“Israel” reanudó brutal agresión en Gaza / ¿Esperaban algo diferente después de la tregua? / La situación de la salud es dolorosa

Este viernes, los cazas del ejército de “Israel” llevaron a cabo una serie de ataques aéreos en la Franja de Gaza que resultaron en la caída de muchos palestinos civiles, entre mártires y heridos.

Fuentes mediáticas palestinas informaron que ocho civiles perdieron la vida debido a los bombardeos de la aviación israelí en varias áreas de Gaza.

En el mismo contexto reportaron el martirio del camarógrafo de Al-Aqsa TV,  Abdullah Droush.

En la ciudad de Gaza, la artillería israelí bombardeó viviendas al oeste de la Franja y en el barrio de Sheikh Radwan, según informó la agencia palestina WAFA.

El corresponsal de Al-Mayadeen en la zona informó que la aviación sionista ametralló también hogares en la zona de Abu Iskandar, al noroeste de la ciudad, así como la calle al-Lababidi y la rotonda de Abu Alba, en la propia urbe.

En el sur de la Franja, la aviación llevó a cabo ataques en la localidad de Abasan, al este de Khan Yunis, según reportes del Ministerio del Interior en Gaza.

El corresponsal de la red panárabe reportó además el bombardeo de varias casas en la ciudad de Hamad, también en Khan Yunis.

Mientras tanto, en el norte de la Franja, la ocupación se ensañó con el campamento de Jabalia, y atacó con dos cohetes al menos los alrededores de la compañía eléctrica al norte de Nusairat.

Además, realizó ataques cerca del Hospital Kuwaití en Rafah, y bombardeó con artillería las cercanías del Hospital Kamal Adwan, al norte de la Franja, y la mezquita Al-Taqwa, en el barrio de Sheikh Radwan.

Por su parte, la Oficina de Información del Gobierno en Gaza señaló que la comunidad internacional, encabezada por los Estados Unidos y representados por el presidente Joe Biden y su ministro de Relaciones Exteriores, deberán asumir la responsabilidad por los nuevos crímenes de su marioneta fascista, tras concederle luz verde para continuar las masacres sin tener en cuenta las leyes de la guerra y el derecho internacional humanitario.

La Oficina agregó que es el derecho del pueblo palestino defenderse por todos los medios y lograr su libertad e independencia.

Este viernes concluyó la tregua  entre Hamas y la entidad de ocupación israelí, mediada por Qatar y Egipto, la cual fue pactada inicialmente por cuatro días y se extendió hasta una semana.

¿Esperaban algo diferente de “Israel” después de la tregua?

¿Era posible esperar un cambio en el libreto de “Israel” tras la finalización de la tregua pactada con la Resistencia palestina? Por supuesto que no. Eso sería un acto de ingenuidad perversa.

El problema central no es solo que los dirigentes israelíes repiten la matanza, y hasta es secundario que la sociedad israelí, mayoritariamente, aplaude las masacres. Lo central es qué es “Israel”. No es un problema de “voluntad política” del gobierno de turno sino de su naturaleza de Estado judío.

Es un Estado con una agenda precisa, creado bajo una propuesta política excluyente y supremacista llamada sionismo. Por eso hoy, que reanudaron las hostilidades, dolorosamente no se podía esperar otra cosa de “Israel”, ni de sus gobiernos aliados, ni de los tibios prosionistas.

“Israel” no es un Estado pensado para ciudadanos, personas iguales ante la ley, sino para un tipo específico de personas que se definen en cuanto creyentes. La aplicación de los pactos internacionales de derechos humanos lo llevaría a la configuración de un Estado moderno y democrático que sería, por definición, la negación del Gran “Israel”.

En ese Estado sionista no hay ciudadanos, esa categoría es secundaria; los derechos no dependen de la relación Estado/persona sino de la relación Estado/creyente, lo cual es la negación de la democracia.

“Israel”, según el judío Michel Warschawski, “ya no es en absoluto un Estado, sino una comunidad chauvinista religiosa que se lanzó a una guerra a muerte, una guerra tribal, sin brújula y sin conciencia, sin normas jurídicas, sin criterios éticos y sin un ápice de racionalidad”.

El sueño sionista de “Israel”

El sueño sionista necesita ocupar palestina y nombrarla propia, y necesita mantener políticas segregacionistas para controlar la realidad demográfica, como el traslado masivo de judíos de todos los países posibles para ocupar los trabajos que no son ofrecidos a los palestinos o normas como la promulgada ley que niega la posibilidad de que un matrimonio palestino-israelí genere ciudadanía israelí a la persona palestina.

El sionismo necesita hacerse a la tierra, pero no a las personas que la poseen, como en Sudáfrica durante el Apartheid. Asumir las personas como tales, poseedoras de derechos, es una amenaza al proyecto sionista.

Esto no disculpa a “Israel”, al contrario: lo condena plenamente. La naturaleza de alguien que comete un delito (máxime cuando esa “naturaleza”, como en el caso en discusión, es artificial y premeditada) puede ayudar a la explicación de la lógica que subyace al delito, pero de ninguna manera puede ser base para la impunidad. Como el escorpión de la fábula, “Israel” actúa así porque es parte de su naturaleza sionista.

Por eso, la ilusión Estado de derecho y a la vez “Estado judío” es un imposible jurídico. Por lo mismo la figura de “sionista de izquierdas” es otro imposible. Parafraseando a Roque Dalton, no hay que olvidar que los menos sionistas, dentro de los sionistas, también son sionistas.

