Cañamero acusado de facilitar casas y una finca a familiares siendo alcalde

Se ha presentado en el Congreso como el “primer jornalero” con escaño. Convencido de que la historia ha guiado sus pasos hacia la Carrera de San Jerónimo para ser la referencia moral de las “personas normales” frente a la “casta privilegiada”, Diego Cañamero Valle (Campillos, Málaga, 1956) ha debutado como diputado de Unidos Podemos por Jaén con la promesa de «cambiar al dueño del cortijo».

Sin embargo, su trayectoria en El Coronil, un pueblo de apenas 5.000 habitantes a 58 kilómetros de Sevilla, se compadece mal con esta pose de Robin Hood que ocupa las fincas de terratenientes para entregárselas a los pobres. Durante los diez años que permaneció en la Alcaldía (1987/1991 y 1995/2001) y dos más como primer teniente de alcalde (2001/2003), utilizó su posición de privilegio para “beneficiar” a sus familiares, según una auditoría interna que realizó el gobierno del PSOE cuando relevó a Izquierda Unida tras 16 años de hegemonía.

Cañamero ejerció el poder como un mayoral en su “cortijo”, a juicio de sus detractores, entre los que se encuentran no solo los socialistas, sino también antiguos dirigentes del Sindicato Obrero de Trabajadores (SOC), el germen del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT), que abandonaron en 2003 la organización hastiados por el afán de protagonismo de sus líderes Cañamero y Juan Manuel Sánchez Gordillo (alcalde de Marinaleda), su excesiva vinculación a IU y la deriva hacia un “sindicalismo de espectáculo”, pródigo en asaltos sorpresivos y golpes de efecto que garantizaban fotos y titulares de prensa, pero contribuían poco a inculcar una conciencia social.

Con Cañamero en el gobierno local, tres hermanos suyos accedieron a casas de promoción pública de manera irregular gracias a recalificaciones de suelos impulsadas por él. Otra de sus hermanas amplió su vivienda a costa del Consistorio, según la citada auditoría que fue expuesta durante cinco meses en el tablón de edictos del pueblo sin que los aludidos presentaran alegación alguna. Cañamero califica de “falsas acusaciones” los detalles contenidos en ella y, pese a haberse declarado insumiso judicial, reta a quien lo desee a irse al juzgado.

Diego Cañamero justifica que sus hermanos accedieran a viviendas públicas por mediación del Ayuntamiento de El Coronil cuando el actual diputado de Unidos Podemos estaba en el gobierno local como alcalde y luego primer teniente de alcalde. “Tenía tres hijos, era un jornalero en paro y aparece el primero de los solicitantes en la lista, ¿cómo voy yo a quitar ese derecho a estas criaturas?”.  El ahora diputado justifica así la entrega de una casa promovida por el Consistorio en 2003 en un solar municipal a su hermano Francisco Cañamero.

Tanto Francisco como su hermana Mercedes Cañamero, que se hizo en su casa un cuarto de baño, un patio y una azotea con cargo al Ayuntamiento ese mismo año, según la auditoría,  trabajan en el Sindicato Andaluz de Trabajadores, al mando de su hermano hasta octubre. “Nunca intervine en el reparto de las viviendas”, afirma. “Promovimos 500 casas. Si pueden demostrar que yo los favorecí en algo concreto, estoy dispuesto a dimitir de todo”, responde.

En este informe, realizado con facturas y documentos municipales a finales de 2008, se describe cómo la caja del Ayuntamiento era administrada como un banco público. Aportó mano de obra y financió algunos de los materiales que se emplearon en construir unas viviendas y aulas para instruir a jóvenes en la “lucha jornalera” en la finca de La Laguna, en el Parque Nacional de la Sierra de Grazalema.

Entrada a la Finca de El Bosque

Una casa-cortijo con tierras

El sindicato montó una cooperativa de jornaleros, denominada Tierra y Libertad, para comprar y gestionar 63 hectáreas en El Bosque (Cádiz). La finca (en la foto superior entrada a la finca), que incluía también un cortijo, fue adquirida con una subvención de 162.000 euros concedida el 14 de junio de 1988 por el Director General de Cooperativas de la Junta de Andalucía, Ángel Fernández Lupión. El propio Cañamero se involucró en aquella iniciativa. Junto a los dirigentes del SOC Manuel Lara y Diamantino García se entrevistó con el consejero andaluz José María Romero, que les prometió la ayuda. Lo que iba a ser un modelo de explotación agrícola autogestionada, a modo de comuna, dedicada a formar a jornaleros, pronto se convirtió en un negocio privado de parientes de Cañamero.

Siete de las ocho familias que se asentaron en estas tierras para explotarlas en los años 90 se marcharon y solo han quedado un hermano del actual diputado de Unidos Podemos, José Manuel Cañamero, y su esposa, Francisca García Bueno. Aunque mantiene la fórmula de una cooperativa, la finca adquirida con dinero público funciona como una propiedad privada que se reparten, a partes iguales (33,33%), el hermano y dos cuñadas del dirigente jornalero, Francisca y Antonia García Bueno. Desde el 24 de septiembre de 2012, figuran como socios únicos y, por tanto, dueños de un negocio que se publicita como una casa-cortijo para amantes del turismo rural. Las cuñadas de Diego Cañamero son a su vez hermanas de la diputada andaluza María del Carmen García Bueno.

El dirigente jornalero resta importancia al hecho de que otro de sus hermanos viva en una finca del sindicato pagada con subvenciones. “Son 60 hectáreas de monte malo. Otras siete familias no querían vivir allí y se fueron. Ellos se quedaron. Tienen unas lechugas allí plantadas y se ha hecho un poquito de viviendas para turismo rural. Vive con eso. ¿Eso es malo? ¿Qué ilegalidad hay allí?”, pregunta al periodista.

La investigación interna encargada por el anterior gobierno de Jerónimo Guerrero (PSOE), desde hace un año concejal en la oposición, no precisa con exactitud cuánto dinero público se invirtió en acondicionar aquella finca. En las obras se emplearon camiones cargados de cemento procedentes del almacén municipal, una “taladradora de tractor” adquirida para una escuela taller municipal, bancos, papeleras y hasta las vallas de la piscina municipal. Un ejército de alumnos de escuelas taller, fontaneros, electricistas, funcionarios y vecinos del pueblo colaboraron de forma desinteresada.

Aparte de financiar íntegra su compra, que costó 151.755 euros, la Administración autonómica subvencionó la instalación del transformador de electricidad con 6.000 euros en enero de 1990. “No queríamos hacer una explotación agrícola normal, la idea era ofrecer una información cultural a los militantes del SOC, además de política y cultural, pero ahora quien maneja aquello es el hermano, ya no es un proyecto del sindicato sino una propiedad privada”, relata Manuel Lara Castejón, concejal del Movimiento Alternativo de Izquierda (MAI), dirigente que abandonó el SOC por desacuerdos con Cañamero y Sánchez Gordillo. Con él dimitieron otros diez de los 16 miembros del comité ejecutivo en febrero de 2003. “Ellos no querían militantes, querían seguidores”, señala.

Sobre un solar que aún hoy es propiedad del Ayuntamiento de El Coronil, se alza la casa de otro de sus hermanos, Francisco Cañamero que, según hace constar en su perfil en Facebook, “trabaja en el SAT”. La vivienda, radicada en la calle Diamantino García de la localidad, fue edificada en 2003 de acuerdo con los planos dibujados por el arquitecto municipal en sus horas de trabajo y concedida a su familia «sin hacer ningún tipo de procedimiento legal».

Su hermano José Manuel recibió otra casa en una promoción de 32 VPO de la Junta de Andalucía. Cañamero concedió a la mujer de éste, sin cumplir los requisitos, la citada vivienda en 2001 y su sucesor en la Alcaldía, José Antonio Núñez, un solar de VPO por 3.606 euros en 2003. El matrimonio estaba empadronado en el El Bosque, lo que le impedía acceder a la vivienda. Pero Cañamero contactó con el Ayuntamiento del municipio gaditano para advertirles de un error en el empadronamiento. Como la Junta no le daba el permiso para repartir las VPO al no existir baremación, el exportavoz del SAT arengó a los vecinos a ocuparlas.

Por último, en la calle Miguel Hernández tiene “otra casa hecha con dinero público de auto construcción” Irene Cañamero, colindante a la VPO de su hermano Diego, que paga una renta de 150 euros al mes a la Junta.

Casa de la finca de El Bosque

Cañamero utilizó talleres municipales en las obras de la “casa-cortijo” familiar

La construcción de la “casa-cortijo” (foto superior adjunata) que está a nombre de una cooperativa compuesta únicamente por un hermano de Diego Cañamero y dos cuñadas suyas se realizó con mano de obra y materiales municipales. Pero también participaron en las obras alumnos en paro que se apuntaron a escuelas taller gestionadas por el Ayuntamiento de El Coronil (Sevilla), financiadas con subvenciones de la Junta de Andalucía, cuando el actual diputado “jornalero” de Unidos Podemos mandaba en la Alcaldía. Así lo recoge una investigación interna que realizó el gobierno local en 2008, meses después de que el PSOE llegara a la Alcaldía después 16 años de mandato ininterrumpido de IU.

Según el citado informe municipal, hasta la finca vinculada al Sindicato de Obreros del Campo (SOC) se desplazaron alumnos de al menos dos escuelas de formación que realizaron trabajos de carpintería y de jardinería durante cerca de dos meses en el año 1998. Las obras no acarrearon coste alguno a la organización que tenía a Diego Cañamero entre sus dirigentes.

El SOC constituyó una cooperativa, denominada Tierra y Libertad, para adquirir la finca de 63 hectáreas en el término El Bosque (Cádiz), en pleno Parque Natural de la Sierra de Grazalema, con una subvención de 162.000 euros (27 millones de las antiguas pesetas) que le concedió la Dirección General de Cooperativas y Empleo de la Junta de Andalucía el 14 de junio de 1988. Lo que en su origen iba a ser una escuela de formación de sindicalismo jornalero se ha convertido en un negocio de turismo rural que gestiona José Manuel Cañamero, que también la dedica a la agricultura ecológica.

El SOC, que fue el origen del Sindicato Andaluz de Trabajadores, que acostumbra a realizar sorpresivos asaltos de fincas públicas y privadas, también puso a hacer prácticas a alumnos de escuelas taller que solicitaba esta organización, además de funcionarios y vecinos del pueblo que decidieron colaborar de forma desinteresada en el proyecto.

Según la investigación, que se sustenta en facturas y testimonios de empleados municipales recabados por el Consistorio, en la finca «trabajó el fontanero municipal instalando varios cuartos de baño completos y el sistema de calefacción». El proyecto del camino asfaltado de acceso a la llamada «casa cortijo» —como la denomina el hermano de Cañamero en el portal de alojamientos www.nocherural.com— fue encargado por el dirigente jornalero a un arquitecto municipal, que lo realizó “en horas de trabajo”. La finca vinculada al sindicato, que se sitúa en la ruta de los Pueblos Blancos de Cádiz, fue también el destino de numeroso mobiliario urbano como bancos, pérgolas y papeleras. Se quitaron las vallas de la piscina para llevarlas a la finca y se utilizaron herramientas del Ayuntamiento como una taladradora de tractor, para poner postes, adquirida en una escuela taller municipal, una hormigonera de gasolina y un rulo de compactar mecánico, entre otros utensilios.

Cañamero declaró al periódico que en las obras sólo trabajaron alumnos de la escuela taller del Sindicato de Obreros del Campo, que también hicieron obras en el campo de fútbol del Ayuntamiento de El Coronil. “En el tema del dinero público he sido riguroso porque no es tu dinero”, señaló.

El diputado de Unidos Podemos también reconoció que la familia de su hermano José Manuel y su esposa Francisca García Bueno viven gracias a la explotación de la finca, que “no le cuesta ningún dinero al sindicato”. “¿Eso es malo? ¿Qué ilegalidad hay allí?”, cuestiona.

Una sobrina, concejala

La saga de los Cañamero sigue moviendo los hilos en el Ayuntamiento. Su sobrina Irene Lara Cañamero es concejala de Seguridad, Fiestas y Deportes en El Coronil por Ganemos, que gobierna el municipio desde 2015. Abogada del SAT, ha llevado la defensa del exconcejal Andrés Bódalo hasta que entró en prisión para cumplir una condena por agredir en 2012 al teniente de alcalde de Jódar (Jaén), el socialista Juan Ibarra, durante una protesta.  Cañamero lo relevó como candidato por Jaén al Congreso. Un error de la procuradora, que no registró a tiempo el recurso de su defensa ante el Tribunal Supremo, quemó la última bala que le restaba a Bódalo para eludir la prisión. La familia del exedil de Jaén ha recurrido a otro abogado granadino, Jesús Huertas, para llevar el caso.

El anterior regidor de El Coronil, Jerónimo Guerrero (PSOE), enemigo declarado de Cañamero, está convencido de que el ex portavoz del SAT urdió “una maniobra para llegar a Madrid porque ésa ha sido siempre su obsesión”. El ex alcalde critica que “utilizara su cargo para favorecer a su familia” y afirma que «lleva treinta años sin pisar el campo, viviendo de un sindicato hecho a su imagen y semejanza».

Un hijo de Diego Cañamero, José, también ha sido concejal de El Coronil durante dos mandatos. Se quedó a las puertas de repetir en los pasados comicios municipales de 2015.

 

(Fuente ABC de Sevilla / Autor: Antonio R. Vega)

Francisco Campos

Francisco Campos

Nació en Sevilla en 21 de julio de 1958. Trabaja como administrativo. Es autor del libro "La Constitución andaluza de Antequera: su importancia y actualidad" (Hojas Monfíes, 2017).

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