Adrián Sas: “El Gobierno catalán nunca ha luchado de forma consecuente por el derecho a la autodeterminación”
Juanjo Basterra, kazetaria eta m. soziala * E.H / Sare Antifaxista.
Adrián Sas es de Vilafranca del Penedès. Fue detenido por participar en las protestas en el primer aniversario del referéndum del 1 de Octubre (1-O). Fue en 2018. Condenado a tres años y medio de cárcel por los delitos de atentado contra la autoridad y lesiones, está a la espera de la orden de ingreso en prisión. Está en camino. Desde Sare Antifaxista de Euskal Herria hablamos con él. Concienciado y preparado para lo que se le viene encima, analiza la situación con rotundidad y firmeza porque a su juicio “el Gobierno catalán nunca ha luchado de forma consecuente por el derecho a la autodeterminación” y afirma que “a mi quien me pone los dos pies en prisión es el Gobierno catalán, con Esquerra (ERC) y Junts per Catalunya a la cabeza”.
Por lo que señala que “no me voy a entregar voluntariamente, que sean ellos quienes se manchen sus manos y que demuestren una vez más que el Estado español es un estado fascista que persigue a la disidencia política”. Respecto a la ley de amnistía recuerda que “se han visto obligados a negociarla” y aunqe “se queda corta, sí, demuestra que la lucha en la calle, al margen de las instituciones, acompañada de una gran abstención en las urnas sí que da sus frutos”. Y, entre otras declaraciones, afirma que “la independencia sólo puede venir dada cuando las diferentes naciones que estamos sometidas por el Estado español nos unamos y luchemos conjuntamente contra nuestro enemigo común: el Estado fascista español”
Primero, ¿qué tal estás?, ¿cuando tienes que entrar en prisión?
Estoy bien. Estamos, ahora mismo, a la espera de recibir la orden ejecutoria en la cual se me darían los 10 días para entrar y no sabemos exactamente cuándo acabará de llegar, pero sabemos que ya está en la Audiencia Provincial, por lo que debe ser bastante inmediata.
En alguna entrevista has declarado que no te vas a presentar, que vas a hacer como hizo Pablo Hasèl, entre otros.
Bueno, desde que empezó este proceso judicial entendía la represión como una cuestión política, entonces la respuesta que damos nosotros es una respuesta política. Ya en su momento no quise pactar durante el juicio, entendiendo que es verdad que con el mismo me salvaba yo mi propio culo, pero lo que estaría haciendo era el trabajo sucio al Estado, asumiendo la culpabilidad de aquellos hechos que me imputaron y no sólo eso, sino que estaría asumiendo criminalizar la lucha y criminalizar a mis compañeros que aquel día estaban protestando a mi lado.
Ahora, cuando llegue la ejecutoria, un poco de lo mismo. No me voy a entregar voluntariamente, si me quieren encerrar que sean ellos quienes se manchen sus manos y que demuestren una vez más que el Estado español es un estado fascista que persigue a la disidencia política.
¿Uno está preparado para ir a la cárcel o es imposible hacerlo?
A ver, nadie quiere ir a la cárcel, obviamente, pero creo que es importante que desde los ámbitos políticos y sociales, desde los ateneos y desde los colectivos preparemos a nuestros militantes y activistas a estar fuertes delante de la policía, a ser fuertes delante del juez y a ser fuertes si llega, al final, la represión.
Tenemos que tener claro que en este estado antidemocrático luchar por nuestros derechos y libertades es delito. Entonces, cuanto antes lo sepamos, mejor. Mejor preparados estaremos cuando llegue la hostia y tendrá menos impacto porque sabremos el porqué. Cuando sabemos por qué luchamos y lo que implica esa lucha en el Estado español es más fácil hacer frente a la represión.
¿Qué piensas de la Generalitat, que fue acusación particular en el juicio por los actos que te detuvieron después del 1 de octubre de 2018?
Sí, mi condena es por las movilizaciones del 1 de octubre del 2018, cuando se cumplía un año del referéndum, por las manifestaciones al año del referéndum de autodeterminación. Destacar que ese referéndum fue posible gracias al movimiento popular, a la organización popular. Fue el pueblo catalán quien defendió las urnas y los colegios electorales, y al año siguiente en 2018 en estas manifestaciones por las que se me detiene, se salió a la calle bajo tres conceptos: Uno era para celebrar y recordar lo que habíamos logrado el 1 de octubre de 2017, que era llevar a la práctica el referéndum de autodeterminación; por otra parte, un ejercicio democrático, desde mi punto de vista, el más grande que se ha hecho en el Estado español desde 1936 y como sabemos que el régimen monarco-fascista no lo lleva nada bien, lo intentó impedir por todos los medios con esa brutalidad policial y esa represión tanto política como policial.
El segundo motivo era para denunciar esa brutalidad policial y el tercero, para exigir al Gobierno de la Generalitat que llevase a la práctica el mandato del 1 de octubre, cosa que a día de hoy no ha hecho ni va a hacer demostrando, una vez más, que ellos nunca han luchado de verdad por el derecho de autodeterminación de Catalunya.
Que entonces esta gente se presente como acusación particular pues tampoco nos sorprende, no sólo que se presente como acusación particular en casos como el mío, que se estaba luchando por el derecho de autodeterminación de Catalunya, sino de más a más fue la acusación de la Generalitat la que propuso un agravante de instrumento peligroso, y no la Fiscalía española, la que hace que mi condena supere los dos años de prisión. Por lo tanto, a mi quien me pone los dos pies en prisión es el Gobierno catalán, con Esquerra (ERC) y Junts per Catalunya a la cabeza.
Entonces se hablaba mucho del tsunami democrático, un ejemplo paran quienes buscan el camino de la independencia en otros pueblos, pero de aquel tsunami se ha pasado a una calma total, casi no queda nada. ¿Qué ha pasado?
Sí, correcto. Es verdad que en ese momento, en el contexto, post del 1 de octubre de 2017, era de un polvorín. Hacía falta la mínima chispa para que las calles se quemasen, ahora por desgracia vivimos en una calma tensa, pero calma, al fin y al cabo. Y ha sido el propio Gobierno catalán quien ha querido que así sea.
A ellos se les estaba yendo de las manos, no podían controlar las protestas en la calle. Nunca han luchado de forma consecuente por el derecho a la autodeterminación y cuando han dado a elegir a la burguesía catalana entre autodeterminación o guardar sus privilegios, se han quedado obviamente con estos privilegios y repartirse el pastel con la oligarquía española. No es para extrañarse.
Es verdad que lo que estamos viviendo les está pasando factura. Ellos temen dos cosas desde el Estado español y la oligarquía y burguesía catalana que son: la organización al margen de las instituciones y la desafección con las instituciones y los partidos políticos. Hemos visto que en las últimas elecciones la abstención ha subido, eso no se lo pueden permitir desde el Estado español ni desde la pequeña burguesía catalana, por eso creo que se han visto obligados a negociar esta ley de amnistía, que están negociando y si no me equivoco, se aprobará la semana que viene, para no volver a caer en el error que cometió ERC hace unos años en el cual ellos únicamente salvaron a los suyos con ese indulto a dedo. Y lo que pasó es que esos políticos catalanes que pensaban que iban a ser acogidos como mártires o ejemplos fueron señalados por el pueblo catalán, tanto esos partidos como sus sedes por la claudicación y la traición que habían hecho al pueblo catalán.
Entonces a día de hoy, si Junts está negociando esta amnistía mucho más amplia es por no caer en este error de salvar únicamente su culo y esto lo que nos demuestra es que la lucha en la calle, al margen de las instituciones, es decir la lucha popular acompañada de una gran abstención en las urnas sí que da sus frutos.
Luego hablamos de la amnistía más en profundidad, pero ¿tú crees que esa proclamación de la República de Catalunya no se va a volver a realizar?
Espero que sí. Como están las cosas en el contexto actual, creo que está más lejos que cerca. En su momento, y es verdad, se daban todas las condiciones para llevarla a la práctica, aunque eso hubiese provocado seguramente un estallido represivo más fuerte por parte del Estado español y seguramente hubiese provocado hasta muertes.
