Carta de Georges Abdallah (preso político palestino) desde las prisiones francesas

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Querid@s camaradas, queridxs amigxs, me llena de fuerza y entusiasmo y también me da ánimos saber que estáis reunidos este 18 de marzo -Día Internacional de los Prisioneros Revolucionarios-. Ciertamente cuando se está tras estos abominables muros durante años, la participación en esta jornada es un día muy especial que no puede más que fortalecer y reforzarnos en la convicción de que es partiendo de la diversidad de las luchas solidarias desde donde se puede avanzar en la movilización pero encuadrando siempre esta lucha dentro del marco de la lucha anticapitalista, antiimperialista.

Camaradas, a lo largo del año pasado, se han desarrollado, desde la diversidad de vuestro compromiso destacadas iniciativas solidarias que he seguido, al igual que otros muchos camaradas y amigos desde otros lugares, con mucha atención y también con mucha emoción… Especialmente vuestra movilización en París y delante de la cárcel de Lannemezan.

Seguramente, camaradas, coordinar la movilización de las distintas estructuras solidarias no siempre es una tarea fácil de desarrollar. Esto no ha impedido que hayáis conseguido conjugar las diferentes ideas y habilidades y sobre todo habéis conseguido inscribir las diferentes iniciativas en una iniciativa a nivel global en la lucha actual. Y esto es de una importancia capital: saber y poder desarrollar el enfoque de la lucha solidaria dentro la dinámica de la lucha actual.

A lo largo de los pasados años camaradas, y a través de las múltiples iniciativas que habéis desarrollado habéis demostrado muy eficazmente que es siempre en las instancias políticas donde se deciden el castigo y las condenas que impone la justicia cuando los protagonistas son los revolucionarios encarcelados.

Habéis participado muy eficazmente para desenmascarar el ensañamiento judicial como una venganza del Estado. Pero aún es necesario concretar más compañeros, esta persecución judicial ni es fortuita ni es gratuita; se inscribe en el conjunto de la dinámica global de la contrarrevolución preventiva… Desde las cárceles sionistas a las celdas de Marruecos, a las celdas de aislamiento de Turquía y aquellas aún más tenebrosas de Grecia, Filipinas y otros lugares de Asia y de todo el mundo, el objetivo siempre es el mismo: la persecución judicial no es más que un elemento de una gran variedad de medidas puestas a disposición de la contrarrevolución preventiva permanente. Por supuesto este paquete de medidas y leyes sigue creciendo más y más, a medida que el sistema se hunde en su crisis.

La crisis del capitalismo moribundo, en su fase de putrefacción avanzada, ya está aquí, ante nuestros ojos a nivel mundial, tanto en los centros del sistema como en sus periferias. Basta con mirar y querer ver toda la barbarie, las masacres y los bombardeos “quirúrgicos” y las ya rituales expediciones en África, en Oriente Medio y en otros lugares. Basta con mirar a toda esa masa de hombres y mujeres y niños que se echan al mar empujados por los asesinatos, el miedo o el hambre… Pero también aquí en el vientre de la bestia, en Europa, en los Estados Unidos y en otros lugares de Asia donde las perspectivas más fascistas se apoderan de sectores de la población desorientados por el paro, la precariedad de los servicios básicos y el avanzado proceso de desclasamiento social…

La crisis del capitalismo está aquí. Pero es necesario ir más allá de la simple constatación de sus manifestaciones ya mencionadas y denunciar las causas profundas de esta crisis insalvable del capitalismo y por esto mismo desenmascarar la inutilidad de las diferentes propuestas reformistas que florecen todos los días en los medios de la izquierda socialdemócrata y sobre todo electoralista, tanto en Francia como en otros países de Europa…

No hay salida a la crisis dentro del capitalismo. El capitalismo globalizado es el capitalismo que hoy existe. Y la agonía de su mundo terminará solo con la sustitución del capitalismo por comunismo y esto no se conseguirá a través de los compromisos históricos y otros ilusorios intentos para salvaguardar los logros de un supuesto capitalismo democrático con rostro humano, sino por medio de la lucha implacable de “clase contra clase”.

