Grupos neonazis pretenden asesinar en el Estado español a Anatoli Sharii, opositor al régimen de Ucrania

Anatoli Sharii, periodista y político de ese país conocido por sus reportajes de investigación en casos de corrupción y abusos policiales en la época del presidente Yanukovich. A causa de esa labor periodística de investigación y difusión, Sharii fue perseguido por las autoridades del régimen y en el año 2012 tuvo que huir de su país y buscar asilo y refugio en Lituania, donde obtuvo asilo político.

A pesar de encontrarse en el extranjero Anatoli Sharii ha continuado denunciando los abusos y la corrupción existente en Ucrania, al igual que las agresiones y amenazas recibidas por grupos neonazis en Ucrania, lo que le ha valido que estas organizaciones, especialmente el partido nazi Cuerpo Nacional, lo hayan puesto en el punto de mira de sus ataques.

En 2019, el opositor ucraniano fundó su propio partido político, el Partido de Sharii, y pese a diversas trabas administrativas, se presentó a las elecciones legislativas en Ucrania obteniendo el 2,23% de los votos.

El trabajo de investigación periodística de Anatoli Sharii se difunde a través de su página web y redes sociales, lo que sigue teniendo mucha repercusión en los medios de comunicación de Ucrania, hecho que, a pesar de verse obligado a vivir fuera de su país, le valió que fuese incluido entre las personas más influyentes de Ucrania. Además, a nivel redes sociales, Sharii es el personaje con más penetración de su país, según un estudio realizado por la empresa Brand Analytics.

Ese mismo año 2019, Anatoli tuvo que trasladarse a vivir al Estado español, donde adquirió una vivienda en la localidad de Roda de Bará, para escapar de las continuas amenazas que estaba recibiendo de los grupos nazis, prosiguiendo su actividad desde nuestro país mediante las redes sociales e internet.

Sin embargo, los tentáculos de la organización Cuerpo Nacional llegaron. En octubre de 2019 un exsoldado del Batallón de Azov, Aydar Alexander Zolotukhin, que huyó de Ucrania y solicitó asilo en el Estado español, publicó un post con la dirección de la casa de Sharii y fotos tanto del domicilio como del coche de su esposa.

El 26 de junio de 2020 se publicó en internet la nota simple de la vivienda. Como es lógico, el anuncio de la publicación del domicilio de Sharii en España vino acompañada de otra donde, directamente, se adjuntaba una foto de su casa y de las siguientes amenazas por parte de Rodion Kudryashov, vicepresidente del grupo neonazi Cuerpo Nacional: «Anatolii, ahora sé dónde vives. Ya hemos visitado a Svinarchuk, así que ahora te visitaremos en España. ¡Espéranos maricón! P.D. Portnov no te ayudará. Ya me entiendes».

El propio Kudryashov aumentó el nivel de las amenazas a través de su canal de Telegram: «El gigante del pensamiento Kiva públicamente ofreció a Sharii el soporte de seguridad de parte de su mariconada de partido Patriotas por la Vida. Parece que ahora ellos junto con Sharii darán guerra a los nacionalistas. Responderé por mí, pero estoy seguro de que me respaldarán todos los miembros de la familia de Azov: si estos demonios salieran fuera de los medios y molestaran a alguno de los nacionalistas pro ucranianos (no importa de qué partido u organización), les recordaremos el espíritu del 2014. Si en aquel momento todo se limitó a las hostias y los bates de béisbol, ahora tenemos entrenamiento distinto y medios diferentes». Los medios diferentes los hace visibles con la siguiente foto:

El 19 de junio de 2020, Denis Yantar, jefe de Cuerpo Nacional en la ciudad de Nikolaev, publicó en la web oficial del partido neonazi una imagen de un ataúd con la foto de Anatoli y un video donde se aprecia cómo los militantes de Cuerpo Nacional se dirigían con el ataúd hacia la sede del partido Sharii.

La publicación iba acompañada del siguiente texto: «Cuerpo Nacional hizo una contribución en especie al partido de Sharii. Hoy representantes del Cuerpo Nacional en Nikolaev hicieron una donación voluntaria a favor del partido político de Sharii. Sin embargo, no se nos permitió registrar la contribución en especie. Las personas generosas no aprecian los gestos generosos».

Por otro lado, además de que en diversos canales estos grupos neonazis han indicado que se ha iniciado la «temporada de caza» contra Sharii, el entorno del opositor ucraniano teme que haya ciudadanos españoles que estén colaborando con aquéllos para facilitar información sobre Anatoli. Hay que recordar que, durante la última guerra, fueron varias decenas de españoles que marcharon a combatir con el Batallón Azov, formado por ultranacionalistas. Un mural en Ucrania recuerda la aportación de estos españoles:

El 14 de septiembre de 2020, un grupo de neonazis de Ucrania, con las fronteras del país cerradas por la pandemia del Covid19, intentaron atacar la casa de Sharii en España. Desplegaron la bandera ucraniana, tomaron una foto, caminaron durante varias horas por la noche, al final intentaron llevar un inodoro a la casa de Anatoli con la inscripción «Haz tus pruebas». El blogger Sergei Ivanov escribió sobre los análisis en julio, quien publicó los primeros documentos sobre la casa. Personas no identificadas pintaron el asfalto junto a la casa y colocaron avisos en el área donde vive Sharii que «aquí vive un pederasta».

La tarde del día siguiente, Sergei Ivanov apareció cerca de la casa de Sharii y publicó en sus redes que había visitado el domicilio de Anatoli y otro lugar donde su esposa suele acudir y que ahora Sharii sólo necesitaba esperar a las noticias. Una amenaza en toda regla.

En esa publicación, uno de los líderes neonazis amenazó con que la casa de Sharii se iba a convertir en un lugar de peregrinaje. Por otro lado, Ivanov publicó datos del hijo de Anatoli que sólo podían estar en posesión y custodia por parte del Consulado de Ucrania en Barcelona cuando la esposa del opositor solicitó el pasaporte.

Ivanov, además, reconoció que habían dicho a los vecinos que «junto a ellos vive un pervertido, que corrompe a los menores. Ahora está claro por qué tiene todas estas medidas de seguridad».

La presencia de Sergei Ivanov demuestra que en esta persecución también puede haber una presunta participación por parte del propio gobierno de Ucrania, puesto que este bloguero está registrado en la Oficina del Presidente y ha realizado trabajos informativos sucios por encargo, tal y como reconoció un empleado de esa Oficina en una entrevista.

El 21 de octubre se produjo otro intento de ataque a la casa de Sharii que fue detenido por el servicio de seguridad privada que el opositor tiene contratado.

Fuentes cercanas al opositor han indicado a Diario16 que están a la espera de que se decrete la prohibición de entrada en el Estado español a los miembros del partido neonazi Cuerpo Nacional, aunque sospechan que algunos de sus partidarios ya podrían llevar mucho tiempo en nuestro país tras la guerra del Donbass.

Este hecho les genera mucho temor, puesto que estos elementos podrían ser utilizados por el propio gobierno de Ucrania para atacar a Anatoli o a su familia. Además, la presunta conexión entre estos grupos y el gobierno, además de la animadversión hacia Sharii, se demuestra en cómo el propio presidente habla de que no está muy satisfecho con las críticas que recibe de los «blogueros españoles».

Además, en enero de 2021 se produjeron unos hechos en Ucrania que mostrarían la conexión entre el gobierno y los neonazis de Cuerpo Nacional. Dos oficiales de alto rango de los Servicios de Seguridad (SBU) fueron detenidos por preparar el asesinato del jefe de Seguridad Interna del SBU por 50.000 dólares.

El entorno de Sharii vio entonces la conexión entre la SBU y los grupos neonazis. Por tanto, el temor ha aumentado en la familia del opositor puesto que no descartan que las acciones dirigidas contra Anatoli y su familia puedan estar dirigidas por el SBU.

Por esta razón, la representación legal de Anatoli Sharii en la península está pidiendo a la Justicia española protección policial puesto que, como se puede comprobar, no se trata de simples amenazas, sino que el opositor se enfrenta a grupos neonazis que disponen de formación y de material militar, en síntesis, un poder fáctico dentro del propio Estado ucraniano que actúa impunemente contra quienes considera sus enemigos ante la indiferencia del gobierno que, además, los utiliza a su antojo para sus propio fines cuando le interesa.

La «caza» y asesinato de Anatoli Sharii se ha convertido en uno de sus objetivos prioritarios y España no lo puede consentir, más aún después de que en los últimos días las autoridades ucranianas le hayan acusado de «alta traición» e, incluso, se le haya citado a declarar ante un tribunal, lo que podría conllevar una pena de prisión que, en parte, podría ser considerada como una pena de muerte ya que, según ha confirmado el entorno de Sharii a Diario16, la entrada en la cárcel del opositor supondría su muerte.

Esta acusación traerá consigo una petición de extradición que los organismos judiciales españoles están obligados a denegar por los riesgos para la vida de Anatoli que conlleva que vuelva a pisar Ucrania.

Fuente: Diario16.