Esperar que la independencia venga dada sin que haya una lucha feroz desde el propio pueblo catalán por mantener esa independencia y el propio Estado español, que tenemos que recordar que está construido sobre la consigna de una ‘grande y libre’.
La oligarquía española y el Estado español están construidos sobre la explotación de las diferentes nacionalidades que lo conforman, no van a dejar que de un día para otro y por las buenas se consiga. Tenemos que tener claro que si queremos conseguir la independencia de nuestras respectivas naciones tiene que ser por las malas, por las buenas nunca va a ser. Y esa independencia sólo puede venir dada cuando las diferentes naciones que estamos sometidas por el Estado español nos unamos y luchemos conjuntamente contra nuestro enemigo común que como digo es el Estado fascista español, si no lo que estamos haciendo es permitiendo que ellos centren sus fuerzas en un momento dado y en un sitio concreto, y así acaben con nosotros uno a uno.
Creo que alguna vez que has sido miembro de la CUP, que te habías presentado a elecciones. ¿La CUP tampoco está teniendo un punto destacado en este tema? ¿Qué está pasando con los partidos. Llegan a los parlamentos, se sientan en las poltronas y les abducen?
Tal cual. Por poner en contexto para entender del porqué yo fui en las listas en la CUP. En ese momento concreto, desde el comité de apoyo que se formó para defender mi libertad, se consideró que estábamos en un momento donde no había mucho movimiento, donde había un período largo que había pasado el juicio y no había novedad, ya tenía la sentencia, pero nos faltaba el recurso, etc.
El caso perdió visibilidad y el comité de apoyo cuando nos llegó la propuesta desde la CUP de ir a las elecciones con ellos, la asamblea decidió que sí, que era una buena ocasión para que se diese a conocer mi caso. La CUP nos lo propuso para instrumentalizar la represión para sacar cuatro votos y creíamos que podría servir para que se conociera más el caso, como digo en un contexto muy parado.
Hoy hubiera sido diferente la respuesta, ya que todos los de la asamblea hemos evolucionado ideológicamente y entendemos que la lucha institucional nunca va a ser la solución. Sobretodo por algo que has explicado muy bien en la pregunta: que esos partidos cuando, al final, llegan a las poltronas se acaban aburguesando, se acaban convirtiendo en algo que juraron destruir.
Creo que es muy fácil de entender que dentro de un sistema, ya no sólo capitalista, sino dentro del Estado español que desde 1939 siguen mandando los mismos, con diferente careta pero, al fin y al cabo, los mismos, nada ha cambiado. Aquellos que consiguieron llegar al poder a través del asesinato de miles de antifascistas son los que a día de hoy consuman ese poder. Desde dentro de estas instituciones no se puede cambiar nada. No dudo de que haya gente honesta que quiera hacer un cambio, pero lo que nos demuestra la historia son dos cosas: o que esa gente finalmente se acaba corrompiendo por el propio estado o que esa gente si continúa siendo honesta, salta y se marcha del institucionalismo, dándose cuenta que desde dentro de estas instituciones nada se puede cambiar.
Entonces, la CUP es un claro ejemplo de ello. Bien se ha visto desde hace años con el desvío ideológico que ha llevado desde sus inicios hasta el día de hoy. En Euskal Herria, aunque creo que han sido los mejores resultados de Bildu, también ha pasado mucho esto: lo que fueron y lo que son ahora.
Sí, hay un cambio de 180 grados, ni más ni menos. Antes íbamos para el Norte y ahora, para el Sur, en dirección contraria. Todo complicado.
Correcto. Como hay gente que está pactando a día de hoy con aquellos que enterraron en cal viva a militantes de sus organizaciones. Están yendo de la manita, a día de hoy.
Los indultos llegaron para que la elite de los partidos, de ERC sobretodo, saliera de la cárcel y ahora llega la amnistía, que es un poco tibia, por así decirlo, porque va a dejar a mucha gente fuera. ¿Qué piensas?
