Los diputados de la CUP suscriben un manifiesto pro referéndum en 2017
Las 10 diputadas y diputados de la CUP-CC han decidido suscribir el manifiesto “Por un referéndum oficial y vinculante sobre la independencia en 2017” que se hizo público ayer con un centenar de firmas de personalidades e intelectuales del país. Benet Salellas ha explicado que el manifiesto “está en plena sintonía con la demanda de la CUP de celebrar un referéndum unilateral de independencia” tal como reclamaron el pasado 30 de junio en un acto público en la plaza del Rey de Barcelona.
Salellas ha insistido de nuevo que después de los resultados del 26-J “donde se cerraron la puerta a un referéndum acordado con el Estado” la mayoría soberanista del país “tiene la obligación de buscar una alternativa factible para ejercer el derecho a la autodeterminación como antes “. Para la CUP este referéndum “unilateral por necesidad” debe contar “con la determinación del entramado institucional de la Generalidad de Cataluña, y por tanto, el Gobierno y el Parlamento, deben volcarse que sea celebrado con todas las garantías”
Los firmantes del manifiesto, entre los que hay Òscar Dalmau, Òscar Andreu, David Fernández, Antonio Baños, Uriel Bertran, Josep Lluís Carod-Rovira, Jordi Cabré, Antoni Castellà, Jordi Graupera, Pau Llonch, Elisenda Paluzie o Toni Soler, reclaman “que durante el 2017 se apruebe la ley de transitoriedad jurídica con los mecanismos de transición entre la actual legalidad española y la nueva legalidad de la República Catalana. y se elabore la regulación electoral del referéndum para garantizar un proceso neutral, abierto y plural “y” que a continuación el Parlamento convoque y celebre un referéndum de Autodeterminación para el mismo 2017, con independencia de lo que pueda dictaminar España, amparado y sostenido de acuerdo con todo el ordenamiento jurídico internacional. ”
El nuevo manifiesto en el que se pide un referéndum “legal” pero vinculante y unilateral sobre la independencia de Cataluña durante el año 2017. Este manifiesto ya ha sido suscrito por diputados y exdiputados de ERC, CDC, la CUP y también por otras formaciones soberanistas, como Demòcrates de Catalunya y Solidaritat.
El manifiesto lo firman los diputados Antoni Castellà y Assumpció Laïlla (Demòcrates de Catalunya), Uriel Bertran (SI), el ex vicepresidente del Govern Josep Lluís Carod-Rovira (ERC), los exdiputados de la CUP David Fernández y Antonio Baños y también el actor Marc Martínez, el músico Roger Mas, el periodista Toni Soler y el impulsor de la primera consulta de Arenys de Munt, Josep Manel Ximenis, entre otros.
Sobre la convocatoria del referéndum que se propugna, los firmantes consideran que debería tener lugar a continuación de que el Parlament apruebe la denominada como “ley de transitoriedad jurídica”.
(Fuentes: Llibertat.cat / el diario.es / La Voz Libre)
La CUP concluye que debe haber un referéndum para activar la desconexión
El grupo de la CUP en el Parlament considera, en sus conclusiones de los trabajos de la Comisión de Estudio del Proceso Constituyente, que debe haber un referéndum unilateral en cataluña para activar la “desconexión” del Estado y antes de la convocatoria de una “asamblea constituyente”.
La CUP ha dado a conocer este mediodía sus conclusiones sobre los trabajos de la Comisión de Estudio del Proceso Constituyente, al finalizar hoy el plazo máximo para presentarlas, y teniendo en cuenta que el lunes serán debatidas y votadas las propuestas de todos los grupos.
Tras cuatro meses de actividad de esta comisión de estudio y de haber comparecido en ella diferentes expertos, la CUP ha analizado las diversas aportaciones y resumido sus conclusiones en diez puntos.
En el primero, la CUP sostiene que “actualmente no hay ningún margen de acción para el reconocimiento del derecho a decidir del pueblo catalán dentro del marco jurídico constitucional y legal español”, por lo que “la única forma posible de ejercer este derecho -argumenta- es por la vía de la desconexión y la activación unilateral de un proceso constituyente propio”.
A tal efecto, la CUP propone crear otra comisión parlamentaria, pero no de estudio sino de “seguimiento” del proceso constituyente, bajo la premisa de que “los poderes públicos catalanes dotarán de la financiación necesaria las diferentes fases” del mencionado proceso, y que “ninguna de las decisiones” que se adopten “será susceptible de control, suspensión o impugnación por parte de otros poderes, juzgados o tribunales”.