En estos días, vivimos bajo la hegemonía del capital globalizado. Ningún país puede escapar del mecanismo destructivo de esta hegemonía. Es este capitalismo globalizado, es decir, el capitalismo realmente existente, el que está en crisis. Y este es el capitalismo al que los comunistas y todos los revolucionarios deberán vencer para derrotar a la barbarie…

En todos los países, las medidas preconizadas por el capital son casi siempre idénticas: cargar sobre la espalda de las masas populares los costes de mantenimiento de un sistema de explotación moribundo. Es preciso, camaradas, constatar que estas mismas medidas no hacen más que amplificar la magnitud de la catástrofe, acentuar el desarrollo de la crisis y se multiplican las manifestaciones de su barbarie. Cuanto más se desarrolla la crisis, el imperialismo, estos “funcionarios del capital” aumentan sus intervenciones en las periferias, aumentan su presión sobre los pueblos dominados y chantajean a los regímenes burgueses dependientes.

Camaradas, hay espacio para otro futuro que no sea la sumisión a los dictados imperialistas, vemos las consecuencias perjudiciales de la aplicación de sus dictados en forma de destrucción de ciudades enteras y del desmembramiento de los Estados que no se pliegan, con procesiones de muertos, desplazados y éxodos masivos.

Compañeros, Palestina, en estos momentos, tiene cuota diaria de los jóvenes mártires. La Resistencia continúa y seguramente continuará durante mucho tiempo tanto como dure la ocupación. Naturalmente las masas palestinas pueden contar más que nunca con vuestra solidaridad activa.

Sin embargo me gustaría llamar la atención sobre el creciente número de menores de edad palestinos que se están involucrando cada vez más en la lucha de las masas populares, y que están sufriendo de lleno la represión de la soldadesca sionista y de los magistrados que les infligen las penas más duras. Cuando se tiene apenas 14 o 15 años y son condenados a 10 o 15 años, ciertamente tienen más necesidad de la solidaridad y el apoyo internacional y sin duda todos sabréis llevar a cabo esta tarea. Unas cuantas letras a cada “cachorro” y cada “flor” deja claro a los carceleros sionistas que estos menores no están solos.

¡Que miles de iniciativas solidarias se emprendan a favor de la causa Palestina y de su Intifada!

¡Que miles de iniciativas solidarias se emprendan en apoyo a las masas populares kurdas y de sus valerosos combatientes del PKK!

¡Solidaridad, toda la solidaridad con los resistentes encarcelados en las prisiones sionistas, y en las celdas de aislamiento de Marruecos, Turquía, Grecia, Filipinas y en otros lugares del mundo!

¡Solidaridad, toda la solidaridad con los jóvenes proletarios de los barrios populares!

El capitalismo no es más que barbarie, honor a todos aquellos y aquellas que se oponen desde la diversidad de sus luchas.

¡Unidos Camaradas y sólo unidos es como venceremos!

A vosotros, Camaradas y amigos-as mis más calurosos saludos revolucionarios.

Vuestro camarada Georges Abdallah

18 de marzo de 2017

(Fuente: Insurgente)

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Clamor mundial por la liberación de George Abdallah

Si un día Émile Zola escribió el famoso J’Accuse, un alegato en defensa del capitán Dreyfus condenado injustamente a cadena perpetua en la Isla del Diablo en Guyana, hoy no nos queda más remedio que repetir sus palabras y acusar al estado francés de secuestrar a George Abdallah, uno de los presos políticos más antiguos de Europa.

George Abdallah nacido en Koubeyat en el norte del Líbano en el seno de una familia cristiana maronita desde su adolescencia comenzó a militar en el PCL (Partido Comunista Libanes) y el Partido Nacionalista Sirio. Estudio magisterio en Beirut y ejerció la enseñanza en una escuela del valle de la Bekaa. Hasta que un trágico acontecimiento cambiaría radicalmente su vida: en 1970 el ejército jordano masacra a miles de combatientes palestinos de la OLP y Al Fatha en el conocido como el Septiembre Negro. Los fedayines se ven obligados a buscar refugio en el Líbano donde instalan sus bases de resistencia. Es entonces cuando en el año 1971 Abdallah se adhiere al FPLP (Frente Popular de Liberación de Palestina) de corte marxista, secular y panarabista liderado por el cristiano ortodoxo palestino George Habash. El FPLP contaba con el apoyo financiero y logístico del presidente sirio Hafez al Assad y en su ideario se resume en la frase: “la única forma de vencer a Israel será aplicando las teorías marxistas-leninistas” Opuestos por completo al fundamentalismo islámico y favorables a la instauración de un estado palestino no confesional.

