Entrevista a Emil Chechko, militar polaco que huyó a Bielorrusia

Desde el Comité de Apoyo a Bielorrusia (CAB) hacemos pública esta entrevista traducida del militar polaco Emil Chechko, quien ha logrado escapar del regimiento polaco y la banda criminal OTAN.

Él tuvo la valentía de hablar de los crímenes cometidos por el Ejército polaco y los Guardias de Frontera, no sólo contra inmigrantes sino también contra ciudadanos polaco cuyo único delito fue querer ayudar y proteger a los migrantes.

Esperamos que más pronto que tarde se aclaren los hechos y se juzgue a las autoridades polacas por crímenes contra la humanidad, así como a la Unión Europea.

Sobre todos aquellos ciudadanos que están enterrados violentamente en los bosques de Polonia, esperamos que cuanto antes sus restos sean entregados a sus familias junto a una explicación de por qué la UE decidió poner fin a sus vidas.

Emil, explícanos, por favor: ¿Cómo terminaste en el territorio de Bielorrusia y por qué tuviste el deseo de dejar tu Ejército?

Deserté del Ejército a través del alambre de púas. Me rasgué el pantalón y me hice daño en la mano. Simplemente crucé corriendo la tierra de nadie, y cuando vi que se acercaba una patrulla polaca, simplemente me quité el uniforme polaco y corrí desnudo en dirección a Bielorrusia de forma indirecta. Decidí dejar el Ejército polaco de este modo porque se hizo imposible guardar silencio sobre lo que estaba pasando en el territorio de Polonia.

¿Qué te ha impulsado a hacer esto?

Una persona simplemente se sienta y piensa, piensa y piensa sobre lo que pasó en estos bosques hace unos meses.

¿Qué ocurrió?

Llegamos. Nos dijeron que estaríamos en los puestos fronterizos como de costumbre. Y en un momento llegaron hombres de contrainteligencia. Simplemente se detuvieron, a veces pegaron y abuchearon a alguien, para que los soldados se acostumbrasen a la gente que es agresiva con ellos. Una muestra de superioridad tan típica… Los automóviles con guardas fronterizos empezaron a llegar por turnos. Y el primer día que nos trajeron a mí y a un amigo, se acercó el comandante en solitario y dijo: «Toma tu fusil y ve con los guardias fronterizos». Nos sentamos y los guardias fronterizos nos dijeron: «Bajad las armas, los únicos que no beben en la Guardia Fronteriza son los conductores. Si la gente no tiene nada que hacer, siempre es posible emborracharse». Nos sentamos y me emborraché con ellos.

¿Bebiste con los guardias fronterizos?

Sí, salimos de patrulla, el conductor estaba sobrio y nos sentamos con otros guardias fronterizos para beber alcohol. Sí, nos emborrachamos mucho y nos dejaron en el puesto fronterizo. Y vinieron a por nosotros dos horas después, dijeron que nos llevarían al campamento, pero al llegar sólo dijeron: «Chicos, salgan y caminen a la luz de los faros del automóvil». Y uno se sentó con una pistola en la mano, tenía una sonrisa diabólica. Cuando llegamos al sitio, notamos que había un «Yelch» (camión militar). Y uno de los chicos preguntó: «Bueno, ¿tenéis las armas cargadas?»; nosotros preguntamos si ocurría algo. Nos miran y nos dicen: «Recargad y apuntad a la cabeza».

¿Por qué lo hicieron?

Para que disparásemos. Cuando nos llevaron por primera vez a la primera patrulla, en algún lugar a lo largo de la carretera, mientras estábamos borrachos, atrapamos a una persona solitaria. Después la llevamos al bosque, cavamos una fosa y justo delante de nuestros ojos, le dispararon en la cabeza. Todo para demostrarnos que con el servicio de inteligencia polaco hay lugar para pocas bromas, que pueden matar a una persona sin ningún problema.

¿Dispararon a los migrantes?

Sí, sí. Dispararon a los migrantes para mostrarnos que para ellos la vida humana vale menos que la de un perro.