Sí. Lo hemos dicho desde el principio. Obviamente creo que para entender el análisis de esta amnistía hay que entender el contexto, sobretodo el catalán. Hemos dicho desde, incluso, antes del 1 de Octubre que Catalunya ha sido un polvorín que hacía falta la mínima chispa para que las calles prendiesen fuego, y es verdad que en los últimos años se está respirando una calma tensa. La desafección con las instituciones preocupa a la oligarquía española y a la pequeña burguesía catalana y por eso se han visto obligados a negociar esta amnistía.
Es verdad que es una amnistía parcial. No es la amnistía que defendemos, pero tampoco debemos caer en el ultraizquierdismo de todo o nada. Tenemos que ser conscientes de que si se ha puesto encima de la mesa una amnistía, que en principio va a aplicarse a los represaliado a través del Procès y nos va a beneficiar, ha sido gracias a la lucha incansable del pueblo catalán en los últimos años en las calles y, sobretodo, la abstención. Cuando se juntan ambos conceptos: lucha en las calles y abstención, son dos de las cosas que más miedo tienen estos ‘politicuchos’.
Tenemos claro que se queda corta, porque deja fuera a centenares de compañeros, que están presos por luchar por la independencia de sus respectivas naciones, y que dentro del propio contexto catalán deja fuera a compañeros y compañeras que están represaliados por luchar por otros derechos y libertades que no sea el derecho de autodeterminación, como puede ser la lucha por una vivienda digna, por un trabajo o cualquier otra.
O la libertad de expresión, por ejemplo.
Sí, la libertad de expresión como el compañero Pablo Hasèl, por ejemplo. También es verdad que en ningún caso la amnistía tiene que equiparar a represores y reprimidos. En ésta, sí que lo hace integrando a los cuatro policías que quieren juzgar por esas manifestaciones para que accedan a la amnistía también.
Lo que tenemos que dejar claro y decir a todos estos colectivos que están utilizando esta amnistía o el concepto de la misma para decir que es el Estado el que la necesita para salvar a sus perros, que es mentira. Porque cuántas condenas a policías hemos visto por sus actuaciones en manifestaciones, cuántos de ellos han terminado en prisión. O sea que el Estado no necesita esta amnistía para amnistiar a sus perros de presa. Ya tiene sus propias leyes y, al final, muy de vez en cuando sale una pequeña condena pero nunca acaban entrando al talego, nunca acaban en nada. Es más siguen ejerciendo como policías. Es más esta amnistía no la necesitan. Si se han visto obligados a hacerla es gracias a la lucha en las calles durante los últimos años y a la abstención de las últimas elecciones.
Al final, ¿cuántos afectados serán, se comentaba unos 4.000?
Es difícil saber. Sí es verdad que la cifra que se ha hecho más famosa es la de 4.500 represaliados a partir del Procès. Es difícil contarla, porque quien hizo el cálculo contaba multas, a los familiares… es muy difícil calcular una cifra exacta. También hay mucha gente que tiene miedo aún, o tiene la idea de que, si no hace mucho ruido, su caso va a quedar en el olvido. Es difícil tener una cifra exacta.
Esa es la primera consecuencia que tiene la represión: que te quedes en casa, que no vuelvas a la calle.
La represión, al final, lo que busca no es tanto llenar las cárceles de represaliados, porque tampoco le interesa. Si de repente hay 4.000 personas más en las cárceles de Catalunya, la represión tendría un efecto boomerang, no serviría para aquello para lo que la utiliza el Estado. Simplemente está por encarcelar a dos, tres, cuatro y que cunda el ejemplo. Al final, la represión lo que quiere, no es tanto meterte en la cárcel, que también, sino que sabemos que hay personas a quienes no les perdonan nada y no solo quieren meterles en la cárcel y exterminarlas dentro, como están haciendo con diferentes presos antifascistas, pero el Estado con la represión lo que busca es sobretodo la estigmatización, la criminalización, es tenerte en casa durante meses o años. Claro, estas cuatro mil y pico personas de las que hablábamos si han estado en sus casas sentados y haciendo caso al papá Estado en estos últimos cuatro años son cuatro mil y pico personas que no están luchando en las calles. Es lo que busca la represión.