En 1978 la firma de los acuerdos de Camp David entre Anwar el Saddat y Begin constituye un golpe muy fuerte en la lucha anti-sionista pues rompe la unidad del panarabismo. Pero en todo caso en 1974 ya habían comenzado las disensiones cuando Arafat pronunció ese discurso en la ONU en el que expuso su “programa de diez puntos” donde llegó a insinuar que estaría dispuesto a sentarse a negociar con Israel el futuro de palestina. Por su postura conciliadora George Habash lo acusa de traidor.

En 1978 ante los violentos ataques llevados a cabo por los fedayines contra los asentamientos en Galilea el ejército de Israel invade el sur del Líbano en la Operación Litani. Abdallah se integra en los comandos del FPLP y organiza las FARL (Fracción Armada Revolucionarias Libanesa) con el objetivo de “golpear al enemigo en cualquier lugar donde se encuentre”. Posteriormente viaja a Argelia donde recibe entrenamiento militar en los campamentos guerrilleros instalados en ese país. A partir de la invasión israelí al Líbano en 1982 (operación Paz para Galilea) -que desata la espantosa masacre de Sabra y Chatila- el FARL deciden castigar a los países imperialistas cómplices del sionismo. En alianza con grupos como las Brigadas Rojas italianas, la Fracción del Ejército Rojo alemán o el grupo extremista francés Acción Directa lanzan una campaña de atentados en Europa.

En el año 1982 el FARL comete el asesinato del coronel Charles Ray, agregado militar en la embajada de EE.UU en París y el de Yakov Barsimantov agente del Mossad y segundo secretario de la embajada de Israel en París.

También son los responsables en el año 1984 del tiroteo contra el cónsul general de USA en Stransbourg el señor Robert Homme y el asesinato en Roma de Leamon Hunt quien fuera comandante de la Fuerza Multinacional en el Sinaí.

Los servicios secretos franceses le seguían la pista a Abdallah tras el arresto de algunos miembros de la organización y es detenido por la policía el 24 de octubre de 1984 en Lyon. Se le encarcela bajo el cargo de portar documentación falsa. Un pasaporte argelino expedido a nombre de Abdelkader Saadi.

En 1985 sus camaradas del FARL secuestran al Consejero Cultural de Francia en Trípoli (Líbano) Gilles Peyrolles con la intención de intercambiarlo por George Abdallah. En las negociaciones interviene el servicio secreto argelino que consigue la liberación de Peyrolles y la promesa del gobierno francés de excarcelar a Abdallah. Pero incumplen su palabra y lo mantienen detenido.

La DST (Dirección para la Vigilancia del Territorio) descubre un estudio alquilado supuestamente a nombre George Abdallah en la rue Lacroix de París. En éste se encuentran dos pistolas ametralladoras que, según los peritos, han sido usadas en el asesinato de Charles Ray y de Yakov Barsimantov, además de 25 kilos de explosivo y cuantiosa documentación con anotaciones caligráficas de Abdallah.

En 1986 se le condena a cuatro años de cárcel por posesión de armas y explosivos y uso de documentación falsa.

Mientras tanto entre 1985-1986 tienen lugar en Paris una serie de atentados terroristas-que dejan un trágico balance de 13 muertos y unos 300 heridos- reivindicados por el Comité de Presos Políticos Árabes que reclaman la liberación de Anis Naccachee, Varoujan Garbidjian y George Abdallah.

Estos ataques al parecer fueron planificados por el servicio secreto iraní como represalia al apoyo francés a Sadam Hussein durante la guerra de Irán e Irak.