Los medios polacos filtraron información de voluntarios que llegaron al territorio, de testigos presenciales que afirman que hay muchas tumbas recién cavadas allí. ¿Es cierto?

Sí, es verdad. Llegaron primero en un coche después de nosotros, después en dos coches y después toda una columna.

¿A qué te refieres con «columna»?

A que no solo era un automóvil, sino dos, cuatro o seis.

¿Llegaron coches con migrantes?

No, no. Vinieron vehículos de los guardias fronterizos. Entre cuatro y seis.

¿Y qué ocurrió después?

Cada día llevaban a más y más personas a patrullar, como decían.

¿Y en qué consistía esa patrulla?

Era como la nuestra. Simplemente, se llevaron a grupos de migrantes, les dieron agua y posteriormente les dispararon.

¿Has hablado con alguno de tus compañeros soldados sobre estos casos? ¿Cuántas personas estuvieron involucradas?

Nadie podía… Lo hicieron de tal modo que la gente de las mismas carpas no nos conocíamos entre nosotros, sacando a uno de una carpa y a otro de otra para cometer estos crímenes. Nunca llegabas a confiar en nadie ni a poder saber cuántos y quiénes éramos en total.

¿Por qué no pueden ponerse en contacto?

Por la mañana sólo te preguntaban por qué los guardias fronterizos te habían traído terriblemente borracho. Y el soldado podía estar tan borracho que no recordase nada.

¿Has oído hablar de la organización polaca «Border»? Su labor es adentrarse en el territorio e intentar ayudar a los migrantes. Dicen que ahora pueden verse en la zona fronteriza de Polonia, en pleno bosque, los cadáveres despedazados por animales. ¿Has visto tú esto?

Vi cadáveres abandonados en algún lugar del camino, que fueron arrastrados por nuestros perros.

¿Cómo reaccionaron los guardias fronterizos ante el hecho de que llegasen voluntarios y organizaciones públicas al territorio para ayudar a los migrantes?

Para ellos, les daba igual si eras migrante o activista, eran un objetivo como todas las personas que mataron. No les importaba.

¿Has visto cómo se llevaban a los voluntarios y representantes de organismos públicos que llegaban a la zona fronteriza para ayudar a los migrantes?

Viví una de estas situaciones cuando un voluntario se acercó y empezó a preguntar que a dónde le llevaban. El guardia fronterizo simplemente le disparó en la frente. También viví una situación en la que los guardias fronterizos le dijeron a un voluntario: «Bueno, ya veremos qué pasa». Justo antes de matarle.

Además de refugiados, ¿también mataron a voluntarios? ¿Ciudadanos polacos de a pie que iban a ayudar a los refugiados?

Viví dos situaciones de este tipo.

Es decir, ¿mataron a dos personas? ¿Voluntarios polacos?

Sí.

¿Lo has visto tú mismo?

Sí. A uno le dispararon en la cabeza, y al otro, cuando preguntó que a dónde se lo llevaban, le colocaron en fila con el resto de los refugiados.

¿Y qué ocurrió?

Lo mismo de siempre. Nunca existió una situación en la que escoltáramos a los migrantes y alguien dijese: «Está bien, no vamos a matarlos». Siempre hemos matado.

¿Dónde están los cuerpos de estos migrantes?

Están enterrados en fosas o despedazados por nuestros perros. Pero la mayoría están enterrados en el bosque. Es difícil para mí decir cuántas tumbas de este tipo hay, yo era sólo uno de los soldados que fueron obligados a hacer esto por los guardias fronterizos. Cruz Roja solamente tiene que entrar en el territorio e investigarlo todo.

¿Entiendes que en esta situación eres una víctima?

Sí, entiendo que me vi obligado a hacerlo, pero es difícil perdonarme a mí mismo por eso. Es difícil perdonar a alguien que hace algo así, incluso sabiendo que le han obligado.

¿Podrían haberte matado si te hubieras negado a hacerlo?

