Euskal Herria: Reunión del G7 en Biarritz. Primeras expulsiones y 5 detenciones.

Si la semana pasada ya nos enterábamos de cómo se expulsaba de territorio francés “preventivamente” a un periodista alemán de la radio RDL hasta que terminase la cumbre, hoy se conocen las primeras detenciones de cinco activistas “de extrema izquierda” que estaban preparando una acción contra un hotel requisado por los militares en el G7.

El caso del militante y periodista de origen alemán ya de por sí resulta vulnerador de todo derecho a la presunción de inocencia: una patrulla de la Brigada Anti-Crimen (BAC) paró su vehículo en un control de carretera en el departamento de Côte-d’Or en Borgoña- Franco Condado. La persona es arrestada,  puesta bajo custodia por “verificación del derecho de residencia” sin más explicaciones y tras pasar 22 horas en una celda de expulsión, se reveló el “vínculo” con el G7. En la tarde del 9 de agosto se produjo un viaje frenético con luces intermitentes hacia la frontera de Kehl hacia donde fue expulsado con prohibición de volver al país hasta el 29 de agosto. El activista, que según los documentos se supone que es parte de la escena ultraizquierdista, es “sospechoso” de posibles delitos presuntamente cometidos en el contexto del G20 en Hamburgo y la protesta contra el proyecto CIGEO en Lorena (manifestación contra el entierro de desechos radiactivos en el Mosa), fue puesto luego en libertad por el desinterés total de la Policía Federal Alemana en su procesamiento. El hecho de que la persona no tuviera pertenencias personales, documentos de identidad (requeridos en Alemania), dinero o ropa adecuada también era irrelevante para la improvisada “policía internacional”. El contexto de extender los poderes policiales a todos los niveles está obviamente lejos de ser suficiente para el ejecutivo: el castigo de los presuntos problemáticos y crimentales se está volviendo cada vez más independiente de un marco judicial.

Si bien el estado francés juega con la imagen de una “situación extraordinaria de peligro”, es casi imposible observar una proporcionalidad de los medios en esta expeditiva expulsión. En primer lugar, la persona en cuestión es un ciudadano alemán que trabaja en Francia y depende de su profesión en territorio francés. El hecho de que no haya un período de apelación, incluso si es habitual, solo puede justificarse por la amenaza existencial inmediata a la seguridad y el orden interno de la República. Los casos de sospecha mencionados por las autoridades investigadoras difícilmente pueden constituir una base legal para este propósito. Muchas otras medidas habrían sido aplicables. Pero la decisión del Ministerio del Interior, que ya se redactó el 18 de julio, no deja lugar a dudas: las voces críticas de la izquierda deben descartarse a toda costa, incluso si no se respeta una mínima proporcionalidad de los medios. Incluso la decisión de prohibir la estadía en el paísno se comunicó a la parte interesada aguas arriba. Se puede suponer que tales decisiones existen en muchos casos, por iniciativa de oficiales de policía de Hamburgo y otros aparatos represivos vinculados internacionalmente que están lejos de haber detenido su búsqueda de “euroanarquistas”.

Por su partelos cinco activistas de los que hoy se conoce su detención en el día de ayer, apuntaban a un hotel requisado por la Gendarmería en Biarritz.  Fueron arrestados por los servicios de gendarmería en varios puntos del territorio, especialmente en París e Indre-et-Loire. “Son personas conocidas por inteligencia, a medio camino entre los chalecos amarillos y la ultraizquierda“, dice una fuente de L’Express. El caso está en manos del fiscal de Tours Grégoire Dulin, el ex asesor de los ministros de Justicia del Interior, Gérard Collomb, y luego Christophe Castaner.  Uno de los activistas arrestados había sido visto en Facebook, donde incitó al paso a la acción contra un acantonamiento de gendarmes. Éste es el hecho que desencadenó la investigación. Según informa la Agence France-Presse, sólo uno de ellos permanecería a estas horas aún bajo custodia mientras que otros cuatro ya estarían en libertad. 

Fuentes: www.alasbarricadas.org / www.lahaine.org

Avatar
Encuéntrame
Avatar

Carlos Ríos

Vine al mundo en Granada en 1977. Soy licenciado en Geografía y trabajador en el sector de la enseñanza. Escribí "La identidad andaluza en el Flamenco" (Atrapasueños, 2009) y "La memoria desmontable, tres olvidados de la cultura andaluza" (El Bandolero, 2011) a dos manos. He hecho aportaciones a las obras colectivas "Desde Andalucía a América: 525 años de conquista y explotación de los pueblos" (Hojas Monfíes, 2017) y "Blas Infante: revolucionario andaluz" (Hojas Monfíes, 2019).

También te podría gustar...

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *