva manera de entender el alcance del concepto ‘acceso a la información'”, afirma.

“No podemos negar que, con el uso de las nuevas tecnologías de información y la IA, la forma en la que la gente se informa ha cambiado rotundamente. Esto nos recuerda que el gran conglomerado de medios corporativos globales ha monopolizado durante mucho tiempo los contenidos que ven millones de personas y los conceptos que tenemos sobre el periodismo, el conocimiento y la cultura. Porque si una plataforma, un medio o un comunicador se salen de esos cánones, prácticamente desaparecen, son invisibles”, indica.

El factor Assange en las elecciones de EEUU

La liberación de Julian Assange en el Reino Unido sucede en momentos de amplias tensiones políticas en Estados Unidos, donde el presidente Joe Biden busca su reelección ante un Donald Trump que luce fortalecido según varias encuestas de preferencias electorales.

Según Vázquez, Biden podría resultar afectado porque, finalmente, su papel —ya sea como presidente o vicepresidente— en las guerras en Irak o Afganistán lo convierten en blanco fácil de críticas en su contra por las filtraciones de WikiLeaks, donde se revelaron varios crímenes de guerra y diversas irregularidades relacionadas con esos dos conflictos.

“Biden es una figura que no ha tenido el peso que sí han tenido otros presidentes. Incluso a Trump, que era señalado por todo el mundo, lo amaba ese Estados Unidos profundo. No dudo que el caso Assange juegue en contra del Partido Demócrata [rumbo a las elecciones de noviembre]. El caso puede ser aprovechado por la derecha norteamericana favorable a Trump y tomarla como estandarte de la libertad de expresión”, considera el especialista.

La lección del castigo

Aunque su liberación es positiva para el y su familia, tampoco se puede cerrar los ojos ante una realidad innegable: que Estados Unidos y sus aliados ejercieron “un castigo ejemplar internacional, principalmente para periodistas, basado en la tortura psicológica”, asegura en entrevista con Sputnik Daniela Pastrana, directora del portal de periodismo de investigación Pie de Página y fundadora de la Red de Periodistas de a Pie en América Latina.

“Es una forma de recordar, en el siglo XXI, que cualquiera que se oponga a los poderes dominantes puede sufrir lo que él está sufriendo”, observa.

“Pero además, ese castigo ejemplar que se manifestaba en no poder salir a la luz del sol, el aislamiento, la incomunicación, la imposibilidad de acceder a sus vínculos amorosos, o tener solo una hora a la semana para hablar por celular con su esposa, son una manifestación visible de un modelo de democracia occidental que está en crisis y que en esa crisis ha puesto en evidencia su peor cara”, agregó la reconocida periodista mexicana.

Fuente: Sputnik.

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Samuel Axarquía

Nacido en la comarca de la Janda. Asentado en la Axarquía. Me gano el pan como administrativo.

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