Catalunya: Rovira (ERC) justifica la inacción tras la DUI afirmando que “el gobierno español nos amenazó con muertos en la calle”

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“El gobierno español amenazó con muertos en la calle”. La secretaria general de ERC, Marta Rovira, ha revelado que el ejecutivo de Rajoy amenazó al Govern que, si seguían con la vía independentista, se llegaría a un clima de “violencia extrema” en la que ya no se hablaría de “balas de goma” sino de “balas”. “Directamente nos decían esto: que habría sangre y que teníamos que parar porque no dudarían esta vez, y que esta vez no serían pelotas de goma sino que la cosa sería claramente contundente”, ha afirmado.

Rovira ha explicado que estos episodios de violencia no vendrían con un despliegue de la Policia Nacional o la Guardia Civil, como en el 1-O, sino que procederían de ejército español. “Entraban armas en el cuartel de Sant Climent Sescebes” y “el ejército estaba en operativo”, ha explicado Rovira en una entrevista en El món a RAC1. Según ha apuntado, la amenaza del gobierno español llegó a través de “múltiples vías” después de la represión policial del referéndum del 1 de octubre y perseguía el objetivo de parar los planes independentistas del Govern.

En declaraciones a la emisora de radio RAC1, la dirigente comentó que las advertencias sobre el riesgo de violencia fueron trasladadas por Puigdemont y el propio Junqueras en los días posteriores al referéndum independentista del 1 de octubre, en los que debían decidir si convocaban elecciones o seguían adelante con la declaración unilateral de independencia (DUI). Ambos exdirigentes catalanes, según Rovira, dijeron “que estas fuentes eran muy contrastadas y ponían otra vez sobre la mesa que había que desescalar la tensión”.

Según Rovira, tanto el presidente de la Generalitat cesado, Carles Puigdemont, como su vicepresidente, Oriol Junqueras, “con mucha insistencia ponían sobre la mesa que las fuentes que llegaban eran contrastadas y ponían otra vez sobre la mesa que había que rebajar la tensión”, y también fueron informados de movimientos de armas en Sant Climent Sescebes (Girona), donde el Ejército tiene una base militar.

Asimismo, ha revelado que el Govern se planteó suspender el referéndum del 1 de octubre por las cargas policiales y que así se lo comunicó a las juntas electorales: “Nos contestaron que ya podíamos ir haciendo declaraciones políticas que la gente de este país pensaba votar”.

La republicana ha advertido que la escalada de violencia, que ya fue advertida por la CUP, fue el principal condicionante con el que chocó de frente para desplegar la independencia. “El Govern se había preparado. Lo que el Govern no estaba dispuesto a aceptar era este escenario”, ha expuesto la secretaria general de los republicanos sobre el ejecutivo de Rajoy, que ha calificado de “fascista” y de actuar de manera “unilateral y agresiva”.

Las amenazas del Estado contra la declaración de la República habían sido apuntadas por Puigdemont. Al llegar a Bruselas, Puigdemont aseguró que si se hubiera quedado en Cataluña y protagonizado “una cierta resistencia”, habría habido “una reacción de enorme violencia por parte del Gobierno”, por lo que dijo que no quería “exponer a la población de Cataluña a otra jornada de violencia”, como la del día del referéndum del 1-O, explicó Puigdemont ese día.

Puigdemont explicó su exilio en Bélgica, precisamente como consecuencia de los “datos de fuentes contrastadas que indicaban que el Gobierno español planteaba una ofensiva altamente agresiva y sin precedentes contra el pueblo de Catalunya”. El  Govern “ha preferido garantizar que no habrá violencia”, añadió.

El Ejército tomaría puertos, presas y nucleares de Cataluña

El Ejército español estaba preparado para “garantizar en Cataluña el control y normal funcionamiento de las denominadas infraestructuras críticas”, como puertos, aeropuertos, red y estaciones de ferrocarril, centrales nucleares, eléctricas, presas o incluso el Centro de Telecomunicaciones y Tecnologías de la Información (CTTI), afirmaba el día anterior al 1-O el diario OkDiario.

