Carlos Ríos (NA): “La liberación de Andalucía sólo puede realizarse desde el enfrentamiento (…) entre el Estado Español y Andalucía”
Entrevista a Carlos Ríos, Coordinador Nacional de la organización de la izquierda independentista andaluza “Nación Andaluza” en la publicación digital “La Comuna”.
¿De dónde nace el movimiento independentista andaluz?
El movimiento independentista andaluz nace de un proceso histórico concreto: la conquista y colonización de Andalucía. Fruto de este proceso histórico el territorio andaluz actual (llamado Al Ándalus) pasó de estar integrado por una formación social políticamente independiente (el proto-estado andalusí) con una economía relativamente autocentrada no exenta de desigualdades y conflictividad social (es decir de lucha de clases) a formar parte de un conjunto imperial en el que la tierra y el pueblo trabajador andaluz se pusieron absolutamente al servicio de las necesidades de la nobleza castellana y de los burgueses venidos de toda Europa. Este proceso constituye la absorción de la Andalucía conquistada en el capitalismo como sistema económico mundial. Y con él la división internacional del trabajo en la que la economía andaluza tiene un carácter subsidiario y colonial. De nuestra dependencia y opresión como pueblo trabajador nace el movimiento independentista andaluz.
El carácter popular del plan independentista lo subrayan sus súbditos que reunidos en cabildo en Sanlúcar en septiembre de 1643 en el que “expresan su esperanza de que pronto salga don Gaspar” (o sea el duque) de su encarcelamiento. Este intento separatista andaluz de 1641 supone un episodio más de lucha por la soberanía que intenta capitalizar una nobleza que no vive de las rentas feudales (o sea de los impuestos al campesinado) sino del comercio del atún de sus almadrabas en la costa atlántica andaluza y de los intercambios comerciales más o menos lícitos con la flota de Indias.
Ya en el siglo XIX encontramos acontecimientos en los que los andaluces demandan la soberanía política usurpada aunque no haya un programa independentista expreso. Me refiero al caso de la Junta Central Soberana Suprema de Andújar de 1835 y a la Revolución Cantonal de 1873. Aunque las juntas no habían sido un fenómeno específico andaluz esta Junta Andaluza de 1835 presenta ya unas características específicas: en el contexto de la primera guerra carlista se vertebra una iniciativa que hace sonar Andalucía como una sola voz soberana ante carlistas e isabelinos españolistas.
Desde la conclusión de la conquista castellana en 1492 hay en las clases populares andaluzas unas ansías de libertad expresas. La incomodidad a partir de 1492 ante la nueva ordenación política, social y económica de Andalucía que se convierte en una colonia interior de Castilla se traduce en la convicción de las clases populares andaluzas de que el regreso a la independencia política de Andalucía era la única forma de liberarse del yugo de la monarquía castellana y del centralismo. Es decir la necesidad de constituirse en un marco autónomo de acumulación de capital. Sin contar el proceso de conquista desde el alzamiento en la Alpujarra en enero del año 1500 hasta la última gran rebelión, el alzamiento de l@s andaluces/zas a lo largo de todas las Cordilleras Béticas en 1568, hay constantes alzamientos de las masas campesinas y de los artesanos (Sierra de los Filabres 1500-1501, Serranía de Ronda 1501…) dirigidos por las anteriores clases dominantes andalusíes. Es por ello que coronaron en las afueras de Cádiar a Hernando de Córdoba y Valor (“Aben Humeya”) ni más ni menos que con la denominación de rey de Andalucía. Tras la guerra de 1568 todavía quedaron restos de la resistencia andaluza armada que dan lugar a nuevos intentos independentistas como el de Sevilla-Écija-Córdoba de 1580 que costó la vida a Fernando Muley. Otro hito independentista andaluz es el alzamiento de 1641 (aunque fue abortado a tiempo por la corona castellana) organizado por el Duque de Medina Sidonia y en la que están implicados el Marques de Ayamonte, Tahir Al Horr y otros nobles que representan sectores de la burguesía desfavorecidos por la política impositiva castellana. A pesar de que la historiogografía oficial se empeña en tildar este plan independentista andaluz como “la ocurrencia de un noble sin apoyo social alguno” el duque de Medina Sidonia tenía tropas a la espera de sus órdenes en una ciudad tan estratégica como Andújar pretendiendo capitalizar el descontento andaluz contra “el mal gobierno” de los Austrias de nuevo materializándolo con la misma solución que habían formulado otras rebeliones andaluzas: recuperar la soberanía política de Andalucía como requisito imprescindible para la acumulación originaria del capitalismo andaluz.
