Venezuela: Comando terrorista ataca un cuartel para hacer creer la existencia de división y golpismo en el ejército (videos)
La madrugada de este domingo 6 de agosto, 20 paramilitares que se habían declarado en rebeldía con el Gobierno de Caracas, para según ellos “liberar” a los venezolanos de la “tiranía asesina del presidente Nicolás Maduro”, atacó las instalaciones de la Brigada 41 de Blindados del Batallón Paramacay, ubicado en Naguanagua, Valencia, en el venezolano Estado Carabobo, para hacer un llamamiento a una supuesta “rebelión” militar.
La situación fue controlada inmediatamente por la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB). Una fuente directa de las FANB informó que, luego de un enfrentamiento, el grupo terrorista fue reducido. Hasta ahora, reportan 10 detenidos, entre ellos 2 heridos. Así mismo, 2 terroristas fueron dados de baja y resultó herido de gravedad un teniente de la FANB.
Las FANB informaron “que en la madrugada de hoy domingo 06 de agosto del 2017 se ha producido un ataque terrorista de tipo paramilitar en contra de la 41 Brigada Blindada del ejército bolivariano, ubicada en Valencia, Estado Carabobo. La referida acción fue ejecutada por un grupo de delincuentes civiles portando prendas militares y un primer teniente en situación de deserción”.
Añadieron que “los mismos fueron repelidos en forma inmediata por el personal adscrito a la precitada unidad superior, practicándose varias detenciones, incluyendo la del referido oficial subalterno. Parte del grupo logró sustraer algunas armas y están bajo intensa búsqueda por parte de organismos de seguridad del Estado”.
Tras las detenciones de los asaltantes fueron identificados sólo 2 militares, el resto de los terroristas que intentaron el asalto eran civiles, mercenarios vestidos uniforme militar que se identificaron como pertenecientes a la llamada “Resistencia”.
El grupo era dirigido por el Capitán Guaicaipuriano Scott, desertor de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), que actualmente residía en Estados Unidos, en complicidad con un Teniente de la Compañía de comando y una veintena de efectivos. Todos ellos tomaron la prevención de la brigada, la cual fue rescatada en una operación comandada por el general Dubulai.
El mayor general Jesús Suarez Chourio, jefe del batallón, describió lo ocurrido como un ataque “terrorista, paramilitar, mercenario pagado por la derecha y sus colaboradores, pagado por el imperio norteamericano, y ahí están detenidos, y fue dado de baja uno de ellos (muerto), y otro que fue gravemente herido”, en una declaración pública acompañado de un batallón de oficiales (foto adjunta).
En cuanto a los autores de la acción los describió como “un grupo de paramilitares que aprovechando las condiciones del momento nos asaltaron, pero inmediatamente fueron repelidos, fueron derrotados y estamos aquí festejando el triunfo de la patria”´.
Maduro: “pretenden dañar la Fuerza Armada”
“No pudieron detener las elecciones de la Constituyente. Y ahora con ataques terroristas pretenden dañar la Fuerza Armada y la vida en paz para justificar quién sabe qué cosa”. Declaró al respecto el Presidente de la República, Nicolás Maduro.
En cuanto a la procedencia de estos civiles anunció que fueron traídos de los estados Zulia, Yaracuy y Caracas, “no es personal militar, son civiles y les pagaron” acotó el Jefe de Estado. Reveló que uno de estos terroristas “es un teniente desertor de varios meses atrás y que está capturado y colaborando activamente con información”.
Explicó igualmente que el personaje que se autonombra como jefe del ataque, es militar desertor y participante de las guarimbas registradas en el año 2014, vive en específicamente en Miami (EEUU), viaja a países como Costa Rica, Panamá y Colombia bajo la protección de una ciudadana venezolana y su padre -ambos periodistas- ex directores del Periódico El Nuevo País. Así mismo agregó que “esta persona en un video lanza un mensaje para justificar su actividad terrorista, de desesperación contra la oposición el cual hay que analizar profundamente”, aclaró que el Presidente Maduro.
Por último recalcó que “él emplaza a la Asamblea Nacional adeco-burguesa, emplaza a la oposición venezolana para que -prácticamente- se mantenga al margen de la Ley y no participe en las elecciones de gobernadores”.
“terrorista, paramilitar, mercenario pagado por la derecha y sus colaboradores, pagado por el imperio norteamericano, y ahí están detenidos, y fue dado de baja uno de ellos (muerto), y otro que fue gravemente herido”.
