Catalunya: Gigantesca manifestación por la autodeterminación y la libertad de los presos políticos. 500.000 ocupan 2km de Gran Vía (vídeo)

Después de haber visto sus dirigentes sentados a la rònega sala de vistas del Tribunal Supremo español, asediados por una fiscalía decadente y arnada, el independentismo ha vuelto a salir a la calle hoy a Barcelona. Ha salido de manera masiva y pacífica, como siempre, pero con un punto más de indignación.

El frío de febrero ha dado a la manifestación un aire de gravedad y a la vez de solemnidad. La revolución de las sonrisas se ha congelado. Ahora viene el momento de la verdad y la gente no ha fallado, disciplinadamente, cívicamente, una vez más. Es reiterativo de explicarlo, pero hay que insistir, porque no todo el mundo quien se manifiesta en Cataluña lo hace pacíficamente.

El lema era una obviedad: ‘La autodeterminación no es delito‘. Pero conviene de recordarlo porqué la justicia española no lo sabe. Ahora a las manifestaciones hay las fotos de los presos, sus familiares, sus amigos, que enduren directamente la represión del estado español. Una cifra que crece. Ya no están lo Carles, Oriol, Jordi, el otro Jordi, la Dolores, Carme, Meritxell, Toni, Raül, ni lo Josep. Tampoco la Anna ni Tamara, ni la Marta ni la Adri, y muchos más. Pero hay sus padres, sus hermanas, sus hijos, y sus amigos para denunciarlo. Algunos a la cabecera de la manifestación, muy visibles.

El independentismo ha salido a la calle a acusar. Hace muchos meses que llora, como ha recordado Elisenda Paluzie, pero hoy se ha enjugado las lágrimas y ha denunciado la carencia de democracia en España, ha expresado la indignación por un juicio injusto y también por la censura vergonzante del Parlamento Europeo.

La manifestación de la Gran Vía ha sido un ejercicio de autoestima, de hacer piña en un momento difícil, pero también de señalar culpables. A Pedro Sánchez le han silbado los oídos cuando Marcel Mauri le ha recordado, en castellano porque no lo tengan que subtitular al ‘Telediario’, que apoyar a la autodeterminación es apoyar a la democracia en España. A ver si así lo entiende. Y le ha pedido que durante las semanas que le resten de presidente, inste la abogacía del estado español a retirar las acusaciones contra los dirigentes independentistas. Si los 45.000 manifestantes del pasado domingo en la plaza Colón consiguieron de forzar unas elecciones, los 500.000 asistentes de hoy, según los organizadores, tendrían que conseguir, cuando menos, la rectificación de la abogacía del estado. Pero no pasará, porque, como ha explicado Mauri, el presidente del gobierno español es ‘un irresponsable que solo cede ante la extrema derecha’.

La gente, además de pedir la libertad de los presos, ha pedido unidad a los políticos. Cada vez que subía uno al escenario del final de la manifestación, a la plaza de la Universidad, los gritos de unidad ahogaban el comienzo de la intervención, pero jefe de quienes han intervenido no ha hecho referencia. Todos han prometido que convertirán Cataluña en una muralla humana contra el fascismo, y han entonado el famoso ‘No pasarán’, pero lo harán separadamente. Las trincheras, si no son compartidas, son más fáciles de asaltar. El gesto unitario más emotivo lo ha protagonizado Joan Josep Nuet en un recuerdo emocionado a Carme Forcadell.

La manifestación no forzará la unidad pero sí que ha dado imagen de transversalidad. La única autoridad del país que ha faltado ha sido la alcaldesa de Barcelona, Ada Coláis, que estaba entretenida contando manifestantes. Por suerte, Jaume Asens y Gerardo Pisarello, que sí que han asistido, le podrán explicar que había mucha más gente que los 200.000 que ha dado la guardia urbana, una cifra que ha indignado los organizadores. De todas maneras, las cifras buenas las darán las urnas bien pronto. El presidente Quim Torra, el presidente del Parlament, Roger Torrent, y decenas de alcaldes de todo Cataluña han compartido pancarta con la mayoría de fuerzas del Parlamento de Cataluña, excepto las que apoyaron al 155.