A criterio de la CUP el proceso constituyente debe constar de tres fases, la primera de carácter participativo para empezar a definir las bases de la “futura constitución catalana”, otra de “desconexión” con el Estado y de convocatoria de una “asamblea constituyente” que redacte una eventual “constitución”, y una tercera de “ratificación popular del texto constitucional mediante un referéndum”.
La CUP mantiene su apuesta por la posibilidad de que en la primera fase, la de participación ciudadana, se celebre una “consulta multireferendataria” para que los ciudadanos se pronuncien sobre el modelo constitucional que desean que tenga Cataluña.
Finalizada esta primera fase participativa, la CUP considera que el Parlament debe proceder a “romper con la legalidad del Estado español” mediante la aprobación de las tres leyes de “desconexión” que ya están siendo redactadas en el Parlament.
Para ratificar y “activar” las leyes de “desconexión”, la CUP propugna la convocatoria -bajo la nueva legalidad catalana que se crearía- de un referéndum unilateral de independencia, el cual también serviría de fundamento para convocar unas elecciones con las que establecer la denominada “asamblea constituyente”.
Ante la previsible suspensión por parte del Tribunal Constitucional de las tres leyes de “desconexión”, la CUP se anticipa estableciendo que dichas leyes “serán jerárquicamente superiores a cualquier otra norma o acto decisorio de cualquier ordenamiento jurídico” y, además, “serán de obligado cumplimiento para todos los poderes públicos, y las personas físicas y jurídicas sin excepción”.
(Fuente: La Vanguardia)
El referéndum unilateral gana apoyos entre independentistas
Día a día crecen las voces que apuestan por un referéndum unilateral y vinculante convocado desde el Parlament como vía para resolver definitivamente el conflicto político catalán. La propuesta supone una enmienda a la hoja de ruta de Junts pel Sí (JxSí), que contempla sólo un referéndum para validar una futura e hipotética Constitución catalana, y ha ganado apoyos y visibilidad tras las elecciones generales del 26 de junio. Y es que los resultados electorales, con la clara victoria del PP y la tercera posición de Unidos Podemos y las confluencias, imposibilitaron la posibilidad de celebrar una consulta de autodeterminación de Catalunya pactada con el Estado español, siguiendo el modelo de Escocia.
El RUI, como se conoce el referéndum unilateral de independencia, está lejos de generar unanimidad entre las formaciones soberanistas, aunque ahora mismo ya cuenta con defensores en todas ellas o, al menos, en su entorno. El debate alrededor de la cuestión se ha acelerado esta semana por varias razones. La primera, y seguramente más significativa, es que la Assemblea Nacional Catalana (ANC) celebra el viernes y el sábado una consulta entre sus asociados para preguntarles si quieren que la entidad “exija a las instituciones catalanas que convoquen al pueblo de Catalunya a un referéndum para decidir sobre la independencia”. El secretariado de la ANC se ha decantado claramente por el RUI como alternativa a la actual hoja de ruta de JxSí y el argumentario que ofrece a los asociados no deja lugar a dudas sobre su apuesta.
Paralelamente, en los últimos días ha habido artículos y entrevistas significativos tanto a favor como en contra de la propuesta. Tres ejemplos. En una entrevista en Vilaweb, el diputado de JxSí Germà Bel lo ha rechazado y ha afirmado que si se hace el RUI “será un 9-N [en referencia a la consulta independentista de 2014] pero patético”. En cambio, tanto la profesora de Economía de la Universitat de Barcelona Elisenda Paluzie como el profesor de filosofía Jordi Graupera han escrito sendos artículos en Crític defiendo el RUI. Paluzie formaba parte de la candidatura de JxSí el 27-S y es exmilitante de ERC, mientras que Graupera se sitúa en la órbita de la antigua CDC.