Los Estados Unidos- bajo la administración Reagan- se constituye en la acusación particular y junto al gobierno israelí ejercen presiones diplomáticas sobre Mitterrand para que siente una vez más a George Abdallah ante los tribunales. En marzo del el año 1987 se celebra un nuevo juicio y a pesar de que el fiscal había pedido para él una pena de 10 años, es encontrado culpable de complicidad en los dos asesinatos y condenado a cadena perpetua. George Abdallah se negó a reconocer la autoridad del tribunal y se rehusó contestar a los jueces al considerarlos “ilegítimos representantes de un estado criminal como es Francia” “soy un combatiente árabe de la guerra de liberación” “lucho para detener la agresión imperialista de los criminales yankees” “ustedes son cómplices de aquellos que han invadido mi país y responsables también de la destrucción y muerte del pueblo palestino”. Fueron sus diatribas expresadas a modo de defensa.

Desde entonces permanece recluido en las cárceles francesas en régimen de aislamiento y máxima seguridad.

A pesar que sus abogados han interpuesto recursos para su puesta en libertad en más de ocho ocasiones el ministerio de Justicia, a través del Tribunal de Aplicación de Penas, las ha rechazado todas bajo el pretexto que “Abdallah todavía representa una seria amenaza para la seguridad del país”. En 2003 un tribunal de Pau acordó su libertad condicional pero la presión del gobierno de los EE.UU ha sido determinante para anularla.

Abdallah jamás va a renunciar a sus ideales – que para él son sagrados- y sigue comprometido en la lucha revolucionaria contra el imperialismo. Él sostiene que tomó las armas porque su país fue invadido por los sionistas, pero hoy todo ha cambiado y prefiere dedicarse a la lucha política. Aunque no puede asegurar que no volverá a empuñar un fusil si Israel invade nuevamente el Líbano.

El sistema carcelario francés pretende destruirlo física y psicológicamente; despolitizarlo y criminalizar la lucha de resistencia del pueblo palestino. Al fin y al cabo su rehabilitación ha sido un fracaso pues el reo se mantiene firme y consecuente con sus principios antimperialistas, anticapitalistas y antifascistas. Asume con valentía la responsabilidad de sus actos sin ningún cargo de conciencia.

Ellos quieren que acepte que estaba equivocado, que reniegue de sus principios y reconozca que su lucha ha sido inútil. Debe manifestar públicamente su arrepentimiento y hacer una condena explícita del terrorismo. Someterse al estado de derecho y admitir su error. Ya ha pasado 30 años en la cárcel y es hora de que asuma su derrota.

George Abdallah no se rinde, no va a rogar clemencia pues su espíritu revolucionario no le permite pisotear su dignidad. Él no está solo porque hay cientos de asociaciones o colectivos de derechos humanos en Europa, Medio Oriente y en el mundo solidarios con su causa y que reclaman desde hace años ante las autoridades francesas su inmediata liberación.

En el 2012 se hizo una nueva demanda de libertad condicional avalada por psicólogos y especialistas que le han calificado de un recluso modelo, estudiosos y disciplinado. Aunque su actitud no es políticamente correcta pues utiliza un lenguaje rebelde y agresivo incompatible con la gravedad de sus antecedentes penales. De ahí las autoridades de francesas, sumisas a los dictados de Israel y EEUU, hayan emitido una sentencia desfavorable.

La actual situación política mundial juega en su contra pues el terrorismo islámico le ha declarado la guerra a occidente. Liberar a Abdallah en estos momentos sería un escándalo mediático mayúsculo. La opinión pública se encuentra muy sensibilizada con la amenaza de los grupos yihadistas y el sangriento conflicto que se desarrolla en Irak y Siria. Por tal motivo el presidente Hollande y su primer ministro Manuel Valls se niegan en rotundo a ponerlo en libertad y enviarlo de regreso a su patria.

Actualmente Abdallah permanece recluido en la Maison Centrale de Haute Sécurité de Lannemezan, Midi Pyrénées. Este sábado 25 de octubre de 2014 se llevarán a cabo varias marchas de solidaridad exigiendo su liberación al cumplirse sus treinta años de encarcelamiento. Según el derecho francés debería estar libre desde 1999 pero una venganza de estado, propiciada por los Estados Unidos e Israel, lo condenan a la muerte en vida.

(Fuente: Rebelión / Autor: Carlos de Urabá / publicado en 2014)

Francisco Campos

Francisco Campos

Nació en Sevilla en 21 de julio de 1958. Trabaja como administrativo. Es autor del libro "La Constitución andaluza de Antequera: su importancia y actualidad" (Hojas Monfíes, 2017).

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