La Junta Suprema de Andújar rellenó un vacío de poder en Andalucía proclamando su soberanía ante el Estado español. Su sostén social son las clases populares andaluzas aunque la dirección del movimiento la asume la burguesía urbana que se encontraba en pleno auge. La Junta de Andújar tiene un carácter nacional andaluz: desde las Juntas provinciales de Granada, Córdoba o Sevilla se insta a la unión de toda Andalucía bajo un mismo propósito. Tiene un carácter de autoridad soberana estableciendo distintas disposiciones sobre impuestos, orden público, economía… La prioridad de la Junta Soberana andaluza es hacer cumplir los compromisos internos de la Federación Andaluza. Un ejercicio de independencia como institución soberana andaluza frente a la descomposición del Estado español que se debatía entre el absolutismo carlista y una monarquía dubitativa ante el liberalismo. Y además se negará a los intentos de absorción de Madrid erigiéndose en Junta Central Suprema compuesta por los representantes de la Federación de Andalucía y preparándose para “organizar el ejército andaluz”. El ejército andaluz (que contaba con entre 8000 y 12000 andaluces) acantonado en La Mancha negocia con Madrid “de potencia a potencia” (como afirmaría Blas Infante) cuando este le ha retirado su apoyo.
Un hito referencial para el nacionalismo andaluz del siglo XX fue la Revolución Cantonal de 1873 y 1874. El antecedente inmediato de la Revolución Cantonal se sitúa en la Insurrección de las Barricadas iniciada el 4 de Diciembre de 1868 en Cádiz y dirigida por Fermín Salvochea. La consigna de un poder constituido desde abajo como harían los obreros de la Comuna de París en 1871 recorre algunos puntos de Valencia y la actual Murcia pero se centra sobre todo Andalucía puesto que la mayoría de los cantones fueron andaluces. Tras la proclamación del Cantón se procede de inmediato a la destitución de las autoridades fieles al Gobierno central.Y así lo declara el Manifiesto de los Federales Andaluces proclamado en Despeñaperros, el 21 de julio de 1873. Y así lo declara El Manifiesto de los Federales entre condenas a la I República española afirma la necesidad de la confederación y por lo tanto de la devolución de la soberanía usurpada al pueblo andaluz. Los federales se levantan para “la inmediata formación de los Estados confederados y el planteamiento por éstos de las reformas administrativas y económicas que crean convenientes”. Y es así que afirman: “En Despeñaperros, histórico e inexpugnable baluarte de la libertad, se enarboló ayer, por las fuerzas federales que mandan los que suscriben, la bandera de la independencia del Estado Andaluz. Terminemos, pues, nuestra obra. Completemos la regeneración social y política de esta tierra clásica de la libertad y de la independencia”.
El ejército español fue el encargado de combatir el movimiento cantonal, entendido como una guerra no sólo contra una sector de la sociedad que trataba de cambiar el régimen político existente sino también contra el pueblo andaluz en su conjunto que ya había dado suficientes pruebas en este siglo de desobediencia al Estado. Una vez más el españolismo ha intentado ocultar el carácter nacional andaluz del problema cantonal. En algún caso, las fuerzas populares deben combatir con las guarniciones locales para tomar el poder y establecer las nuevas juntas revolucionarias. La Revolución Cantonal en Andalucía propugnará la confederación como la forma mejor de gobierno para Andalucía. Es decir la recuperación de la soberanía política andaluza plena que sólo y posteriormente delegaría una parte de su ejercicio en una hipotética confederación de Estados.
