Iglesias reniega de la Venezuela bolivariana y adopta el discurso imperialista: “La situación política y económica en Venezuela es nefasta” (vídeo)

En realidad no hacía falta que dijese hace unas horas en el Senado que abjura de Venezuela y su revolución, así sin más, sin molestarse en explicar el bloqueo y acoso que el imperialismo ha sometido desde el primer momento a la revolución bolivariana, total, para qué. El proceso de Podemos (algunos dirán que desde su nacimiento para cumplir con  el amo y meter en las instituciones la rebeldía del 15M) hacia la socialdemocracia ha sido una constante, del “no nos representan” a “todos contra el PP” y ser aliado escudero del PSOE ha sido rápido y sin curvas.

Sus lúcidos estrategas parten del análisis que la izquierda real los acaba votando (con cariño o como mal menor) y lo que hay es que buscar los votos en el centro, arriba, en los costados y en donde venga, porque el objetivo único es tener diputados, concejales, consejeros y lo que huela a sillón (el discurso de que las cosas se cambian desde dentro lo compraron en la primera caña, en el primer bar, tras la primera movilización del 15M). Sin embargo, no hay comunidad autónoma donde la crisis interna no les aceche, la mezcla de desideologización y acercamiento a la socialdemocracia les obliga, por ejemplo, a tener en su filas -con mando en plaza- a un reconocido General de la OTAN, con un pasado en los bombardeos sobre Libia que retrata no al personaje, sino a la organización que la da cabida.

Hay quienes opinan que el asunto es más sencillo que todo esto, que algunos dirigentes necesitan un salario generoso para sus nuevas vidas y que eso obliga a lo que obliga. Lo demás es literatura (política).

En pocos meses habrá elecciones y vendrán a buscar los votos de la izquierda, amenazando que sino viene el caos y la derecha tripartita. Y en esa estamos. No defender la revolución bolivariana es coincidir con los escuálidos, con la mafia empresarial fascista venezolana que desde hace meses hace negocios inmobiliarios en España, con el PP, C´s y Vox que tampoco observan con simpatía proceso alguno que vaya contra el imperialismo. Una bandera del Che en un acto de Podemos puede ser en los próximos mítines un acto censurable, puede que un minuto antes de expulsar al portador/a consulten vía móvil con algún ideólogo del PSOE, para ver qué se hace en esos casos de acusada y trasnochada nostalgia. Ellos tienen más experiencia e igual de desvergüenza.

(Fuente: Insurgente)

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Francisco Campos

Francisco Campos

Nació en Sevilla en 21 de julio de 1958. Trabaja como administrativo. Es autor del libro "La Constitución andaluza de Antequera: su importancia y actualidad" (Hojas Monfíes, 2017).

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