Centenares de personas secundaron la XXXI Marcha anual contra la Base de Rota (fotos)

Centenares de personas han secundado en la mañana de este domingo la XXXI Marcha a Rota, convocada por la Plataforma Andaluza contra las Bases Militares y demás colectivos adheridos bajo el lema “Andalucía, tierra de paz”. Una manifestación anual en contra de las guerras y los gastos militares, y reivindicando, ante todo, la dessaparición de la base de Rota, además de la del resto de bases militares y las tropas extranjeras de Andalucía.

El año anterior se celebró en el Puerto de Santa María, y este año vuelve a Rota, pues la marcha alterna su inicio entra ambas poblaciones, entre las cuales se encuentra la Base, donde estas reivindicaciones nunca han contado con demasiado respaldo por parte de la población. La protesta partía a mediodía desde el estadio de fútbol Alcalde Navarro Flores, para llegar tras callejear por la Villa a la puerta de la Base Naval, donde se leyó el correspondiente manifiesto.

Una manifestación con la que se pide el desmantelamiento de la Base Naval de Rota y en la que, como ha venido ocurriendo en los últimos años, la participación ha ido disminuyendo. Vatios centenares de personas, alrededor de cuatrocientas según los propios convocantes,  provenientes de diferentes plataformas, colectivos, partidos y sindicatos han clamado este año en contra de las guerras y los gastos militares reivindicando, además, la desaparición de las bases militares y de tropas extranjeras de Andalucía.

Las avenidas Diputación, avenida de la Marina, San Fernando y finalmente, la explanada cercana a la entrada de la Base Naval, fue el recorrido de esta marcha en la que estuvieron como personas destacadas el coordinador provincial de IU, Fernando Macías, el Portavoz nacional del SAT, Oscar Reina y el histórico dirigente del sindicato Diego Cañamero. También destacó la ausencia de representantes de Podemos o de IU local. Y es que los roteños en su gran mayoría siguen estando en contra de esta manifestación entendiendo que la Base Naval de Rota sigue siendo para la localidad  una fuente directa de ingresos, de ahí la nula participación de la ciudadanía local.

En este sentido el histórico dirigentes de CC.OO. en el colectivo de trabajadores civiles de la base y presidente de su Comité de Empresa durante 14 años, José Sabido Galera, ha manifestado que “nunca en la vida” ha participado en la marcha, lo cual es comprensible, pero lo que ya no lo es tanto es que haya declarado igualmente: “Creo que la Base Naval hace una función muy útil a la ciudadanía, al pueblo español y al pueblo norteamericano y tenemos que agradecerle que se hayan asentado en Rota”.

El sindicalista ha añadido que “el pueblo de Rota nunca ha tenido rechazo a la Base. En principio, cuando se expropiaron en los años 50 en el anterior régimen sí hubo evidentemente, porque Rota era muy conocida por su campo, su hortaliza. ¿Ahora rechazo? Pues puede haberlo de aquella persona que no consigue un puesto de trabajo en la Base”.

Convertir  las bases de Rota y Morón en centros de solidaridad

Precisamente, preguntado por ello, Diego Cañamero manifestaba que es normal y que incluso puede entender que la gente de Rota no participe porque sigue viendo el recinto militar como un sostén económico “pero si le diéramos la vuelta, si estas bases  sirvieran en vez de para llevar el terror, para ser solidaria y socorrer al mundo, se generarían más puestos de trabajo. Hay que cambiar la orientación de la Base a una solidaria en vez de guerra y destructiva”, decía el activista.

Y es que básicamente, este fue el mensaje de la XXXII Marcha a Rota.  “Que Andalucía sea una tierra de paz” y para ello, insistía, “habría que trabajar en convertir  las bases de Rota y Morón en centros de solidaridad controlados por la ONU para ayudar en catástrofes naturales, en huracanes, a refugiados de guerra,… y se podría mantener el empleo y general alguno más. No queremos bases que sirvan para bombardear países”, concluía Cañamero, que se manifestaba en la misma línea que el coordinador provincial de IU.

Fernando Macías también hacía hincapié en la necesidad de hacer más fuerza en el mensaje de transformación de uso de las bases militares.  Este año, manifestaba, lo hacían en son de paz para reivindicar “la Andalucía de la paz” pidiendo que en el territorio andaluz no haya bases militares que apoyen guerras sino que presten ayuda humanitaria al resto del mundo. Según IU, este mensaje siempre ha estado presente en este partido aunque es verdad que en este año, se le ha dado mucho mayor protagonismo que al desmantelamiento total.