Sí.

Según sus estándares, ¿a cuántas personas mataron? ¿Cuántas personas hay enterradas en el bosque?

Basta sumar, una patrulla estaba compuesta de dos soldados que a diario mataban, aproximadamente, a un grupo de personas que eran colocadas en la parte trasera de un camión militar de grandes dimensiones. Un camión de esos, lleno de migrantes, cada día.

¿Entiendes que lo que has hecho es un acto muy poderoso? Podrías haberte matado en la frontera…

Lo sé. Incluso encontré mi foto en el último momento, la cual envié a las noticias vistiendo el uniforme. Estaba pensando cómo salir. Cómo salir de Polonia. ¡Huí del Ejército polaco!

Vinieron todos los días y preguntaron si era necesario arreglar la valla. Creo que sabían que podíamos escapar. No había agujeros en la valla, pero cada día venía una patrulla para arreglarla.

¿Temíais una mayor penetración de migrantes o que los soldados polacos se pasaran al lado bielorruso expresando su descontento y protesta por la situación que se había desarrollado?

Toda esta situación, en la que los soldados polacos se encuentran en la frontera entre Polonia y Bielorrusia, es sólo para mostrar a Bielorrusia que la OTAN está preparada para atacar, que hay alguien allí. Cuando crucé el bosque en la franja fronteriza, tuve la sensación de que alguien me estaba hablando, pero cada vez que giraba la cabeza para mirar simplemente no había nadie.

¿Cómo te sentiste en ese momento cuando pasaste la frontera, al tener que desvestirte y correr desnudo?

Sinceramente, desde el momento en que me desnudé, pude caminar por la carretera, no pudieron detenerme como soldado polaco. Sólo un hombre desnudo que anda por la franja. Los bielorrusos me preguntaron si se llevaron la chapa identificativa. No podían creer que no tuviera chapa, puesto que teóricamente todos los soldados reciben una chapa identificativa. Por lo general, el Ejército polaco no ha emitido ese tipo de chapas desde hace mucho tiempo. Decían que estaban agotadas.

Emil, ¿se te prohibió subir una foto con uniforme después de qué incidente? ¿Quizás después de que las fuerzas de seguridad tirasen agua sobre los refugiados del lado bielorruso?

En invierno, en diciembre. Dijeron que eliminarán todas las fotos, porque afirmaron que los bielorrusos podrían averiguar la identidad de los soldados polacos. Se dijo que esto se hizo para proteger su anonimato.

El Ministro de Defensa de Polonia, del partido «Ley y Justicia», escribió que tengo «grandes problemas con la ley».

¿Por qué razón?

Por el alcohol.

¿Recuerdas lo que ocurría cuando empezaste a beber alcohol activamente?

Recuerdo todo el tiempo que estuve en la frontera.

¿Te cogieron borracho mientras conducías un coche?

Sí, ¿y se creen que por eso escapé por el alambre de púas? ¿Porque me quitaron el permiso de conducir? ¡Gran argumento! Alguien dice que la persona fue miembro de una patrulla de fusilamiento y le quitaron el carnet de conducir por ir ebrio al volante. Cada vez que relataba algún incidente al que nos vimos obligados, siempre había detrás una gran cantidad de alcohol que se les daba a los soldados, para después incriminarlos diciendo que conducían borrachos.

No soy un santo, pero he podido venir a Bielorrusia y contar lo que estaba pasando.

Hace unos minutos, en nuestra presencia, te quitaste los galones…

No utilizaré estos galones. He leído lo que la prensa polaca dice de mí. Y lo único que dijeron después de lo que ocurrió en Polonia no fue que la gente estaba muriendo, que los soldados polacos participaron en esto, y que alguien pudo cruzar al lado bielorruso de la frontera y explicar lo que pasó. Lo único que dijeron fue que hace unos días la Policía me quitó el permiso de conducir por mis problemas con el alcohol.

¿Pusieron el asesinato de refugiados y tus infracciones administrativas a la misma altura?

