Entre 2010 y 2016 los bancos centrales de la zona euro ganaron 7.800 millones a costa de la deuda griega gracias a Syriza

grecia

El pasado 10 de octubre Mario Draghi (en la foto adjunta junto a Tsipras), presidente del Banco Central Europeo (BCE), revelaba lo que hasta ahora era “vox populi” pero se desconocía públicamente la cuantía. Los bancos centrales de los países miembros de la zona euro obtuvieron unas ganancias de 7.800 millones de euros de beneficios a costa de los títulos de deuda griega.

En una carta de Mario Draghi dirigida al eurodiputado griego Nikolaos Chountis revela que los distintos Estados miembros de la zona euro se han estado beneficiando ampliamente a costa de la deuda griega en un periodo como es 2012 a 2016 de lo más convulso tanto política como económicamente.

El pago de la deuda griega para beneficiar a la banca privada europea

Éric Toussaint cuenta en el diario Público http://blogs.publico.es/dominiopubl… toda esta operación detalladamente, pero nosotros solo comentaremos algunos de los elementos principales por él mencionados. De esta manera nos dotaremos de una idea general de las consecuencias de la política neoliberal de los distintos gobiernos griegos. Incluso el de Alexis Tsipras, que se presentó como el “gobierno antiajuste” y ahora es el “gobierno ajustador” preferido por la Troika.

Draghi comenta en su carta al eurodiputado que ello solo “concierne a los Estados miembros de la zona euro”, y no al BCE ni a los bancos centrales nacionales. Cínicas palabras cuando es el BCE el articulador de este andamiaje financiero.

Entre 2010 y 2012 el BCE compró títulos griegos como parte del programa Securities Markets Programme (SMP). Toussaint, agrega además que a esas ganancias obtenidas por los títulos se les sumaría los beneficios obtenidos por las compras denominadas Agreement on Net Financial Assets (ANFA).

Es más, 14 países de la zona euro concedieron préstamos bilaterales a Grecia en 2010 con unos tipos de interés de cerca del 5%, obteniendo abultados beneficios por los intereses. De esta manera, Alemania, logró más de 1.300 millones de euros de beneficios.

La ingeniería financiera del BCE, al servicio de los principales bancos centrales de la UE lo que trataba era de garantizar el no quiebre de ninguno de ellos debido a su exposición a la crisis y en particular a los capitales financieros en Grecia. Mientras el BCE -con la aplicación del Quantitative easing (QE)- compraba títulos alemanes por 400.000 millones de euros que no le daban ningún rédito -sí a la banca alemana, obviamente, por estar en niveles negativos o nulos-, compraba títulos griegos que le aportaron 7.800 millones de euros de beneficio.

El Sí al pago de la deuda por syriza genera beneficios… a la banca

En este marasmo de operaciones y complejos conceptos financieros debemos contextualizar. De 2010 hasta 2015 son los años en que más arrecia una de las crisis económicas mundiales más importante del siglo XX, la UE se encuentra en estado de “peligro por derrumbe” y se experimenta una geopolítica cada vez más conflictiva. Es en ese marco que el BCE mediante estas operaciones trataba de socializar las ganancia para los bancos mientras socializaba las pérdidas para los pueblos trabajadores para evitar el quiebre del sistema financiero de los principales estados europeos, como el alemán.

En ese marco, Syriza llega al gobierno heleno a fines de enero de 2015 con la promesa de terminar con los dos “memorándum”, es decir, los planes de austeridad firmados por sus predecesores del PASOK y Nueva Democracia con los acreedores representados por la “troika” (la Unión Europea, el FMI y el Banco Central Europeo) bajo dirección del imperialismo alemán.

La aplicación de estos planes durante los últimos cinco años dejó en la ruina al pueblo griego, con una desocupación del 27% (que alcanza al 60% en la juventud) para pagar una deuda que asciende a casi el 180% del PBI y evitar una crisis bancaria y del euro.

La ilusión duró poco, no más de cinco meses. A pesar del rotundo triunfo del NO al ajuste en el referéndum del 5 de julio, el primer ministro griego, Alexis Tsipras, capituló ante las exigencias de la “troika” aceptando el chantaje de un brutal paquete de ajuste a cambio de un nuevo “rescate”.

El pueblo trabajador griego demostró, y lo sigue haciendo, estar en contra del pago de la deuda así como el conjunto de la política neoliberal de “ajuste” de la troika que ahora aplica el gobierno de Syriza. Después de unos años de “gobierno de izquierda”, viéndolo con mayor perspectiva, queda refutada la crítica anticapitalista al programa tibio de Syriza y de la izquierda reformista en general, si incluimos Podemos.

(Fuente: La Izquierda Diario / Autor: Carlos Muro)

Francisco Campos

Francisco Campos

Nació en Sevilla en 21 de julio de 1958. Trabaja como administrativo. Es autor del libro "La Constitución andaluza de Antequera: su importancia y actualidad" (Hojas Monfíes, 2017).

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