Estados Unidos lanza la segunda bomba atómica sobre Nagasaki
Un 9 de agosto Estados Unidos lanzó su segunda bomba nuclear sobre Nagasaki en 1945, tres días después de que la lanzara sobre Hiroshima. Decenas de miles de vida civiles murieron de forma instantánea; cientos de miles lo harían indirectamente con posterioridad. No había ninguna justificación militar, pues Japón ya estaba derrotado. Se trataba de provocar un efecto aterrador en todo el mundo más allá del país nipón, dejando claro que el mantenimiento de la hegemonía imperial de los EEUU se ligaba al ejercicio de una política genocida.
En realidad, esa ha sido la política que ha acompañado la intervención exterior de EEUU a lo largo del siglo XX y lo que llevamos del XXI. El esquema gráfico de más abajo es tan solo una selección de la interminable lista de crímenes estadounidenses en todas su variedades (bélicos, asesinatos políticos, destrucción económica,…).
Ciertamente hay otras potencias imperialistas que se han construido a base de crímenes de lesa humanidad. Y aún hoy se notan sus efectos neocoloniales. Francia, Inglaterra, Bélgica, Holanda, Alemania –por citar unos pocos– son naciones que históricamente han legado al mundo un extenso catálogo de terrorismo de Estado en países periféricos. Pero los EEUU los supera con creces en número y atrocidades, siendo el único país que ha utilizado de forma masiva la bomba nuclear.
Estados Unidos, y con él la OTAN que lidera, representan un peligro para la Humanidad. Ya no solo es que haya utilizado la guerra y el genocidio para imponerse como primera potencia imperial. Sabedor de la pérdida de base real de su hegemonía, amenaza con seguir incendiando el mundo ante la aparición de grupos de países que persiguen un desarrollo independiente; entre otras cosas, negándose a continuar alimentando el “dolarizado” parasitismo estadounidense. Eso explica la retahíla de intervenciones e invasiones en Yugoslavia, Irak, Yemen, Siria, etc. Una sucesión siniestra que no podía dejar de terminar por provocar, bastante a la desesperada ya, a Rusia y China a fin de desestabilizarlas para mejor someterlas. Esta es la verdadera causa de la guerra en curso en Ucrania y de los desa- fíos hostiles en Taiwan.
Esa sinrazón nos están arrastrando peligrosamente aquí, en Andalucía, con la presencia de bases militares y la pertenencia a un bloque al servicio de esa política genocida estadounidense. Nos colocan directamente en la diana ante un eventual desbordamiento de la creciente degradación bélica internacional.
Síguenos en nuestras redes sociales: