La hipocresía del PSOE y Adelante Andalucía: Se escandalizan porque Vox presida la comisión parlamentaria que le otorgaron
Los grupos presentes en el mal llamado Parlamento de Andalucía, pues ni hay ni puede haber parlamento andaluz sin soberanía andaluza, cerraron un acuerdo por unanimidad para repartirse la composición de las mesas de las distintas comisiones parlamentarias: sus correspondientes presidentes, vicepresidentes y secretarios.
Once de las 16 comisiones que presiden los grupos se corresponden con cada una de las once consejerías del nuevo Gobierno andaluz que comparten el PP y Ciudadanos (Cs), mientras que las otras cinco son las de Estatuto de los Diputados; Control de la Agencia Pública Empresarial de la Radio y Televisión de Andalucía (RTVA) y de sus Sociedades Filiales; Seguimiento y Control de la Financiación de los Partidos Políticos con Representación en el Parlamento de Andalucía; Desarrollo Estatutario, y Asuntos Europeos.
Con independencia de la importancia política que les supone a los partidos el control de dichas mesas para impulsar sus respectivas campañas propagandísticas, también les conlleva diversas prebendas a sus componentes, como por ejemplo las económicas. Los presidentes de cada comisión, así como los portavoces de los grupos en las mismas, cobrarán un complemento de 508,46 euros; los vicepresidentes, 345,27 euros; y los secretarios, 182,08 euros, lo que se suma al sueldo que perciben como diputados autonómicos.
Como consecuencia de ese reparto consensuado al PP le corresponderá la Presidencia de cinco comisiones, mientras que el PSOE y Cs estarán al frente de cuatro de ellas, mientras que Adelante Andalucía lo estará de dos y Vox de una. El número de las mismas se ha realizado de acuerdo al número de parlamentarios de cada grupo parlamentario, mientras que la concretización de cuales con arreglo a un listado, de más a menos, con respecto a la importancia otorgada a cada una.
El PSOE ocupará dos presidencias de comisiones legislativas como la de Hacienda, Industria y Energía; y la de Fomento, Infraestructura y Ordenación del Territorio. También la presidencia de dos comisiones no legislativas, la de Desarrollo Estatutario.
El PP presidirá cinco comisiones, cuatro legislativas y una no legislativa. Las primeras son las de Presidencia, Administración Pública e Interior; la de Empleo, Formación y Trabajo Autónomo; la de Educación y Deporte; y la comisión de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible. De las no legislativas tendrán la de la Comisión del Estatuto de los Diputados.
Cs cuatro presidencias, tres legislativas y una no legislativas. Presidirá la comisión de Turismo, Regeneración, Justicia y Administración Local; y la comisión de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación. También tendrá la Presidencia de la Comisión de Control de la RTVA, de carácter no legislativo.
Adelante Andalucía tendrá dos presidencias, una de comisión legislativa y de otra de no legislativa. La primera es la comisión de Economía, Conocimiento, Empresas y Universidad. La no legislativa es la de Control de la Financiación de los partidos políticos con representación en el Parlamento de Andalucía.
Por último, los ultraderechistas de Vox estarán al frente de una sola presidencia, y de carácter legislativo, la de la Comisión de Cultura y Patrimonio Histórico.
Si os he aburrido desgranando el reparto consensuado de dichas comisiones es para que veáis, a través del mismo, la importancia que nuestros políticos oficiales conceden a cada materia, lo cual queda reflejado en las presidencias escogidas y concedidas.
En el caso de Vox, si obtiene la presidencia de la Comisión de Cultura y Patrimonio es porque, al ser el grupo parlamentario menor, le corresponde la que el conjunto de partidos consideran de menor importancia política y social, de ahí el que fuese situada en el último lugar en el listado de prevalencia elaborado de forma también consensuada por todos ellos.
Esta comisión incluye todo lo relacionado con la denominada “memoria histórica”, en realidad una continuidad de las políticas de desmemoria popular impulsadas por el régimen, al limitarla al breve periodo comprendido entre el Golpe de estado fascista y la consolidación del neofranquismo con la aprobación del primer Estatuto, y siempre dentro del falseado relato guerracivilista de lo acontecido.
Las diversas asociaciones que se mueven dentro del ámbito de esta concepción oficialista de la “memoria histórica” andaluza se ofendieron tras conocerse por los medios de la adjudicación a Vox de esta comisión y mostraron su rechazo e indignación por ello. Y, como no podía ser menos hablando de una comisión de “cultura”, ésta reacción ha provocado el que la izquierda del régimen represente una obra de teatro. Como si con ellos no fuera la cosa, tanto el PSOE como Adelante Andalucía han aparentado “rasgado las vestiduras”, escandalizándose porque un partido que está contra la memoria histórica presida dicha comisión.
La medalla al colmo del cinismo es para el PSOE, que ha llegado a proponer ahora, tras trascender lo pactado, no antes, un trueque. Que se les otorgue a ellos la presidencia de la Comisión parlamentaria de Cultura y Patrimonio Histórico, a cambio de que a Vox se le conceda la presidencia de la de Fomento, que le corresponde al PSOE según el reparto efectuado.
Vox detentará la presidencia de dicha comisión porque el PSOE y Adelante Andalucía lo han permitido. Hay que recordar que el reparto se efectuó por consenso. O sea, con la aquiescencia también de ambos grupos. Si no hubiesen querido a los ultraderechistas al frente de la comisión les hubiese bastado ofrecerles entonces ese trueque por otra.
Pero no lo hicieron así, y fue eso lo que provocó que hoy Vox esté al frente de la comisión que trata acerca de materias tan trascendentes para la identidad andaluza como su cultura, su patrimonio histórico y su memoria colectiva. Y no lo hicieron entonces por la sencilla razón de que para el PSOE eran más importantes otras materias, como hacienda o fomento, y para Adelante Andalucía economía o financiación de partidos.
El problema no radica en que Vox presida la comisión, sino en que la izquierda del régimen se la concediese en el mercadeo parlamentario. Es contra ellos contra los que se deberían revolver los colectivos memorialistas. Lo escandaloso no es que la ultraderecha presida esa comisión parlamentaria sino el que la “izquierda” oficial lo haya permitido y pactado.
Y lo escandaloso es la nula importancia real que PSOE y Adelante Andalucía, incluidos los grupos “andalucistas” que forman parte de la coalición, conceden a nuestra cultura, nuestro patrimonio y nuestra memoria histórica, como lo demuestra, además de que dejasen la comisión en manos de la ultraderecha, el hecho de que en el listado del reparto ésta ocupase los últimos lugares, también con su consentimiento.
Algo que, por cierto, a estas alturas no debería sorprender más que a los muy, pero que muy ingenuos, ya que la cultura o la memoria colectiva, las reales, no los sucedáneos promocionados, resultan imprescindibles para el resurgir y prevalencia de la identidad andaluza, y el papel otorgado por el Sistema a la izquierda del régimen y el “andalucismo” oficial es el de perpetuar el adormecimiento identitario para así contribuir a mantener distraído y confundido, en la quietud y el conformismo, a nuestro pueblo.
Paco Campos para La Otra Andalucía
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Magnifico artículo, Paco Campos. Y gracias por esta información, que es imposible encontrar en otro sitio.