La declaración de independencia y la creación de la república catalana el pasado viernes (no reconocida por la comunidad internacional ni el Gobierno español) provocó la activación del artículo 155 de la Constitución española por parte del Gobierno central, que implicó el cese de todo el Govern, entre otras medidas. Algunos analistas consideran posible que las Fuerzas Armadas intervengan para devolver la normalidad a la región.

Para ello, los militares podrían tomar numerosos lugares en Cataluña considerados “infraestructuras críticas”. Por ejemplo, los que estén relacionados con sectores como el energético, es decir centrales eléctricas o de gas, depósitos de hidrocarburos, o el nuclear, como las centrales nucleares de Ascó o Vandellós, en Tarragona.

No hay que olvidar el sector de transportes, en el que se incluyen los aeropuertos de El Prat, en Barcelona (capital catalana), así como los puertos de la capital regional o Tarragona, estaciones como la de Sants, además de las carreteras y autopistas de la comunidad autónoma que conectan con regiones vecinas como la Comunidad Valenciana o Aragón, entre otras.

En el sector hídrico, el Ejército podría intervenir presas o embalses, como los de la cuenca del Ter o el de Llobregat, en lo que se refiere al sector químico podrían tomar el control de almacenes de sustancias químicas, armas y explosivos, y en el ámbito sanitario, hospitales importantes de distintas ciudades como el Vall d’Hebrón barcelonés, vacunas o material biológico.

No se considera improbable que las Fuerzas Armadas decidan ‘asegurar’ lugares del sector de alimentación, investigación, finanzas –como la Bolsa de Barcelona–, y espacio, que tiene que ver con los centros de control y telecomunicaciones.

El diario relata cómo las fuerzas de seguridad del Estado desde septiembre ya vigilaban algunos de estos lugares las 24 horas del día por orden del Ministerio del Interior, para prevenir ‘ataques de grupos radicales o antisistema de los independentistas’ ante el referéndum del 1 de octubre.

 

 

 

 

El gobierno desmiente pero no se querellará

El presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, considera “una vergüenza” las acusaciones al Ejecutivo de la secretaria general de ERC, Marta Rovira, de haber amenazado por “múltiples vías” con enviar al ejército y con “muertos en las calles” si se mantenían los planes independentistas. Rajoy ha respondido a las palabras de Rovira en declaraciones a los periodistas en Göteborg, donde ha participado en una cumbre social de los líderes de la UE.

En la misma línea que lo expresado por el portavoz del ejecutivo, Íñigo Méndez de Vigo, Rajoy ha querido desmentir categóricamente las palabras de la republicana. “Eso es una vergüenza. Ya no hay calificativo que tenga para aplicar a esta afirmación. Dejémoslo en el hecho de que es absolutamente falso. Es una enorme mentira y, sobre todo, es una vergüenza”, ha insistido. Y ha proseguido: “En la vida no vale todo. Cada uno puede defender sus posiciones como quiera, pero eso es intolerable”, ha sentenciado.

Rovira afirmó justifico que ano aportara pruebas en que “Hay cosas que no se pueden decir porque si las contamos pueden complicar su situación judicial”, en referencia a los encarcelados del procés, los Jordis y los ex consellers del anterior Govern. Se limitó a especificar que “muchas fuentes diferentes, contrastadas y fiables nos informaba que estaban entrando armas en Cataluña y que el ejército estaba viniendo”.

No obstante Rovira añadió que desvelaría esas fuentes y aportaría pruebas dirante un hipotético juicio en caso de que se querellaran contra ella por sus declaraciones. Curiosamente, Mariano Rajoy no se querellará contra la secretaria general de ERC. Lo exponían fuentes del ejecutivo este viernes en los pasadizos de la Moncloa recordando que eran “declaraciones políticas”, aunque el portavoz Íñigo Méndez de Vigo las había tildar de “burda mentira” en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.

(Fuentes: El Nacional.cat / naiz.info / eitb / La Información / Hispan TV)

Francisco Campos

Francisco Campos

Nació en Sevilla en 21 de julio de 1958. Trabaja como administrativo. Es autor del libro "La Constitución andaluza de Antequera: su importancia y actualidad" (Hojas Monfíes, 2017).

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