En mi caso, desde el principio hemos buscado que esto no sea así, que me afecte lo menos posible a mi vida diaria y política. Me he seguido manifestando y he estado donde creía y mi conciencia me obligaba a estar, aún desoyendo los consejos de compañeros de militancia que me decían que ya tienes suficiente con esta condena, ¡mejor quédate en casa! Mi respuesta era clara: si yo me quedo en casa, estoy dando la razón a la represión y es la que está ganando. Para mi la represión no gana porque me meta en la cárcel, sino que gana cuando me aleja de luchar por esa conciencia política que me lleva a luchar.
Hablamos del Estado español y del 1 de Octubre. Gobernaba el PP, y actuaba con la ‘policía patriótica’, pero ahora estamos viendo que está el PSOE-Sumar y vemos que hay ‘policía infiltrada’, ¿qué piensas de todo eso?
Claro. Todo esto tiene como raíz una de las cosas que te decía antes, es la caracterización del Estado español, cuando entendamos que no es un estado democrático, que es un estado fascista, es un régimen monarco-fascista, será más fácil entender todas estas triquiñuelas que utilizan. Al final, no son mecanismos nuevos. Son mecanismos que llevan utilizando desde décadas atrás.
Cabe recordar que la constitución fue aprobada a cambio de más de 600 muertos antifascistas. Desde 1936 no ha habido un sólo día sin presos políticos en las cárceles del Estado español y cabe recordar que el PSOE utilizó, como he dicho antes, el terrorismo de estado y enterró en cal viva a militantes independentistas y comunistas. Entonces las tácticas mafiosas o de terrorismo que utiliza este estado no son nuevas.
Lo único que pasa a día de hoy es que antes las utilizaban con aquellos que habían decidido dar un paso adelante y ejercer la lucha armada y plantar cara contra este estado, ahora mismo ese movimiento de resistencia, por desgracia, no está fuerte, y esas leyes y herramientas que el Estado había creado para contrarrestarlas se están utilizando contra la población en general y contra colectivos digamos legales o que no hacen esa lucha tan directa.
Simplemente lo equiparo siempre con que estamos en una guerra. En una guerra contra este estado fascista y si nosotros no avanzamos, es el enemigo el que lo hace. En los últimos años el movimiento de resistencia ha ido reculando y el que ha avanzado es el estado. Lo que estamos viendo es que esas infiltraciones y esa política la utilizan contra los colectivos en general.
Ahí está la ley mordaza y otras que han entrado en vigor.
Sí, correcto. Estas leyes desde los colectivos de izquierda no hicimos caso. No sólo la ley mordaza, sino la ley antiterrorista cuando se amplió. Nos dijeron que era para atacar y salvarnos del terrorismo islámico y en verdad lo que estamos viendo es que se utiliza contra independentistas, comunistas, contra, en general, la disidencia política que hay en el Estado español. Los compañeros del CDR pueden ser condenados hasta 39 años de prisión por el simple hecho de estar organizados al margen de las instituciones. Esa ley, que condenó a Pablo Hasèl que hizo una canción recordando a luchadores, está cada vez más que claro que acaba sirviendo para condenar a la disidencia política del Estado.
Si quieres añadir algo, estás a tiempo.
Lo que añadiría y teniendo en cuenta que esta entrevista se hace desde Euskal Herria pues un poco lo que he dicho antes, que tengamos claro que la lucha por nuestros derechos y libertades, la lucha por el derecho de autodeterminación, por acabar con este Estado tiene que ser primordial y tiene que estar unificada.
Está claro, y se está demostrando a través de los años, que las luchas parciales, por separado no nos llevan a ningún lado y tenemos que unificar estas luchas, tenemos que intentar entre las nacionalidades oprimidas del Estado español unificar y luchar contra este enemigo común que tenemos y, sobretodo, es importante que entendamos que a partir de la lucha de liberalización de nuestros pueblos tiene que ir ligada por la liberación de aquellos que han luchado antes de nosotros. Tiene que ir ligada con esta amnistía total que desde los colectivos antirrepresivos declaramos para todos los presos políticos antifascistas independientemente del método de lucha que hayan utilizado contra este Estado, y nada más. Sin estas dos consignas será difícil avanzar hacia la libertad.
Fuente: Sare Antifaxista.
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