Estados Unidos investigó a Estados Unidos y no encontró crímenes de guerra en Afganistán

“Fue un error honesto.” Exactamente en estos términos Sami Said, teniente general de las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos e inspector general del Pentágono, donde se ubica el Departamento de Defensa de los Estados Unidos de América (EE. UU.), Describió el ataque en el que asesinaron las fuerzas armadas de ese país a diez civiles en Afganistán.

La rueda de prensa tuvo lugar anteayer, dos meses después del atentado. El ataque con aviones no tripulados estadounidenses en Kabul en agosto pasado mató a diez civiles, incluidos siete niños, pero la investigación del Pentágono exime a Estados Unidos de cualquier acción criminal.

Los militares creían, “genuinamente, que estaban atacando a las fuerzas islámicas radicales, lo que desencadenaría un ataque inminente”. En ese momento, dice, estaban tratando de proteger a las fuerzas que estaban entonces en el aeropuerto de Kabul, durante la huida desenfrenada tras la caída del gobierno títere afgano.

Como tal, los siete niños y tres adultos asesinados por Estados Unidos fueron simplemente la consecuencia de la negligencia de los operativos y la información recopilada, no constituye, en opinión del Pentágono, “conducta criminal”.

Ninguno de los soldados involucrados en la acción notó que un niño había ingresado a la casa, el objetivo del ataque, apenas dos minutos antes del bombardeo. Curiosamente, no dejaron de notar la entrega de una computadora, dentro de una maleta, realizada entre dos de los adultos, situación que de inmediato los llevó a asumir que se trataba de un artefacto explosivo.

El Toyota Corolla blanco, el objetivo del mismo ataque con drones, también había sido identificado como sospechoso por los servicios de inteligencia estadounidenses. Lamentablemente, el Toyota que perseguían era el auto equivocado: “Terminamos nunca siguiendo al auto correcto”, confirmó Said.

El Departamento de Defensa de Estados Unidos considera que este es un evento “trágico”, pero no encuentra ningún momento o persona a quien se pueda atribuir el error. Asimismo, no depende de usted, el Inspector General del Pentágono, decidir quién es o no culpable del “accidente”, por lo que todo debe dejarse a la disculpa, el “sentido”, de la administración militar estadounidense.

Fuente: Abril Abril.

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