Granada bate récord de contratos de trabajo precarios. Más contratos que nunca de menos de una semana y puestos de baja cualificación
Mientras Granada bate récords de turismo, año a año, mes a mes, también supera otro récord, más decepcionante: el de precariedad laboral. La provincia no solo sigue en el furgón de cola nacional en la lucha contra el paro, sino que el empleo que genera es cada vez más precario.
La precariedad no solo es una coletilla que repiten machaconamente los sindicatos. Es una realidad que muestran con toda claridad los datos del Ministerio de Trabajo. La primera evidencia de precariedad está en la altísima temporalidad de los contratos. Después de cinco años de supuesta recuperación económica, no se ha avanzado nada en la estabilidad del empleo.
De los 181.445 nuevos contratos de trabajo firmados en la provincia entre enero y abril de este año, menos de 6.000 fueron indefinidos (5.969). Únicamente el 3,3% del total, según las estadísticas del SEPE (antiguo Inem). A ellos se le suman otros 3.418 contratos temporales que se han convertido en fijos en esos meses. En total son unos 9.400 contratos indefinidos, el 5,1% del total, la mitad que a nivel nacional (10,2%). Solo hay cinco provincias en España con menor porcentaje de contratos indefinidos, y cuatro de ellas están en Andalucía.
Si examinamos los contratos temporales, la precariedad se acentúa. Nunca se han firmado tantos contratos temporales como este año y jamás se habían suscrito tantos que duraran tan poco. Entre enero y abril 8.559 contratos tuvieron una duración de menos de una semana, el 11,6% de los contratos de obra y servicio. En el mismo periodo del año pasado fueron 7.088. Y en 2007, antes de que se iniciara la crisis, en esos cuatro meses se firmaron 1.982 contratos de menos de siete o menos días, el 4,3% de los de obra y servicio. Es decir, ahora los contratos de menos de siete días se han multiplicado por más de 4.
Los contratos temporales más habituales son los de obra y servicio y los eventuales por circunstancias de la producción, estos últimos, precisamente, los más numerosos. En este caso la duración más baja que ofrece la estadística del Ministerio de Trabajo es de un mes. De los 91.870 contratos de este tipo firmados entre enero y abril, 75.824 duraron menos de un mes, la cifra más alta registrada nunca en Granada, y suponen nada menos que el 82,5% del total de esta modalidad contractual. Antes de la crisis, en 2007, representaban el 76%.
Puestos de baja cualificación
Esta es la realidad del mercado laboral de Granada, en el que la precariedad se evidencia, además de en la duración de los contratos, en el tipo de puestos de trabajo que se ofertan.
De esos 181.445 contratos de trabajo suscritos en los cuatro primeros meses de este año, 103.137 fueron para los empleos con peor cualificación: peones de la agricultura y la construcción y trabajos no cualificados del sector servicios. Es decir, el 57% de toda la contratación.
Nunca antes los trabajos con peor cualificación -y, por lo tanto, con menor salario- habían llegado a ese volumen y a ese porcentaje respecto al total. En el conjunto de España, por ejemplo, los contratos para esos puestos representaron en el mismo periodo el 38,6% del total, casi 20 puntos menos que en Granada.
Una evolución que ha sido en Granada mucho peor que a nivel nacional. En España, entre enero y abril de 2007 los contratos para peones y para trabajos no cualificados de servicios representaron el 34,4%. En el mismo periodo de 2019 han subido al 38,6%, poco más de cuatro puntos. Pero en Granada, ese porcentaje ha pasado del 37,8% de 2007 al 57% de ahora, 20 puntos más.
Es decir, antes de la crisis el peso de los contratos de baja cualificación en Granada y en España era parecido (algo superior en Granada), pero tras la crisis y la recuperación el empleo menos cualificado se ha disparado en Granada respecto al conjunto del país.
En un mercado de trabajo dominado por la precariedad y la baja cualificación del empleo, la única nota positiva ha sido el aumento del Salario Mínimo Interprofesional hasta los 900 euros, que al menos ha dado un mínimo de dignidad a muchos de los empleos ofertados, aunque en muchos casos siguen siendo muy bajos. Si antes en muchos convenios colectivos se podían ver tablas salariales con sueldos de 650 o 700 euros al mes, ahora las empresas deben ajustarse al nuevo SMI, como se puede comprobar, por ejemplo, en uno de los últimos convenios publicados en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP):
La tabla corresponde al convenio de la empresa Take Away Pad Thai Granada, dedicada a la restauración y reparto de comida tailandesa, publicado el pasado 2 de mayo, donde los sueldos predominantes son, precisamente, de 900 euros, el SMI de este año. Un salario muy bajo, pero que, probablemente, sin esa subida del salario mínimo sería aún más mísero.
(Fuente: El Independiente de Granada)
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