Consecuencia de la revolución cantonal es la redacción en 1883 de la Constitución Andaluza firmada en Antequera. Un texto constitucional que proclama la independencia de Andalucía. En ella se propone el Estado Libre de Andalucía en su artículo primero: “Andalucía es soberana y Autónoma; se organiza en una democracia republicana representatia, y no recibe su poder de ninguna autoridad exterior al delas autonomías cantonales que le instiuyen por este Pacto.”
A principios de siglo XX el independentismo andaluz se formula de nuevo de manera expresa con el nacimiento del propio andalucismo político. En concreto con la figura de Blas Infante que siempre situó como antecendente político de su pensamiento la Constitución Andaluza de 1883. Blas Infante fue la cabeza visible de un andalucismo revolucionario e independentista en contraposición con el andalucismo conservador y conciliador con el Estado español que abanderaba un sector regionalista con José Gastalver a la cabeza.
La recuperación de la soberanía política andaluza fue una de las claves del pensamiento de Blas Infante y las distintas organizaciones que dirigió (desde los Centros Andaluces hasta la Junta Liberalista). El Manifiesto firmado en la Asamblea de Córdoba de marzo de 1919 (convocada por los Centros Andaluces) dice:“…Declarémonos separatistas de este Estado que, con relación a individuos y pueblos, conculca sin freno los fueros de la justicia y del interés y, sobre todo, los sagrados fueros de la Libertad; de este Estado que nos descalifica ante nuestra propia conciencia y ante la conciencia de los Pueblos extranjeros (…). Ya no vale resguardar sus miserables intereses con el escudo de la solidaridad o la unidad, que dicen nacional…”.Un mes antes aparecía en la revista El Regionalista ediatada por el Centro Andaluz de Sevilla un texto cuya autoría se atribuye a Blas Infante y que decía:“Los poderes de Madrid no harán nada por nosotros. Andalucía habrá de resolver, por sí, sus tremendos problemas. Por esto, si en nuestra mano estuviera la fuerza, estaría también la libertad, a la orden de Andalucía. Andaluces, sabedlo: El Estado español desprecia a nuestro país…”
“Andaluces: Si el Estado Centralista Español fue y es, como dicen sus sostenedores, la España viva, execrad esa sierpe de España. Renegad de ella. ¿Por qué llamáis patria a esa España? ¿Qué paternales desvelos tenéis a España que agradecer?”
Los Centros Andaluces fueron prohibidos por la dictadura de Primo de Rivera en 1923. En 1931 se funda la Junta Liberalista cuyo carácter define el propio Blas Infante en una entrevista que le hace el diario El Sol en el mismo año:“…La Dictadura (de Primo de Rivera) pese al sigiloso proceder que observábamos, proceder que sólo descifró en España el Sr. Cambó al decirme en una charla de tren que “liberalista” quería decir “separatista”, nos destrozó a nuestras sociedades, deportó a los adheridos de Córdoba y clausuró nuestras escuelas (los Centros Andaluces)…”Y que también va a expresar en su libro “La verdad sobre el complot de Tablada y el estado libre de Andalucía” de 1931:“…nosotros no tenemos, por ahora, otras denominaciones que las de “República Andaluza o Estado libre o autónomo de Andalucía” para llegar a expresar aquella “Andalucía soberana, constituída en democracia republicana” que dice el artículo primero de la Constitución elaborada para Andalucía, por la asamblea de Antequera, hace medio siglo, en 1883… ”
¿Cuáles fueron las primeras organizaciones independentistas de Andalucía?
Las primeras organizaciones políticas independentistas contemporáneas fue la Junta Liberalista de Andalucía, fundada en 1931 tras la ilegalización por la dictadura de Primo de Rivera de los Centros Andaluces en 1923. Si bien la Junta Liberalista va a hacer de manera táctica un repliegue de 1933 a 1936 para impulsar el proceso político que proporcionara a Andalucía cierto grado de descentralización política (el proceso autonómico).
Las dificultados que las fuerzas estatalistas y el régimen republicano pusieron a dicho proceso así como la Guerra Civil posterior abortarían la idea. El franquismo perseguiría y asesinaría al andalucismo revolucionario e independentista.
¿En qué época de la historia Andalucía fue un país independiente y cuando dejo de serlo?
Andalucía es una formación social fruto de un proceso histórico. En ese proceso histórico se han dado formaciones políticas independientes con una economía autocentrada como Tartessos o Al Ándalus. Estos proto-Estados andaluces pasados (a pesar de sus enormes diferencias y su lejanía temporal) tienen en común desarrollarse fundamentalmente en territorio andaluz y tener en este su centro político y económico. Además de su elevado desarrollo material en comparación con las sociedades vecinas coetáneas de la Península Ibérica y el Mediterráneo occidental.
La conquista de Al Ándalus determina la ausencia de un Estado independiente al sur de Sierra Morena. Pero como decía más arriba desde entonces el deseo de esa independencia no ha sido ajeno al pueblo trabajador andaluz.
¿Qué es la autodeterminación?
La autodeterminación es el derecho de una comunidad política a definir su estatus como tal. La autodeterminación no es sólo poder expresar una opinión sobre este extremo de manera colectiva sino poder llevar a cabo dicha decisión de manera libre y no coaccionada.
Andalucía no puede ejercer este derecho en la situación actual puesto que la Constitución española de 1978 no lo permite. Una reforma constitucional de esta tampoco sería solución puesto que las condiciones en las que esta reforma (a través de lo que llama procedimiento agravado) requieren de un consenso amplísimo de todas las fuerzas estatales (mayoría absoluta en ambas cámaras, disolución de las mismas, proceso electoral y voto favorable de más de dos tercios de ambas cámaras tras lo cual pasaría a realizarse un referéndum de ámbito estatal) que desactivaría cualquier propuesta en este sentido.
En el Estado español la libre separación de Andalucía sólo se podría producir por la vía insurreccional o bien por una amplia y profunda movilización popular andaluza. O bien por una combinación de ambas cosas. En Nación Andaluza luchamos para preparar este proceso de la manera más completa posible y en el menor periodo de tiempo.
¿Qué es la estrella tartésica y que representa?
La estrella tartésica (una estrella de 8 puntas fruto de la superposición de dos cuadrados) es un elemento común a distintas civilizaciones del Mediterráneo.
Aparece en Andalucía de manera primitiva en Tartessos y desde entonces será utilizada siendo popularizada especialmente en Al Ándalus por Abderraman I, primer emir independiente andalusí. Mozárabes, mudéjares y moriscos la extendieron como elemento decorativo por la Península Ibérica y los países de influencia musulmana.
¿Existen organizaciones independentistas andaluzas anticapitalistas? libertarias , comunistas…
Efectivamente en el momento actual existen organizaciones andaluzas independentistas y anticapitalistas. Desde su fundación en 1990 Nación Andaluza se declara independentista y socialista. También existen otra organización comunista más reciente como es Andalucía Comunista.
En cuanto a colectivos juveniles tenemos a Jaleo, con una inspiración de tipo marxista y Nazarí de inspiración libertaria.
¿Cuándo se empezó a debatir el tema de la cuestión andaluza como nación? Tengo entendido que hasta el PCE andaluz dice que es un país conquistado.
La opresión nacional andaluza ha sido una cuestión largamente debatida y la asunción de Andalucía como nación es algo que asumen hasta ciertos partidos estatalistas. No fue casualidad que en el preámbulo del estatuto de la dependencia (mal llamado estatuto de autonomía de Andalucía) aprobado en 2007 se hiciera referencia al Manifiesto de la Nacionalidad firmado en Córdoba en 1919.
La realidad cada vez mas aceptada es que Andalucía es una nación sin Estado. Aunque la izquierda estatalista utilice este reconocimiento como compensación simbólica a la negación cotidiana del derecho a la libre separación del país andaluz del Estado español.
¿Ha habido héroes y heroínas en lo que respecta en la lucha por la autodeterminación de Andalucía?
Han existido personas que han dado su vida por la liberación de Andalucía. Algunos de ellos han transcendido públicamente, especialmente los más recientes. Por ejemplo Manuel José García Caparrós que el 4 de diciembre de 1977 fue alcanzado por una bala de la policía española en la manifestación por la autonomía en Málaga.
O Blas Infante Pérez del que he hablado más arriba asesinado por las tropas franquistas en agosto de 1936 como fue asesinado Antonio Ariza Camacho en julio del mismo año.
¿Existe algún sindicato independentista andaluz?
Existen sindicatos que declaran la soberanía de Andalucía como uno de sus objetivos como son el Sindicato Unitario y el Sindicato Andaluz de Trabajadores/as (SAT). También hay otros sindicatos de ámbito nacional andaluz como la USTEA. En todos ellos realizan trabajo sindical militantes de Nación Andaluza.
Actualmente desde Nación Andaluza venimos trabajando de forma más estrecha con el Sindicato Unitario a través de la colaboración en los Centros Andaluces del Pueblo, que pretenden ser locales continuadores de la labor de los Centros Andaluces del andalucismo revolucionario de principios de siglo XX, y con iniciativas como las Jornadas por la Constitución Andaluza(ya llevamos dos ediciones celebradas), que vienen a ser unas jornadas de promoción y debate a propósito de un futuro proceso constituyente andaluz y que están aglutinando no sólo a independentistas sino también a sectores nacionalistas andaluces progresistas.
¿Tiene la organización Podemos alguna opinión con respecto al tema?
Podemos es una organización estatalista cuya actitud con respecto a la opresión nacional y social de Andalucía es muy similar al del PSOE: utilizar lo andaluz como una forma de impulsar sus políticas de ámbito estatal y de conectar con las clases populares andaluzas para pedirles el voto mientras practican de facto un nacionalismo español.
No tenemos ninguna confianza en Podemos como no la teníamos en Izquierda Unida (que ahora se ha integrado de hecho en Podemos) y como no la tenemos en ninguna fuerza de carácter estatal. La liberación de Andalucía ha de ser obra de la clase trabajadora andaluza y nada podemos esparar del Estado español en cualquiera de sus formas presentes o futuras. En estos momentos consideramos imprescindible deslindarse de los planteamiento conciliadores con el Estado ocupante (unitario, capitalista y monárquico) y de las prácticas de una élite intelectual profundamente reaccionaria que anida en Podemos. La confluencia de la socialdemocracia reformista y estatalista española en Podemos está suponiendo una acumulación de las propuestas políticas más reformistas en lo social y en lo nacional de aquellos partidos que las componen.
La militancia de Nación Andaluza nada esperamos de un Congreso de los diputados o de un Senado español que gestionan la dominación de los Pueblos Trabajadores sino es su disolución definitiva que devuelva la soberanía usurpada a Andalucía y al resto de pueblos. Una disolución que no la podrán dictar aquellos que optan, precisamente, a ocupar un sillón en estas cámaras del imperialismo hispánico.
Pensamos que este no es el momento de coaligar un espectro amplio de fuerzas. Menos aún trasladando el proceso Allende nuestras fronteras, al conjunto del Estado confluyendo en un partido estatalista. Todo lo contrario: ahora es el momento de realizar un trabajo de clarificación ideológica tan laborioso como necesario que será fructífero para la izquierda independentista y el soberanismo andaluz a medio plazo.
La liberación de Andalucía sólo puede realizarse desde un enfrentamiento ideológico y programático nítido entre el opresor y nuestro pueblo; entre el Estado español y Andalucía. Sólo así conseguiremos que el Pueblo Trabajador Andaluz visualice de forma clara quienes están a su lado y quienes están frente a él. Sólo de esta manera podremos conseguir elevar la conciencia de las clases populares andaluzas, clave a partir de la cual impulsar la liberación de Andalucía.
(Fuente: La Comuna / Autor: Óscar Díaz)
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