Además, el miércoles se publicó un manifiesto para pedir “un referéndum oficial y vinculante sobre la independencia” para el 2017. El texto, validado inicialmente por un centenar de personas, plantea esta opción “ante la creciente situación de colapso que sufre el panorama político catalán y español desde la celebración” del proceso participativo del 9 de noviembre de 2014. La iniciativa implicaría una modificación substancial de la hoja de ruta hacia la independencia de JxSí, algo que argumenta diciendo que “creemos que es imprescindible decidir el futuro político del país antes de aprobar una constitución en referéndum”. A nivel concreto, el manifiesto aboga porque el año que viene se apruebe una “ley de transitoriedad jurídica con los mecanismos de transición entre la actual legalidad española y la nueva legalidad de la República Catalana”. Y durante el mismo 2017, convoque y celebre un “referéndum de autodeterminación (…), con independencia de lo que pueda dictaminar el Estado español, amparado y sostenido de acuerdo con todo el ordenamiento jurídico internacional”. Y si gana el sí, entonces la cámara legislativa proclamaría la independencia.
Pero más allá del contenido, uno de los aspectos más significativos del manifiesto son sus adhesiones iniciales, entre las que se encuentran militantes y exdiputados de la CUP, como David Fernàndez y Antonio Baños; los tres diputados autonómicos de Demòcrates de Catalunya, la escisión independentista de Unió; algún cargo de ERC, como el concejal en l’Hospital Coque García, y antiguos dirigentes del partido, como Josep-Lluís Carod-Rovira; y muchas personas independientes, de las cuáles numerosas se sitúan en los entornos de ERC, la CUP y, también, de la antigua CDC, como los mencionados Jordi Graupera y Elisenda Paluzie. Entre las adhesiones también figura Joan Belda, miembro de Podem y concejal de Sant Adrià en Comú en Sant Andrià del Besós, un municipio metropolitano pegado a Barcelona.
La creciente presencia del RUI en la agenda política ha obligado a los partidos a posicionarse. La CUP fue el primero en defender esta opción y, de hecho, hace algunas semanas pidió al presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, que convocara una cumbre con la participación JxSí, En Comú Podem, Catalunya Sí Que es Pot y el PSC para abordar el RUI. Demòcrates de Catalunya se sumó hace más de un mes a la propuesta del RUI, mientras que las posiciones de ERC y CDC -ahora rebautizado como Partit Demòcrata Catala- son más complejas. Ninguna de las dos formaciones defiende el RUI, pero en ambos casos las voces que lo rechazan no son unánimes.
En el caso de ERC, el presidente del partido y vicepresidente de la Generalitat, Oriol Junqueras, ha manifestado que están “abiertos a todos los escenarios democráticos”, pero que JxSí ya cuenta con una hoja de ruta que quiere cumplir. En cambio, el cabeza de lista de la formación en las elecciones del 26-J, Gabriel Rufián, se ha mostrado más partidario del RUI, con el argumento de que el “desafío al Estado tiene que llegar tarde o temprano”. Eso sí, en sus intervenciones acerca de la cuestión, el diputado también ha recordado la existencia de una hoja de ruta en el Parlament, de manera que sí se quiere modificar para introducir el referéndum vinculante se tendría que buscar un “consenso” entre las fuerzas soberanistas.
La posición oficial del Partit Demòcrata Català es de rechazar la opción del RUI y dar cumplimiento al camino fijado por JxSí, que contempla la proclamación de independencia y su ratificación posterior con el referéndum de la Constitución. Pero, como casi siempre, hay matices. El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, comentó en una entrevista en el diario Ara que el RUI es una de las “muchas opciones posibles, y no tenemos que descartar ninguna de ellas”, para añadir que “tenemos una hoja de ruta y no nos hemos de desviar de ella”. En cambio, su predecesor, Artur Mas, y su núcleo de confianza lo han rechazado con el argumento que seria una repetición de la consulta del 9 de noviembre de 2014, a pesar de que en este caso se trató de un proceso participativo no vinculante. Por ejemplo, el diputado en el Congreso Francesc Homs -muy cercano al expresidente- aseguró hace unas semanas que en un referéndum unilateral los contrarios a la independencia “no irían a votar”, como pasó con la consulta de hace dos años.
(Fuente: Público / Autor: Marc Font)
- La CEDEAO rechaza plan de transición de Níger / Argelia impide a Francia sobrevolar su territorio para atacar Níger - 22/08/2023
- La marcha a pie de pensionistas andaluces a Madrid, que partió desde Rota el 21, llegó el pasado domingo 29 a la capital cordobesa - 30/09/2019
- Los partidos del gobierno de la Junta dan largas a la exhumación de Queipo. Para el PP no es prioridad, Cs escurre el bulto y Voxen contra - 30/09/2019
Síguenos en nuestras redes sociales: