Catalunya: Puigdemont convocará el referéndum de autodeterminación en septiembre de 2017

“O referéndum, o referéndum”. El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, fijó con estas palabras la nueva hoja de ruta y la meta para culminar el proceso soberanista. Una votación sobre la independencia que convocará por la segunda quincena de septiembre del 2017 (el 17 o el 24). Con esta propuesta, Puigdemont espera recibir hoy el aval del Parlamento en su cuestión de confianza -la CUP ya anunció su voto favorable-, conseguir la estabilidad de su Gobierno con un futuro ‘sí’ a los presupuestos y acercar los comunes al proceso soberanista. Todo, con él al frente: “Yo no fallaré, pero yo no podré cumplir sin una mayoría en el Parlamento sin fisuras y la gente movilizada cuando haga falta que se movilice”, advirtió.

Después de semanas de debate, la hoja de ruta quedó claro y gustó a los diferentes actores del independentismo. Puigdemont volvió a pedir un referéndum pactado con el Estado. Descartado un acuerdo con el PP -reprochó a los populares que prefieran negociar con terroristas que con independentistas- reclamó al PSOE que se lo plantee: “Hay una alternativa que desbloquea dos problemas políticos y pasa por Cataluña”.  Aunque se forme un nuevo ejecutivo español, la propuesta para negociar los términos de la convocatoria (la pregunta, la fecha, el quórum necesario, el tiempo que tendría que pasar para otro referéndum y la gestión del resultado) estará sobre la mesa hasta el verano que viene. En aquel momento el Gobierno lo tendrá todo a punto para la desconexión y, si el ejecutivo español no se aviene definitivamente a pactar la consulta, la Generalitat tomará la iniciativa.

Estaremos preparados para podernos desconectar del Estado español con plenas garantías y, si fuera posible, para poderlo hacer de mutuo acuerdo con el Estado y siguiendo los procedimientos legalmente establecidos”. De este modo, Puigdemont quiere dejar claro que quién renuncia a una salida acordada es el gobierno español. Un golpe constatado el nuevo rechazo del Sido -el presidente admitió que, después de 17 negativas al derecho a decidir, no se espera un cambio- la Generalitat echará por el derecho: “Es una oferta que no caduca, pero que no paraliza. […] A finales de julio del año que viene, el Parlamento aprobará las leyes necesarias porque Cataluña funcione como estado independiente, y convocará los ciudadanos a las urnas porque permitan con su voto la proclamación de la independencia”.

El presidente aseguró que el equipo que prepara la separación con la Sido -liderados por el presidente del Instituto de Estudios del Autogobierno, Carles Viver Pino-Sunyer, que lo ha asesorado para el discurso- está trabajando “hasta el último detalle” las leyes y las medidas necesarias “porque el nuevo estado en el momento de la desconexión pueda ejercer efectivamente las nuevas funciones que tendrá que asumir”. Con todo preparado, los encargados de la logística del referéndum serán el vicepresidente, Oriol Junqueras, y Raül Romeva, de Exteriores, que tiene las competencias de procesos participativos.

La recuperación del referéndum permite a Puigdemont modificar la hoja de ruta y hacer un nuevo intento de ensanchar la base soberanista. Sin embargo, si convocó la cuestión de confianza en junio no fue para redefinir la hoja de ruta, sino para reencontrar la estabilidad de su Gobierno después del ‘no’ de la CUP a los presupuestos. Para asegurar el compromiso de los anticapitalistas a las cuentas, los envió un ultimátum: sin presupuestos, el Gobierno convocará elecciones y no habrá referéndum.

Escarmentado por la negociación de las cuentas del 2016, Puigdemont -que inició su discurso recordando que sin aquel revés no se habría llegado a la cuestión de confianza de ayer- quiere asegurar el aval a las cuentas de los cupaires, que ayer evitaron mojarse sobre este punto. “Quien no tenga intención de aprobar los presupuestos que nos ahorre tiempos y mañana no hace falta que me haga confianza”, avisó el presidente de la Generalitat.

Apelación a la unidad

No fue la única apelación a la unidad que hizo Puigdemont, que mantuvo su apuesta por el referéndum a pesar de los recelos que había despertado esta opción entre muchos de sus compañeros de partido -también en el expresidente Artur Mas, que ayer siguió el pleno desde el hemiciclo- y también dentro del consejo ejecutivo. A pesar de haber mantenido conversaciones en las últimas semanas con todos los actores independentistas, el presidente catalán prefirió aislarse y preparar en solitario su discurso, incluso con un punto de secretismo. No fue hasta media hora antes de subir al atril que comunicó al grupo parlamentario de Juntos por el Sí -donde hay diputados contrarios al referéndum si no es pactado- su intención de convocar un referéndum en otoño del 2017, con o sin la complicidad del Estado.

El presidente, según fuentes próximas, está dispuesto a llegar hasta el final todo y las reticencias que pueda despertar su plan, y de aquí que ayer subrayara que él no fallará pero que hace falta una mayoría parlamentaria “sin fisuras”. Un mensaje dirigido a la CUP pero que también fue anotado por los diputados del grupo que apoya en el Gobierno.

No fue el único mensaje que Puigdemont dirigió a sus propias filas. También tuvo tiempo de estirar de las orejas a su consejero de Cultura, Santi Vila, por sus palabras después de las elecciones gallegas y vascas en que celebraba la victoria de los “centristas” -en alusión al PP y el PNB-. Amparándose en las palabras del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, que hablaba de “la pistola del independentismo” y de los últimos resbalones del ministro de Asuntos exteriores, José Manuel García-Margallo, avisó a “todos aquellos que hablan de moderación y de centrismo” que hay que contrastar qué dicen “ínclits moderados y centristas” con la demanda de un referéndum.

Todo ello, una apelación al independentismo a cerrar filas y evitar las disonancias para encarar con garantías los que tienen que ser los últimos meses del proceso soberanista. Un tramo final que Puigdemont desea con menos sustos que los vividos durante los primeros nuevos meses de la legislatura, y que pasa para salir del debate que acaba hoy habiendo construido una “cadena de confianzas” necesaria, dijo, para hacer creíble a ojos de los catalanes y del mundo que el proceso “va de verdad” y superar todos los hitos que tienen que llegar de ahora en adelante. La primera, el debate de política general de la semana que viene. “De excepcionalidad en excepcionalidad hasta la normalidad”, lo definió Puigdemont, que espera salir hoy reforzado por el Parlamento y con un objetivo consensuado para culminar el proceso de aquí un año: o referéndum, o referéndum.

Anna Gabriel (CUP): “La cadena de confianzas se tiene que traducir en una cadena de hechos”

“Evidentemente tenemos muchas diferencias en muchos aspectos, pero estamos mejor que no estábamos”. La diputada de la CUP Anna Gabriel ha escenificado en una entrevista a Catalunya Ràdio el acercamiento de los últimos días a Juntos por el Sí para continuar adelante con el proceso independentista. La CUP votó ayer a favor en la cuestión de confianza a Puigdemont, cosa que permitirá desbloquear la situación política, y abrió la puerta a aprobar los presupuestos.

Gabriel ha explicado que la CUP ya está negociando con la consejería de Economía para “cerrar bien la carcasa” de las cuentas y dejar a punto la propuesta para la tramitación parlamentaria. “No tenemos un apriorismo en los presupuestos; queremos trabajarlos, haremos bien de no entrarlos a trámite hasta que no hayamos cerrado bien la carcasa”, ha dicho. Gobierno y CUP trabajan con la intención que el debate en el Parlamento se pueda hacer “a mediados de noviembre”.

Como previa a la aprobación de los presupuestos, el debate de política general –que se hará miércoles y el próximo jueves– tiene que servir para anticipar el inicio de una nueva etapa de trabajo conjunto entre Juntos por el Sí y la CUP. “L a cadena de confianzas se tiene que traducir en una cadena de hechos”, ha dicho Gabriel en referencia al discurso de Puigdemont en el pleno de la cuestión de confianza. Las propuestas de resolución del debate indicarán el grado de sintonía. “Iríamos en una buenísima dirección si hubiéramos cerrado aspectos clave de los presupuestos y del referéndum”, ha explicado Gabriel.

Cómo tiene que ser el referéndum

La CUP defiende una pregunta “clara y binaria” para el referéndum y Gabriel cree que la propuesta que sopesa Puigdemont “va en esta dirección”. En una entrevista a 8TV , el presidente dijo ayer que prefiere opciones cómo ” Quiere que Cataluña sea un estado independiente?” , a pesar de que dejó claro que todavía no cree que sea el momento de plantear la pregunta.

Puigdemont anunció un referéndum vinculante tanto sí como no el septiembre del 2017. La CUP podría presentar una propuesta de fecha en el debate de política general. “Cómo harán que la UE participe de la construcción de las garantías del referéndum?”, ha preguntado la periodista Mònica Terribas. Gabriel no ha sido mucho clara en la respuesta, pero ha asegurado que Bruselas “en algún momento se tendrá que posicionar” y decidir si se pone del lado de un estado que “niega los derechos democráticos” o no.

La CUP defiende habilitar una mesa de trabajo que aborde todos los aspectos técnicos del referéndum “desde una lógica de país y no de partido”. También defiende crear una comisión internacional que empiece a trabajar “desde ya”. Los cupaires son partidarios de “no establecer mínimos” de participación y que la victoria se proclame con “la mitad más uno de los votos”.

“La CUP defiende habilitar una mesa de trabajo que aborde todos los aspectos técnicos del referéndum “desde una lógica de país y no de partido”. También defiende crear una comisión internacional que empiece a trabajar “desde ya”. Los cupaires son partidarios de “no establecer mínimos” de participación y que la victoria se proclame con “la mitad más uno de los votos”.

(Fuente: Ara.cat)

Francisco Campos

Francisco Campos

Nació en Sevilla en 21 de julio de 1958. Trabaja como administrativo. Es autor del libro "La Constitución andaluza de Antequera: su importancia y actualidad" (Hojas Monfíes, 2017).

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