Huelva: Centenares de temporeras migrantes denuncian en Almonte abusos y la emprensa responde intentando su “secuestro” (vídeo)

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Un centenar de trabajadoras temporeras migrantes de origen marroquí denunciaron ante la Guardia Civil (GC) diversos abusos de capataces y empresarios. “No bien, no bien” gritaban en una protesta colectiva espontánea poco antes de formalizar la denuncia en la Guardia Civil de Almonte (Huelva).

Una auténtica revuelta de mujeres trabajadoras se produjo ayer en la localidad onubense de Almonte, cuando un centenar de temporeras marroquíes decidieron unirse para denunciar las condiciones de trabajo que han venido sufriendo durante la temporada que acabará ya en unas semanas. Incumplimiento de convenios y abusos de diversa índole cometidos por capataces y/o empresarios.

Como recogen las imágenes distribuidas este sábado por el Sindicato de Trabajadores Andaluces (SAT), estas mujeres, papeles en mano y al grito de “no bien, no bien”, se organizaron ayer en una acción de protesta que ha quedado recogida en una denuncia colectiva presentada ante la Guardia Civil de Almonte.

En declaraciones del portavoz nacional del SAT, Óscar Reina, a La Mar de Onuba, la movilización de las mujeres surge como respuesta a las voces que en los últimos días han tratado de restar importancia a las informaciones publicadas por este y otros medios de comunicación, sobre graves hechos sucedidos en el entorno del oro rojo, bajo la premisa de que “no existen denuncias en los juzgados”. Este viernes, más de cien trabajadoras han respondido al unísono y se han mostrado dispuestas a un dar un giro a esa situación, uniendo sus testimonios en una denuncia colectiva de “mujeres en pie de guerra”, lo que supone pasar de una cuestión “informativa” a una “legal”.

Según el relato de otro portavoz del SAT, inicialmente se intentó registrar la denuncia en el Juzgado de Huelva, pero no fue atendida y se derivó a los Juzgados de La Palma del Condado, al tratarse de hechos sucedidos en la localidad Almonte. Sin embargo, el texto no tampoco recogido allí, donde y se les emplazó al volver el lunes para formalizarla, por ser “fin de semana”.

Fue por eso motivo que, finalmente, la denuncia se presentó en el Cuartel de la Guardia Civil de Almonte, y el lunes se entregará copia de la misma a la Inspección de Trabajo.

El SAT denuncia el intento de “secuestro” de las mismas para devolverlas a marruecos

Sucedió pocas horas después de que un centenar de trabajadoras presentasen denuncia contra empresarios y capataces ante la Guardia Civil.

Escenas dantescas se han estado produciendo a lo largo de la mañana de hoy, cuando cientos de mujeres que trabajan como temporeras en la empresa Doñaña1998 de Almonte han sido “invitadas” a subir a autobuses para ser devueltas a su país de origen en el día de hoy, antes de que finalice su contrato de trabajo la próxima semana.

El objetivo, según ha denunciado a La Mar de Onuba uno de los el abogado del SAT, sería evitar que estas mujeres puedan ratificar los hechos denunciados ayer ante la Guardia Civil, que serán puestos en conocimiento de la Inspección de trabajo mañana lunes, con lo que se impediría que los inspectores del Ministerio pudieran escuchar de primera mano la versión de las temporeras.

A la hora de publicar esta información, la propia Guardia Civil habría impedido que los autobuses ya fletados continuaran su camino, y las temporeras habrían sido devueltas a los campos de los que estaban siendo expulsadas, donde según los datos ofrecidos por el SAT al Juzgado de Huelva están siendo “retenidas” para poder embarcarlas de regreso a Marruecos.

El representante del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT) en Huelva, José Antonio Brazo Regalado, es quien ha formalizado esta mañana en el Juzgado de Guardia de Huelva una denuncia por la supuesta “comisión de un secuestro en estos momentos, a temporeras en el pueblo de Almonte, Finca Doñana 1998”.

Según reza en la denuncia, de la que las redacciones de Confidencial Andaluz y La mar de Onuba poseen copia, dice lo siguiente: “Las secuestradas (unas 400 mujeres extranjeras temporeras, recogen frutos rojos), están ahora en la finca retenidas y las quieren echar de la finca, contratadas en origen y tienen contrato vigente con la empresa Doñana 1998”. Fuentes del sindicato han señalado que en esta operación está colaborando activamente la Guardia Civil.

La empresa Doñana 1998 niega los hechos

Por su parte, el asesor jurídico de la empresa Donaña 1998, contra la que se dirige la denuncia formulada ente el Juzgado de Huelva, ha negado los hechos en conversación con La Mar de Onuba y, aunque admite que en el día de hoy se ha procedido “a la finalización del contrato de mujeres temporeras y su devolución a Marruecos”, asegura que se trata de un “procedimiento normal” ya que “la temporada de la fresa ha finalizado”, y que los viajes estaban programados para hoy desde hace ya algún tiempo.

Este extremo es negado tajantemente por el abogado del SAT Jesús Díaz Formoso, quien afirma a La Mar de Onuba que no era hasta el martes de la semana que viene cuando las temporeras iban iniciar los viajes de regreso a sus países de origen, y que el adelanto al día de hoy responde a la denuncia presentada ayer ante la Guardia Civil, con el objetivo de los hechos relatados no puedan ser ratificados por las denunciantes antes las autoridades, y más concretamente, ante la Inspección de Trabajo, que será informada mañana lunes del contenido de la denuncia.

Puestos en contacto también con el Gabinete de Prensa de la Guardia Civil de Hueva, el Cuerpo ha asegurado a esta redacción que “lo único que puede decir al respecto es que una patrulla se ha personado esta mañana en la finca y no ha sido requerida por ninguna persona, no encontrando ningún problema de orden público”. No se ha especificado el motivo por el que la patrulla se había personado en la finca.

(Fuente: digital La Mar de Onuba)

Francisco Campos

Francisco Campos

Nació en Sevilla en 21 de julio de 1958. Trabaja como administrativo. Es autor del libro "La Constitución andaluza de Antequera: su importancia y actualidad" (Hojas Monfíes, 2017).

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