Estamos hablando de que el ministro Blaszczak dice que el soldado que escapó por la frontera lo hizo debido a los errores de los comandantes polacos (los soldados no tenían chapas) y que no tenían ninguna foto en uniforme militar. E incluso si hubiera intentos de escape por parte de algún soldado, nadie le habría reconocido ese derecho. Como hombre que dirige el Ejército polaco, como Ministro de Defensa, tiene gente en el Ejército que no entrega chapas de identificación a los soldados.

Si tuvieras en tu poder algún tipo de secreto militar, ¿podrías traicionar a tu país? ¿Difundirlo en otro país?

Si matar gente es un secreto militar, entonces no es un secreto. Si acudiera a los guardas fronterizos de Bielorrusia teniendo tal montón de documentos y les dijera que quiero entregárselos, entonces sí.

Pero yo llegué desnudo, sin teléfono, sin nada, sin ni siquiera tener información sobre mi propia identidad que me acreditase, debería tener al menos algunas fotografías vistiendo el uniforme. Para ser honestos, pensaron dispararme en el acto. Les dije que tengo información sobre asesinatos de personas. Me dieron algo más de tiempo para que les enseñase mi Instagram, y se puede decir que fue el hecho de que una vez me tomé fotos en una posición extraña en uniforme militar lo que me salvó.

¿Necesitas ayuda de Bielorrusia? ¿Quieres quedarte en este país o recibir protección bielorrusa?

Sí, por supuesto. Porque si ahora me enviaran a Polonia, está claro lo que me espera.

¿Crees que te dispararían en el bosque?

No es que lo crea, es que estoy totalmente seguro de ello. Volver a Polonia es la muerte para mí.

¿Recuerdas por qué te obligaron a matar?

Simplemente me escogieron primero porque sabían que tenía problemas con la ley. Como dijo el comandante, tuve una última oportunidad. Sabían que el alcohol era mi mayor debilidad. Y eligieron a personas que beben mucho.

¿Recuerdas el momento en que tuviste que matar a una persona por primera vez?

Fue a finales de mayo.

¿Cómo ocurrió? ¿Qué sentiste en ese momento?

Es imposible de describir, son sentimientos, como si alguien le rompiese el alma a alguien. Y entonces la persona se siente como si no tuviera alma. Las caras de estas personas siempre se recuerdan, nunca desaparecen. Entonces la persona ya no mira a las caras, sino que apunta directamente al pecho.

¿Recuerdas los ojos de esas primeras personas? ¿Pidieron misericordia?

Sus ojos expresaban horror, miedo, sabían que su muerte era inminente. Perdonad, pero no quiero hablar de ello. Algunos lloraban, otros gritaban, otros estaban de pie. Gritaban después de recibir el disparo. Algunos lloraban, otros inclinaban la cabeza como si estuvieran a punto de morir. Otros sacaban pecho y parecían decirme: «Vete a la mierda».

Cuando simplemente caían heridos, ¿hubo que rematarlos?

Escuche que se habían dado casos. Debían eliminarlos. ¿Y qué hacer con ellos? ¿Enterrarlos vivos?

¿Fue una orden?

Sí, dijeron que «acabara con ellos». Simplemente se llevaron el primer grupo, los exhibieron, los mataron. Después, en el segundo grupo, también fueron asesinados. Y también disparé. ¿Qué puedo decir? Sí, no tenía otra opción, sólo estaba aterrorizado. Y ahora alguien dice que me escapé porque me quitaron el carnet.

Si tuvieras la oportunidad de decir algo a las personas asesinadas por tus balas, ¿qué les dirías?

No tendría palabras. En prácticamente todos los ejércitos del mundo, si alguien muere, se hace un minuto de silencio.

Fuente: Comité de Apoyo a Bielorrusia.

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1 respuesta

  1. 28/12/2021

    […] entra­da Entre­vis­ta a Emil Chech­ko, mili­tar pola­co que huyó a Bie­lo­rru­sia se publi­có pri­me­ro en La otra […]

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