Desconocemos los objetivos de los militares en Níger, pero está claro el tipo de gobierno derrocado

Desconocemos todavía los objetivos verdaderos de los militares que el miércoles pasado derrocaron al gobierno en Níger, pero lo que sí está claro es qué tipo de gobierno era el derrocado.

Níger es uno de los países más pobres del mundo, que posee la cuarta parte de la reservas de uranio del planeta. Níger es el principal proveedor de uranio de Francia, mientras que la esperanza de vida de sus casi 26 millones de habitantes es de 53 años. El alfabetismo de la población es del 28%; la tasa de mortalidad en bebés recién nacidos es la tercera en el mundo. El 80% de los habitantes de Níger, que entrega el 25% del combustible para las centrales nucleares europeas, viven sin energía eléctrica.

La Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO/ECOWAS), organización regional que reúne a los regímenes vende-patrias bajo la dirección de los jefes blancos franceses y de EEUU preparan la invasión a Níger para reestablecer el gobierno democrático, cuyos representantes ya pidieron a Macrón empezar los «bombardeos liberadores» en su propio país.

Mientras millones de niños africanos como de costumbre, saqueados por Europa, están muriendo de hambre, las redes sociales programadas para la lucha contra el racismo que obedecen a los caníbales, de una forma políticamente correcta están bloqueando el nombre de este país.

Matar de hambre, de enfermedades y de bala a los negros en el mundo civilizado como siempre es de mejor gusto que llamarlos «negros».

Ayer los militares de Níger declararon que iban a cesar los envíos a Francia de oro y de uranio.

No quiero apurarme con las conclusiones y confundir el deseo con la realidad pero siento cada vez más simpatías con los rebeldes militares de Níger.

Oleg Yasinsky.

Fuente: Haize Gorriak.