Operación de propaganda
Desde el comienzo quedó claro que no se trataba de un golpe de estado ni de insurgencia militar, sino de una operación de propaganda que incluyó un ataque de civiles disfrazados de militares y un video de un oficial retirado, dado de baja por medidas disciplinarias hace tres años, grabado en el exterior. Hay varios civiles detenidos con prendas militares que han confesado haber sido contratados en Zulia y otros estados.
La Comisión de la Verdad, que empezó su trabajó desde el sábado en el marco de la recién instalada Asamblea Nacional Constituyente (ANC) a fin de investigar los hechos vandálicos acaecidos en el país durante los últimos meses, publicó el domingo por la noche un análisis minucioso del ataque, que según argumenta sucedió en momentos en los que la oposición derechista se ve derrotada a sí misma antes las primeras decisiones tomadas por la ANC.
Al recordar los anteriores ataques a bases militares perpetrados por sectores opositores, tal como menciona, contra la base aérea Francisco de Miranda en La Carlota, este de Caracas, y alcabalas del fuerte Tiuna, también en la capital venezolana, denuncia esa macabra táctica empleada por la oposición para disturbar al país.
No obstante, la Misión de la Verdad en su nota descarta la posibilidad de que el asalto se trate de un “golpe de Estado” o un “alzamiento militar” ya que la mayoría de los individuos involucrados en el ataque fueron “mercenarios” vestidos como militares y “posiblemente comandados por el ex capitán de la Guarda Nacional Bolivariana (GNB) Juan Carlos Caguaripano, quien desertó del cuerpo castrense en 2014 por estar involucrado en intentos fallidos de sublevación”. En este sentido, aclara que el ataque se produjo en el marco de una guerra mediática lanzada desde Occidente para mostrar dividida a la Fuerza Armada del país bolivariano.
Advierte además que tras el ataque de Oscar Pérez, contra las sedes del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) y del Ministerio de Interior, así como la violencia generada el pasado 30 de julio durante elecciones de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), la oposición ha adoptado una estrategia: “la creación, entrenamiento y financiación de grupos mercenarios cada vez más profesionalizados en aplicar tácticas de sabotaje y guerra sucia contra el país. Plan que en su momento fue ejecutado en Siria y Libia para promover intervención militares de EE.UU. y la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte)”.
Denuncia el saludo de Marco Rubio, congresista estadounidense del Partido Republicano, a ese ataque terrorista, lo cual según Maduro “fue pagado desde Miami y Colombia”. También que el secretario de Estado de EE.UU., Rex Tillerson había señalado el 3 de agosto que todas las medidas de fuerza están sobre la mesa para derrocar al chavismo del poder en Venezuela, condena la nota que también cataloga al Gobierno colombiano presidido por Juan Manuel Santos, cómplice del país norteamericano por sus intervenciones en Venezuela: “ya que Colombia es un enorme mercado de armas y mercenarios de la cual pueden echar mano para amplificar operaciones similares”.
Rechazo de las fuerzas armadas al intento
La Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) de Venezuela rechazó en un comunicado, firmado por Vladimir padrino López, su General en Jefe, el ataque terrorista paramilitar, en el que informa que “los atacantes fueron repelidos en forma inmediata por el personal adscrito a la precitada unidad superior, practicándose varias detenciones, incluyendo la del referido oficial subalterno”.
También informa que “parte del grupo, agrega el texto, logró sustraer algunas armas y está bajo intensa búsqueda por parte de organismos de seguridad del Estado”, así como que “los sujetos capturados confesaron que fueron contratados en los estados Zulia, Lara y Yaracuy por activistas de la extrema derecha venezolana, en conexión con gobiernos extranjeros”.
Los militares bolivarianos ratifican en el texto que “el ataque terrorista de hoy no es más que un show propagandístico, una entelequia, un paso desesperado que forma parte de los planes desestabilizadores y la conjura continuada que se viene gestando, para intentar evitar que se consolide el renacimiento de nuestra República”.
Añaden en el mismo: “Ratificamos nuestro rechazo a este tipo de actos de barbarie contra el pueblo y sus instituciones. Esta canallada refuerza nuestros principios y valores: no aceptaremos bajo ninguna circunstancia que sea vulnerada nuestra soberanía y menos aún que se menoscaben las conquistas sociales alcanzadas para beneficio de las grandes mayorías”.
El comunicado termina realizando un llamamiento “a cada mujer y cada hombre de esta tierra; para que como hermanos enlazados por la historia y nuestras raíces libertarias, sepamos encontrar las soluciones a los problemas que nos aquejan en el marco de la legaldad. Un país no se construye con violencia y resentimiento, sino con justicia, cooperación y entendimiento”.
(Fuentes: TeleSur / Prensa Latina / VTV / Hispan TV)
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