Revolución en la isla de Granada (vídeo)


Maurice Bishop, 13 de abril de 1979

Al igual que el 80 por ciento de la población de la isla, Bishop era descendiente de esclavos africanos traídos allí por los invasores europeos. Estudió Derecho en Gran Bretaña. En 1966 se casó con Angela Redhead, con la que tuvo dos hijos, John y Nadia. Angela emigró a Canadá con sus dos hijos en 1981, mientras Bishop era Primer Ministro.
El Movimiento de la Nueva Joya, que lideraba Bishop, derrocó al régimen de Eric Gairy el 13 de marzo de 1979 y lo nombró Primer Ministro de Granada.

Su gobierno popular, conocido como People’s Revolution (La Revolución del Pueblo) implementó programas de desarrollo social integral y estrechó las relaciones con Cuba, la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), la Nicaragua Sandinista y otros países opuestos al imperialismo estadounidense.
Bishop comenzó varios proyectos, incluida la construcción de un nuevo aeropuerto internacional en el extremo sur de la isla, con apoyo de Cuba.
El presidente estadounidense Ronald Reagan acusó a Bishop de utilizar el aeropuerto de Granada como base militar soviética. Desde Washington se fomentó el clima de tensión y se le dio apoyo al derrocamiento de Bishop, como antesala a una invasión a la isla. En octubre de 1983, al regresar de una visita diplomática a Checoslovaquia y Hungría, Bishop fue derrocado por los partidarios del viceprimer ministro Bernard Coard, y puesto bajo arresto domiciliario. Una revuelta popular lo liberó, pero el gobierno de Coard y el general Hudson Austin, con el apoyo de la Casa Blanca, ordenaron su asesinato en la base militar de Fort Rupert.
Bishop fue ejecutado junto a la Ministra de Educación y compañera, Jacqueline Creft, y otros miembros del gobierno como Unison Whitman. El 25 de octubre de 1983, Reagan ordenó al Ejército de Estados Unidos invadir Granada, en la llamada Operación Furia Urgente.

Unas semanas después de su asesinato y la invasión de Granada, el comandante Fidel Castro diría en La Habana:
“A decir verdad, la situación económica y social de Granada marchaba satisfactoriamente. El pueblo había recibido numerosos beneficios a pesar de la política hostil de Estados Unidos, y el producto bruto de su economía crecía a buen ritmo en medio de la crisis mundial.
Bishop no era un extremista, aunque sí un verdadero revolucionario, consciente y honesto. Lejos de estar nosotros en desacuerdo con su política inteligente y realista, la veíamos con plenas simpatías, porque se adaptaba rigurosamente a las condiciones concretas y las posibilidades de su país. Granada se había convertido en un verdadero símbolo de independencia y de progreso en el Caribe”.
Comandante Fidel Castro. 14 de noviembre de 1983, Plaza de la Revolución, La Habana. Cuba.
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