La manifestación ha acabado haciendo un llamamiento a la huelga del próximo jueves, un nuevo pulso del independentismo, difícil de conseguir después de haber abandonado, UGT y CCOO, el barco de forma vergonzante. No es ninguna sorpresa. Son los sindicatos del régimen del 78. Y cuando han visto que peligraba –porque esto de la independencia va de debò– los han hecho cuadrar. La USTEC y la Intersindical-CSC han subido al escenario para pedir a la gente que se movilice a pesar de las trabas. Hacer una huelga sin tener un sindicalismo nacional mayoritario no es fácil, pero en Cataluña el independentismo tiene la gente y, como se ha visto hoy, la gente no falla nunca.

(Fuente: Vilaweb / Pere Martí)

Una ‘muralla humana’ de 2km por la unidad y contra el juicio al 1-O

Hacía muchos meses que el independentismo no organizaba una tan grande. Este sábado, coincidiendo con el día que hacía dieciséis meses exactos del encarcelamiento de los Jordis, lo han vuelto a hacer. Como siempre pasa, hay baile de cifras. La organización habla de medio millón de personas. La Guàrdia Urbana lo rebaja en 200.000. Sea como sea, una imagen vale más que todo eso para hacerse una idea, la de los dos kilómetros de la Gran Vía que van desde la Plaza de España hasta la Plaza Universitat llenos como un huevo.

Ha sido la primera gran respuesta de la calle al Tribunal Supremo. La represión ha hecho estragos, es cierto. Sin ir más lejos, hoy no se clamaba por la independencia, sino porque el derecho a la autodeterminación no es un delito. Ahora bien, como todo depende siempre del lado por donde se mire, hay una lectura en positivo para el soberanismo. Y es que no hay nada que una más que tener un enemigo común. Hoy, partidos, entidades, organizaciones sindicales, sociales y culturales y los centenares de miles de manifestantes tenían claro que el rival se llama estado español.

La marcha ha empezado a andar a las cinco de la tarde, con la plana mayor del Gobierno, del Parlamento y de la sociedad civil al frente. Los presidentes Torra y Torrent, los consellers, diputados de hasta cuatro grupos parlamentarios -JxCat, ERC, la CUP y también los comunes-, familiares de presos y exiliados y un largo etcétera que se perdía en el horizonte. Una hora más tarde, a las seis, la cabecera ha llegado al escenario, ubicado en la Plaza Universitat. Y han empezado los parlamentos. Una quincena.

Han abierto a los líderes de Òmnium y la ANC. Marcel Mauri ha agradecido a los asistentes haber convertido la Gran Vía en una muralla. “Somos un muro”, ha gritado. Y utilizando el castellano se ha dirigido a “todos los demócratas españoles, apelamos a ellos, porque hoy dar apoyo a la autodeterminación es apoyar la democracia en España”. La presidenta de la Asamblea ha sido la única en lanzar un reproche escueto pero contundente a los partidos independentistas. Lo ha hecho sólo empezar, afirmando que “si hubiéramos hecho la independencia, este juicio no existiría”. A pesar de eso, ha reconocido que gracias a los presos y exiliados “ahora nos es mucho más fácil explicarnos en el mundo”. Un mundo, por cierto, muy pendiente hoy de la concentración. Según fuentes de la organización la expectación era la misma que un 11 de septiembre.

Entre los oradores, un representante de las entidades madrileñas que secundan la manifestación que entidades y partidos están preparando para el sábado 16 de marzo en Madrid. Ha sido uno de los más vehementes y ha rematado su intervención con uno “os esperamos en Madrid, ¡no pasarán!”.