La tarea no es pues que el escorpión abrace a la rana y convivan como en los cuentos de hadas, sino redefinir la naturaleza de ese escorpión artificial llamado “Israel” y, si ha de ser Estado, que asuma la naturaleza del Estado: moderno y democrático.

Hay dos anécdotas que ilustran esta afirmación en nuestro caso: un sionista en la Haya nos dijo: “poblar “Israel” es una orden de Dios” y otro, ante el debate sobre el sionismo como forma de racismo, dijo: “pues si el sionismo es racismo, no me lo explique a mí, explíqueselo a Dios”.

Un Estado basado en la fe entierra no solo el sueño palestino de un territorio, sino incluso se arriesga el propio sueño de un pequeño sector judío de un Estado democrático reconocido por sus vecinos y con fronteras seguras. El sionismo odia la democracia y el Estado de derecho.

Primero el muro, ahora más violencia tras la tregua

Es claro que la promesa de seguridad para “Israel” a través de la construcción del muro o de sus incursiones militares es una mentira, pues la paz no depende de tales medidas sino del fin de la ocupación y la aceptación israelí de los derechos de los palestinos.

La construcción del muro ha buscado la expulsión forzada de los palestinos por sus condiciones de vida insostenibles. “El muro por tanto creará una nueva generación de refugiados o de desplazados internos”, dijo John Dugard. Y los ataques a Gaza de hoy, y de los últimos años, buscan exactamente lo mismo: la expulsión de los palestinos y la apropiación de sus tierras para el proyecto sionista.

El sistema de derechos humanos existe parcialmente como consecuencia del Holocausto y de otros crímenes cometidos durante la Segunda Guerra Mundial. Paradójicamente, el sistema de derechos humanos es irrespetado por los herederos de las víctimas del Holocausto y sus normas son rechazadas por los herederos de los sobrevivientes del exterminio nazi.

Resulta difícil acusar a los derechos humanos y a los Convenios de Ginebra de antisemitas, precisamente cuando fueron creados en parte para proteger (entre otros) a los judíos. Pero de lo que no hay duda es de que los derechos humanos son, también por naturaleza, antisionistas en cuanto antirracistas.

En palabras del poeta palestino Mahmud. Darwish:

“La comunidad internacional no puede seguir cerrando los ojos frente a lo que está ocurriendo hoy en la tierra de Palestina, como hizo en el año de la Nakba. La ocupación israelí continúa con la destrucción de la sociedad palestina, y por ello la asedia. Continúa matando y asesinando, con cada medida de fuerza que estime oportuna, usando su armamento contra un pueblo aislado que defiende lo que queda de su existencia e identidad amenazadas, defendiendo lo que resta de sus demolidos hogares, defendiendo los restos de sus cultivos…

El interés de los países de todo el mundo, y de sus pueblos, en el enfrentamiento que hoy se desarrolla en Palestina, y su apoyo al pueblo palestino -un pueblo que se ve privado de una vida normal y ordinaria- es una prueba de catadura moral que revelará hasta qué punto los valores de justicia, libertad e igualdad tienen credibilidad”.

Esto lo dijo el poeta en 2005, es decir, hace 18 años y es aplicable para 1948 y para 2023. Esa es parte de la tragedia, porque una parte de la humanidad recién se entera de dónde queda Palestina y a otra parte ni siquiera le importa.

Puede estar en el poder Ben Gurion, Moshé Dayan, Ariel Sharon, la despiadada Golda Meyer, el solapado Ehud Olmer o el corrupto Benjamin Netanyahu, “Israel” siempre será “Israel” mientras sea sionista.

Los palestinos han logrado sobrevivir a la ocupación, a la instrumentalización de los líderes árabes y a la falta de solidaridad de sus vecinos. Egipto, por ejemplo, ha aceptado un limitado y triste papel de policía de fronteras, abandonando la discusión central sobre la ocupación.

Ellos han logrado sobrevivir a la Guerra Fría que les empujaba a alinearse, a la falta de desarrollo económico, a los acuerdos de paz que niegan sus derechos, a la ineficacia de la ONU, al lobby sionista, a las políticas de los Estados Unidos. Ojalá que a esta lista no se sume el silencio del mundo.

La situación de la salud en Gaza es dolorosa y desastrosa, denuncia Ministerio palestino

El Ministerio de Salud palestino alertó hoy que la situación sanitaria en la Franja de Gaza como resultado de la continua agresión israelí, se ha vuelto extremadamente dolorosa y catastrófica.

“El ocupante israelí está desatando una feroz campaña de agresión bombardeando varias áreas en Gaza, lo que ha provocado un gran número de víctimas, y ya los hospitales han agotado todas sus capacidades”, informó el Ministerio.

Agregó que esto amenaza con la pérdida de más vidas, especialmente porque el acuerdo de tregua temporal no les proporcionó medicamentos, servicios ni combustible.

El ente de salud señaló que los equipos médicos están atendiendo a un gran número de muertos y heridos que yacen en el suelo en los departamentos de urgencia y frente a los quirófanos como resultado de la acumulación de casos y la continuación de las masacres.

Denunció que no hay una sola cama disponible para recibir nuevos casos como consecuencia de la continuación de esta agresión, a pesar de la llegada de un gran número de víctimas a los hospitales y que aún hay un gran número bajo los escombros.

Fuente: SANA / Almayadeen.

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Samuel Axarquía

Nacido en la comarca de la Janda. Asentado en la Axarquía. Me gano el pan como administrativo.

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