Diez banderas negras en las playas: la costa andaluza pasto del oligopolio inmobiliario y turístico

Diez playas andaluzas han recibido la bandera negra por contaminación y mala gestión que concede el colectivo Ecologistas en Acción. Con motivo de esta declaración el partido independentista Nación Andaluza ha denunciado que esta situación se produce por la connivencia del oligopolio turístico con las instituciones.

Señalan que “las “banderas azules” carecen de cualquier credibilidad, se basan en meros aspectos de interés turístico, se conceden sin ninguna inspección in situ y no evalúan con rigor su estado medioambiental. Por ello la acción popular organizada demuestra ser más responsable y eficaz en la defensa y protección de nuestro territorio y de sus enormes valores ambientales, paisajísticos y de biodiversidad que las administraciones públicas españolas”

Realizan un breve balance de espacios costeros catalogados con la bandera negra. “En la costa atlántica andaluza, la primera que resalta es la de El Portil, en Huelva, aquejada de la mala gestión ambiental como consecuencia de la construcción de muros de piedra para la protección de las urbanizaciones, así como los espigones para paliar el impacto de las mareas. También destaca la Ría de Huelva, debido a los proyectos para la producción de combustibles o el uso de residuos plásticos, para lo que se utiliza la justificación de un sistema de “economía circular”, según valora en informe”.

La Costa de Trafalgar “ha recibido el mismo distintivo debido a la mala calidad del agua derivada de la contaminación. En este lugar, hay tres importantes amenazas de esta franja costera: el proyecto hostelero de privatización de El Faro, la urbanización descontrolada en El Palmar y la extracción ilegal de agua en el polo club de Melgarejo”.

En cuanto a la costa mediterránea andaluza hay “varias playas afectadas por la mala gestión ambiental de sus chiringuitos, provocada por las negligencias cometidas por la Dirección General de Costas de la Junta de Andalucía a la hora de conceder establecimientos de servicios en el litoral de la Costa del Sol, Málaga y la Axarquía“. Además de “las banderas negras que la Costa Tropical se ha ganado ha sido como consecuencia de la contaminación que sufren las playas de Poniente y Granada, en el municipio de Motril. Esta etiqueta negativa se debe a los frecuentes vertidos de aguas residuales por parte del polígono industrial de Alborán, así como de las urbanizaciones de Playa Granada”.

En el extremo oriental de Andalucía “una de las playas afectadas es la de El Lancón, en Carboneras, debido a su mala gestión, debido a la instalación de chiringuitos que no cumplen con los criterios de evaluación adecuada, lo que está produciendo una importante contaminación acústica. También se encuentra la playa de Quitapellejos-Palomares, en alerta por contaminación, porque en el arenal hay enterradas grandes cantidades de partículas radiactivas de plutonio y americio”.

Nación Andaluza denuncia esta situación como “manifestación de la connivencia del oligopolio inmobiliario y las multinacionales del negocio turístico con el Estado, la Junta y la mayoría de los Ayuntamiento costeros”.  La oligarquía destruye el litoral “para su beneficio: urbanismo ilegal, edificaciones en el dominio público marítimo terrestre, falta de abastecimiento de agua potable y alcantarillado, vertidos de aguas residuales, acuíferos costeros contaminados y sometidos a extracciones incontroladas…”.

Nación Andaluza apuesta por preservar el litoral andaluz por albergar zonas de alto valor ecológico. Y concluye que “se defiende Andalucía defendiendo nuestra tierra, nuestras playas, nuestros acantilados, nuestras marismas, nuestros ríos y nuestros mares”.

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Francisco Vílchez

Andaluz de Granada (1980). Grado en Humanidades en la UGR. Pluriempleado en el sector servicios y aficionado a hablar de lo que la prensa no dice ni pío.

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1 respuesta

  1. Avatar Juan dice:

    ¿Cómo es posible privatizar un bien de dominio público para favorecer económicamente y que se enriquezcan unos pocos con el patrimonio cultural o medioambiental de todas las andaluzas y andaluces? ¿Con qué derecho actúan así?

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