Nueva Caledonia/Kanaky: Tras la mascarada del referéndum, la farsa de las consultas

Este jueves 28 y viernes 29 de octubre, el Gobierno organizó en París “la primera convención de socios” con el fin de discutir el futuro estatuto de Nueva Caledonia/Kanaky tras el último referéndum donde ganó el “no” a la independencia con un 57% de abstención. Los partidos separatistas por su parte se negaron a participar, continuando así con su denuncia del último referéndum.

Reuniones de consulta boicoteadas por los separatistas

El principal objetivo de estos dos días de encuentros bilaterales organizados por Matignon era perfilar el futuro estatuto de Kanaky tras tres referéndums que, si bien rechazaron la independencia de Francia, aparecen como una mascarada para los separatistas. Para el gobierno, estas reuniones debían ser un medio de reunión de todas las fuerzas políticas de la isla para negociar un nuevo estatuto siempre más ventajoso para Francia.

Sin embargo, estas reuniones suenan como un fracaso para el ejecutivo. Las principales fuerzas políticas separatistas canacas, encabezadas por el Frente Kanaco y Socialista de Liberación Nacional (FLNKS), se negaron a participar. Estos denuncian la hipocresía de estas discusiones en la continuidad del último referéndum obtenido por años de lucha anticolonial y transformado en una mascarada de Francia para preservar sus intereses en la isla.

Una política de gobierno en línea con el último referéndum

De hecho, el establecimiento de estas reuniones bilaterales es una continuación del tercer referéndum para la autodeterminación de Nueva Caledonia/Kanaky. Con los Acuerdos de Numea en 1998, una serie de referéndums preveían una política de transición de 20 años con miras a otorgar “plena soberanía” a Kanaky. Sin embargo, el Estado francés, a través de estos referéndums, ha puesto en marcha toda una estrategia para mantener su dominio en la isla y evitar que la dinámica de progreso de los partidos independentistas conduzca a un sí a la independencia.

El Gobierno se había negado a trasladar el tercer y último referéndum a diciembre de 2021 pese a las condiciones denunciadas por los partidos independentistas. La isla sufrió entonces todo el peso de la pandemia. Además, el luto, las restricciones sanitarias como la imposibilidad de celebrar reuniones de más de 30 personas o el toque de queda habían impedido a los partidos independentistas realizar una verdadera campaña política. En respuesta, este último había llamado a boicotear esta votación, lo que provocó una abstención de casi el 57 %. Sin embargo, el gobierno francés sigue haciendo oídos sordos al poner fin al proceso de discusión mientras niega la ausencia en la mesa de negociación de quienes buscan cuestionar su política colonial.

De la misma manera que Macron se jactó de los resultados del último referéndum, el llamado de Matignon al “diálogo” sobre el futuro de Kanaky no es más que hipocresía. Macron pretende continuar el proceso de legitimación de su política imperialista para afirmar que Nueva Caledonia/Kanaky quiere seguir siendo francés. Para lograrlo, cuenta con Darmanin, Ministro del Interior y Ultramar, ya conocido en el lugar por haber reprimido los movimientos de protesta con munición real en 2020 . Será enviado allí el próximo noviembre junto a Jean-François Carenco, delegados en el extranjero.

Fuente: Révolution Permanente.

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