Por parte de los partidos han tomado la palabra la consellera Elsa Artadi (JxCat), Gabriel Rufian (ERC), Natàlia Sànchez (CUP) y Joan Josep Nuet (comunes). En el caso de Nuet, la organización ha matizado que hablaba como represaliado. El exmiembro de la mesa acusado de desobediencia, ha querido recordar la figura de Carme Forcadell.

Rufian y Artadi han coincidido con el grito de “no pasarán”. La consellera se ha dirigido al presidente del Parlamento Europeo, que ha prohibido la conferencia de los presidentes Puigdemont y Torra, este lunes. “Presidente Tajani, sois una vergüenza”. El líder de ERC en el Congreso se ha dirigido a VOX, PP y Cs, avisando “a los tres jinetes de la apocalipsis” que “Catalunya será su tumba”.

Entre discurso y discurso y también durante la marcha, las consignas más repetidas entre el público han sido “unidad”, “libertad”, “ni un paso atrás” y también “huelga general”. De hecho, ha sido el mensaje de la líder de la CUP, afianzado después por una representante del sindicato convocante de la huelga, la Intersindical CSC.

Hoy, primer capítulo de esta ola de movilizaciones contra el juicio al procés. Misión cumplida con nota. El jueves, con la huelga general, continuará.

Los partidos independentistas y la llamada a la unidad de los manifestantes

Dicen que la confianza es el pilar fundamental de cualquier pareja. Mantenerla contra viento y marea no siempre es fácil. La alianza de JxCat y ERC vivirá los próximos tres meses y medio un test de estrés de magnitud incalculable, con dos campañas electorales seguidas. La represión, el juicio contra los líderes independentistas, empuja hacia la unidad y la manifestación de la Gran Vía ha sido una buena muestra. Sin embargo, las elecciones amenazan con hacerla tambalear. La primavera sí que va a ser caliente.

Uno de los gritos más repetidos en la movilización de este sábado ha sido ‘unidad’. Y cada uno de los representantes políticos han interiorizado e interpretado el mensaje a su manera.

Como ya ha pasado las últimas veces, con esta nueva convocatoria electoral, las generales del 28 de abril, JxCat -como hizo en su día Convergència- vuelve a reivindicar la necesidad de reunir fuerzas, de anular la competencia entre los partidos independentistas y que el soberanismo converja en una misma candidatura transversal, recuperando el espíritu de Junts pel Sí.

Directo a barraca, el portavoz de JxCat, Albert Batet ha sentenciado, en declaraciones a los medios desde la manifestación, que “si Ciutadans es ahora mismo la fuerza más votada en el Parlamento de Catalunya es porque el 21-D los independentistas no supimos se la muralla democrática que la ciudadanía nos pide, aprendamos esta lección”.

Desde las filas de ERC, en cambio, circunscriben esta unidad de acción a alianzas postelectorales. Los de Junqueras son probablemente a quienes más han interpelado los manifestantes. El vicepresidente de le Generalitat, Pere Aragonès, ha hablado de “de llenar las urnas a favor de la independencia” como respuesta al anuncio de adelanto electoral de Pedro Sánchez y ante la amenaza de la extrema derecha. Y después, ha añadido,”habrá que construir mayorías amplias para vencer el estado”.

Por su parte, la CUP tiene claro cómo interpretar y reproducir el clamor ciudadano por la unidad. En las calles y en forma de desobediencia civil. “Porque nos sobran los motivos, nos recortan los derechos civiles y políticos”. Hoy, primer capítulo. Los anticapitalistas, sin embargo, están concentrando los esfuerzos en la huelga general del jueves.

(Fuente: El Nacional.cat / Autora: Marina Fernández)

Vídeo:

Francisco Campos

Francisco Campos

Nació en Sevilla en 21 de julio de 1958. Trabaja como administrativo. Es autor del libro "La Constitución andaluza de Antequera: su importancia y actualidad" (Hojas Monfíes, 2017).

También te podría gustar...

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *