Nativos americanos luchan en EE.UU. contra la construcción de un oleoducto en su territorio

Miles de nativos estadounidenses de tribus Siux se manifiestan  contra la construcción de un oleoducto subterráneo de 1.900 kilómetros en Dakota del Norte, el proyecto Dakota Access Pipeline (DAPL). Las obras no fueron concertadas con las tribus y los constructores destruyeron un cementerio indio y otros sitios de culto.

Los indígenas denuncian la destrucción de sus sitios culturales y fúnebres, ya que pasa por un cementerio nativo, y exigen el cese del proyecto Además consideran que la obra de las gigantescas conducciones de petróleo contaminarán las aguas del río Misuri y los acuíferos de los que depende su modo de vida, así como las tierras sagradas donde generaciones de sus antepasados vivieron, cazaron bisontes y fueron sepultados.

Los trabajos para dicho oleoducto quitan las capas superiores del suelo hasta un metro de profundidad y 60 metros de anchura para construir un oleoducto de 3 kilómetros. Según las autoridades de la tribu, esto afecta a los cementerios y otros objetos culturales históricamente importantes para los nativos norteamericanos. Un representante de la policía local informa que cuatro empleados de la empresa de seguridad privada y dos perros rastreadores han resultado heridos después de que los manifestantes atacaran a los equipos de construcción.

En lucha desde abril

La protesta, que comenzó en abril, con representantes de las naciones Sioux, Seneca, Taína y Lakota protestando a las puertas de un tribunal federal en Washington, que decidirá si se detiene el proyecto, aumentó en las dos últimas semanas, en la vigilia de la audiencia de un procedimiento en la ciudad de Bismark en el que los nativos norteamericanos pidieron bloquear la infraestructura.

Los miembros de la reserva india de “Standing Rock” denuncian al Gobierno estadounidense por haber autorizado un proyecto de 3.800 millones de dólares para construir una oleoducto que lleve medio millón de barriles de petróleo desde lo yacimientos bituminosos de Dakota del Norte a una infraestructura ya existente en Illinois, desde donde el crudo podrá distribuirse al Golfo de México.

Hasta unas 2.000 personas se han concentrado desde abril en el campamento de la Roca Sagrada, en Dakota del Norte, levantaron tiendas en una pradera que está a una hora de la capital, Bismarck. Pese a la naturaleza pacífica de la protestas, las autoridades locales y estatales han realizado detenciones, por resistirse a abandonar terrenos de propiedad federal. Un portavoz de las tribus informó de que  se han producido hasta el momento 20 detenciones, así como que treinta de ellos fueron atacados con gas lacrimógeno.

La empresa constructora, la texana ‘Energy Transfer Partners’, sostiene que el oleoducto portará millones de dólares a la economía local y es más seguro que los camiones y los trenes que pueden sufrir accidentes de variada naturaleza.(ANSA).

Artistas apoyan a los nativos

Las actrices Shailene Woodley y Susan Sarandon se sumaron a las concentraciones para pedir al presidente de EEUU, Barack Obama, que detenga la construcción del oleoducto, También Josh Fox, director del documental “Gasland”, quién indica que es necesaria una revolución política en el país que cambie de paradigma y que deje de apoyar a las grandes petroleras para dar la prioridad a aquellos que defienden el medio ambiente y luchan contra el calentamiento global.

“Por primera vez en nuestro país tenemos refugiados climáticos, como lo que estamos viendo en Luisiana tras las inundaciones”, señaló Fox, quien recordó que, si no se deja de contribuir a una economía basada en el petróleo, el calentamiento global no solo acabará con naciones indias sino con ciudades costeras como Washington, Nueva York o Miami.

“Obama es una persona hipócrita. Dice que quiere luchar contra el calentamiento global pero apoya oleoductos o prácticas como el fracking”, señaló este cineasta y activista medioambiental. “Tenemos que salir a la calle, el cambio no va a llegar desde arriba”, aseguró la actriz Susan Sarandon.

“Si no protestamos, si no alzamos la voz nada cambiará”, añadió Woodley, que ha estado desde el principio colaborando con la tribu “Standing Rock” para detener el proyecto, llevado a cabo por la agencia federal de ingeniería civil del Cuerpo de Ingenieros del Ejército.

(Fuentes: Prensa Latina / Sputnik – Mundo / Hispan TV / Telam)

 

Francisco Campos

Francisco Campos

Nació en Sevilla en 21 de julio de 1958. Trabaja como administrativo. Es autor del libro "La Constitución andaluza de Antequera: su importancia y actualidad" (Hojas Monfíes, 2017).

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