“Nunca existió el Imperio español”

Ni Reconquista, ni Imperio español. El historiador y docente (durante más de 20 años estuvo en el IES Torrente Ballester) Francisco Calo Lourido desmonta en su último libro algunos de los mitos sobre los que se asienta la historia de España que acaba de publicar la editorial galega Xerais.

“Todas las naciones inflaron su historia hasta donde pudieron”, dice Francisco Calo Lourido (Porto do Son, A Coruña, 1948). Historiador, antropólogo y arqueólogo, durante más de 20 años docente en el IES Torrente Ballester de Pontevedra, ciudad donde se instaló, Calo Lourido es autor de diferentes ensayos sobre la cultura castrejo o el mundo del mar. Ahora publica La historia de España se basó en falacias (Xerais, 2023), que presenta este martes (19 h, entrada libre) en el Edificio Castelao del Museo de Pontevedra acompañado del presidente de la asociación Maio Longo, Xosé Abilleira, y la responsable de comunicación de la editorial que edita la obra, Sara Vila.

¿La historia de España se basó en falacias?

No es una cosa extraña. Si en lugar de analizar la historia de España se analizara la historia de Francia, Inglaterra, Portugal o cualquier otro país, ocurriría lo mismo. De hecho, ya hubo gente que me aconsejó escribir un libro similar, pero sobre Europa en su conjunto. No tengo tiempo para tanto. Es cierto que siempre se han hecho listas de reyes, crónicas, etc., pero cuando llegó el siglo XIX, que se conoce como el siglo de las naciones, las cosas se complicaron más porque todos querían tener un buen currículum. Y así como hay personas que inflan su currículo, las naciones hicieron lo mismo: inflaron su historia hasta donde pudieron. Ya ha dicho el padre Feijoo que los historiadores siempre quieren engrandecer la patria, porque algo les toca también en ese engrandecimiento.  



¿No hubo Reconquista?

Si las personas a las que les sorprende esa afirmación vivieran en el siglo XVIII, no se extrañarían, porque en ese momento nadie había oído hablar de la Reconquista. A ver si la cosa es reciente. Hasta ese momento se llamó Restauración. Fue [Antonio] Cánovas del Castillo en el siglo XIX quien quiso que ese término se asociara a la restauración borbónica y, por tanto, promovió Reconquista, nombre que ya usaba otro, para esa etapa. Pero los hechos en sí también son absurdos. Para empezar, no se puede hablar de algo que se está reconquistando desde hace 800 años. Y no hablo del caso de Granada, último espacio teóricamente reconquistado y que nunca antes había sido cristiano. Granada es una creación musulmana. ¿Cómo iba a ser entonces reconquistada? Cómo decir que los Reyes Católicos expulsaron a Boabdil a su tierra. ¿Qué tontería es esa? La tierra de Boabdil fue donde vivió. Su familia gobernó Granada desde 1237, mientras que la familia de Fernando el Católico sólo gobernó Aragón desde 1412 y la de Isabel en Castilla desde 1369. Tú me lo puedes decir. 

La historia de Galicia también se basó en falacias, como todas las demás. Lo que pasa es que, como nunca llegamos a ser una nación con estado, había muchos menos

¿Y tampoco hubo imperio español?

El imperio español nunca existió. El único emperador que existió en lo que ahora llamamos España, que entonces no existía, fue Carlos V. Pero fue emperador en Alemania, en Europa Central. España nunca perteneció al imperio. Y no es que lo diga, ya lo decían los plebeyos cuando se rebelaron allá por 1520. En concreto, uno de los creadores del derecho internacional, [Francisco de] Vitoria decía que España nunca había sido ni era parte del imperio. El imperio era Austria, era Borgoña, era Flandes… El que también se llama Carlos I de España, sí, porque efectivamente este hombre, nacido en Gante y que no hablaba ni una palabra de ninguna de las lenguas peninsulares, tenía unas haciendas aquí en el Reino de León, de Castilla, donde estaba incluida Galicia, y de Aragón, territorios que heredó y de los que llegó a tomar posesión. Llegó aquí rodeado de flamencos, que despreciaron a los castellanos llamándolos “nuestros indios” y que saquearon todo lo que pudieron. 

Felipe II quería heredar el imperio y su padre lo defendió con uñas y dientes en Augsburgo, pero los alemanes no querían a un español como emperador. Si nos referimos a Indias, sólo podemos llamarlo imperio en el sentido en que lo llamamos Zara o Microsoft, algo que da mucho dinero, pero nunca un imperio desde el punto de vista legal. Te doy un dato más: ¿sabes lo que dicen aquí de que el sol no se ponía en el imperio español? Todos lo hemos escuchado. Vale, porque eso también se dice en Austria y en Alemania. Es una expresión muy viva en esos dos países y con mucha más razón.

¿No escribió este libro con cierto celo provocador?

Bueno no. Lo que pasa es que estaba cansado de pasarme treinta y tantos años diciéndoles a mis alumnos, ojo, esto no es exactamente así. 

Que aún hoy haya que reproducir la historia oficial según las circunstancias es otra cosa. Por ejemplo: en las pruebas de selectividad. Pero también tenemos que aprender a ser críticos y rigurosos y separar los datos que tenemos de lo que pueden ser leyendas. Porque así como en la religión hay señores que pontifican, también los hay en el mundo de la historia. No tenemos Biblia, pero es lo mismo. Durante mucho tiempo los maestros tuvimos la obligación de repetir lo mismo que el clero repetía el de la Santísima Trinidad, aunque nadie entendiera nada de ese misterio.

Fuente: Diario de Pontevedra.

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