Los convocantes de esta XXXI Marcha a Rota consideran que los motivos para secundarla “han crecido exponencialmente” ya que “la guerra y la violencia, los multimillonarios gastos militares y la irresponsabilidad de algunos gobiernos a la hora de gestionar sus armas de destrucción masiva al permitir y financiar masacres como las que tienen lugar en tantos países, no son compatibles con los ideales por los que debemos luchar en sociedad democrática”.

Otro de los colectivos que respaldan esta movilización, la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (Apdha) ha recordado en un comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz que esta marcha es “una expresión de la voluntad de paz de la ciudadanía y una apuesta por la resolución pacífica de los conflictos”.

“Son más de treinta años en los que, las personas que componemos la Apdha, junto a otras organizaciones, hemos caminado por la paz en nuestra tierra, solidarizándonos con las personas y los pueblos que sufren la guerra, la destrucción y la muerte, y rechazando que nuestro país participe en organizaciones militares como la OTAN. Más de treinta años de invasiones y conflictos en los que se ha usado nuestro suelo como punto de partida de las armas que causaban la destrucción de tierras, ciudades y vidas, y el éxodo terrible de miles de personas a las que luego nuestros propios gobiernos les niegan el asilo”, se lamenta.

Treinta y un años gritando “¡OTAN no, bases fuera!”

Desde 1984 se lleva a cabo anualmente esta manifestación, un proyecto-reivindicación de los movimientos pacifistas, sindical, feminista, político de la izquierda de Andalucía que tuvo su eclosión en 1986 coincidiendo con el referéndum sobre la permanencia de España en la OTAN. Otros momentos claves fueron 1991, durante la primera Guerra del Golfo (con el envío de unidades españolas a la zona y el momento álgido de la campaña de insumisión); 1997, cuando el primer gobierno Aznar decide que el Estado español ingrese en la Estructura Militar Integrada de la Alianza Atlántica, violando así el resultado del referéndum de 1986; y 2003, con el inicio de la invasión militar de Irak por parte de EEUU y Reino Unido.

El convenio de Defensa y ayuda Económica Mutua fue firmado por los gobiernos de España y los EEUU el 26 de septiembre de 1953 con una vigencia inicial de 10 años, que sería sucesivamente prorrogado hasta ahora, que se prolonga anualmente. Uno de los puntos de este primer acuerdo es el establecimiento en el territorio español de un sistema de bases permanentes de uso conjunto pero bajo mando español. Sin embargo, en el mismo texto se reconoce la existencia de zonas de uso exclusivo de EEUU que, en la práctica, se han convertido en zonas secretas cuya utilización es desconocida para los mandos españoles de las bases.

Hace unos años se ha modificado para permitir el despliegue de cuatro destructores de la Marina estadounidense, integrando esta instalación compartida por ambos países en el cuestionado escudo antimisiles de la OTAN, que se ‘vende’ como un presunto bien económico y social para la Bahía de Cádiz, mientras se esconde que convierte un poco más a la zona en objetivo militar.

La base roteña comienza a construirse en abril de 1955, sobre 2.400 hectáreas en una zona de costa entre los términos municipales de Rota y El Puerto, frente a la Bahía, a 90 kilómetros del estrecho de Gibraltar. Está rodeada valla metálica y una carretera de circunvalación de 26 kilómetros de perímetro.

Con esta marcha, los manifestantes no solo quieren que la población tome conciencia de, a su juicio,  “la irresponsabilidad de los gobiernos, que fomentan el gasto militar y dejan en segundo plano otro tipo de inversiones como educación o sanidad, mucho más constructivas y útiles”, sino también, y sobre todo, la creencia que es necesario poner en marcha políticas internacionales no basadas en la fuerza militar, en la extorsión, en el robo de los recursos de los países del sur o en la criminalización de las resistencias pacíficas, activas, desobedientes y no violentas que actualmente tienen lugar en muchas zonas del planeta.

(Fuentes: Diario Bahía de Cádiz / Rota Al Día / Diario de Cádiz / Andalucía Información)

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Francisco Campos

Francisco Campos

Nació en Sevilla en 21 de julio de 1958. Trabaja como administrativo. Es autor del libro "La Constitución andaluza de Antequera: su importancia y actualidad" (Hojas Monfíes, 2017).

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