Dos millones de personas se movilizan en el Estado francés contra la reforma de pensiones

400.000 manifestantes en la manifestación de Paris. Más que el 5 de diciembre de 2019, el inicio de la batalla contra la anterior reforma de pensiones. Más que el 31 de marzo de 2016, el primer gran día de manifestación contra la ley laboral. Más que el 7 de septiembre de 2010, el primer día de la movilización de otoño contra la reforma de Sarkozy. Para encontrar manifestaciones de tal magnitud en el Estado francés hay que remontarse a 2010, o incluso a 1995, dos grandes huelgas que muchos manifestantes recuerdan hoy a pocos años de su jubilación.

La manifestación más importante de la era de Emmanuel Macron. Unidos en una misma consigna por primera vez desde 2010, los sindicatos lo lograron con creces en su reunión, este jueves, contra la reforma de las pensiones. Cuatro días antes de la presentación del texto en el Consejo de Ministros, han sido 2 millones en todo el Estado francés según la CGT (1,12 millones según el Ministerio del Interior). 

La cifra anunciada por la CGT es tanto más importante cuanto que la jornada de huelga fue anunciada hace apenas nueve días. Para algunos manifestantes, que a veces permanecían bloqueados durante dos horas en la Place de la République parisina sin poder moverse un metro, la impaciencia por poder participar en una manifestación se convirtió en alegría por no poder moverse, ya que las calles de la capital parecía demasiado estrechas para dar cabida a tal movilización.

El éxito de hoy da inicio a una nueva batalla en la lucha de clases. La intersindical ya ha anunciado otra jornada de movilización para el 31 de enero.

La huelga masiva paralizó el transporte en todo el hexágono

El llamamiento a la huelga por parte de los trabajadores ferroviarios de la SNCF fue seguido enérgicamente. Con un 80% de huelguistas en conducción, un 60% en subestaciones eléctricas, un 50% en controladores, un 42% en señaleros, un 47% en jefes de estación o en mantenimiento de trenes, las cifras se acercan a las del 5 de diciembre de 2019.

En la RATP, la huelga sigue con fuerza en el metro y en el sector de mantenimiento. La red de metro está casi paralizada con tres líneas completamente cerradas (8,10 y 11) y diez líneas operando solo con tráfico limitado en horas punta. Muchas estaciones de metro están cerradas y solo funcionan las líneas 1 y 14 totalmente automatizadas. La movilización es menos seguida a nivel de buses con 2 de cada 3 buses circulando. Una movilización general levemente inferior a la del 5 de diciembre de 2019.

En total, el 90% de los trenes TER se han cancelado y más del 50% de los TGV se cancelan de media en todos los ejes de transportes del Estado francés: “en el eje Norte como en el eje Sureste, solo circulará 1 TGV de cada 3. Habrá 1 de cada 4 TGV en el eje Este. En el eje Atlántico, será necesario contar 1 TGV de 5 el jueves. En el lado de OuiGO, solo funcionará 1 de cada 3 trenes. según Ecos.

En las grandes ciudades como Toulouse, Marsella o Burdeos, el movimiento huelguístico fue muy seguido, como lo demuestran los disturbios con muchas líneas de transporte paralizadas.

En Toulouse, en los tres depósitos de la red Tisséo, hay un 50% de huelguistas con piquetes y barreras filtrantes a la salida de los autobuses. La red está prácticamente paralizada. En Marsella, en ciertos depósitos de la red urbana de RTM, el nivel de huelguistas supera con creces el 50% con, por ejemplo, un 75% de huelguistas en el depósito de RTM Saint-Pierre. Muchas líneas de tranvía están interrumpidas en la ciudad de Marsella.

Buena parte de los trabajadores del transporte respondieron así a esta primera movilización contra la reforma de las pensiones. Tanto para los huelguistas de la SNCF como para los de la RATP y las empresas de transporte urbano, el desafío ahora es consolidar y renovar el movimiento huelguístico para poder construir el equilibrio de poder que comenzará a enfrentarse al gobierno.

Fuentes: Libération / Révolution Permanente.

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Samuel Axarquía

Nacido en la comarca de la Janda. Asentado en la Axarquía. Me gano el pan como administrativo.

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