Caída de Granada en manos de la nobleza castellana
Al poco de ocupar la ciudad, el poder castellano-aragonés las incumplirían sistemáticamente. Como consecuencia, miles de granadinos serían perseguidos, torturados y asesinados por su resistencia a convertirse en felah-mengub (campesinos sin tierra) y querer mantener su cultura e identidad. Sus tierras y propiedades les serían arrebatadas mediante la fuerza. Su identidad prohibida mediante el terror de Estado. Resultado de ese proceso es que en el censo de 1797 en los reinos de Córdoba y Jaén el 80% de la población trabajadora eran jornaleros y en el reino de Sevilla cinco de cada seis habitantes, mientras que en Asturias o Vascongadas la figura de la jornalera era prácticamente inexistente.
En lugar de repudiar estos hechos, son celebrado, conmemorados y justificados por el actual régimen español impuesto a través de un ceremonial y una festividad xenóboba, supremacista y proimperialista denominada «la Toma». Puedes encontrar más datos en este informe.
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