Francia: 110 marchas en más de 50 ciudades contra la nueva ley del trabajo (vídeos)
Miles de franceses se manifestaron ayer en 110 marchas y más de 50 ciudades de todo el Estado Francés para exigir la derogación de nueva la ley del trabajo, impulsada por el gobierno y aprobada pese al rechazo mayoritario de la población y del Parlamento.
Se trató de la primera jornada de protesta nacional convocada por los principales sindicatos de Francia después del verano y la número 13 después del inicio en marzo último del movimiento popular contra la normativa.
“No a la ley de los patrones” y “Por empleos más seguros” fueron algunas de las consignas que protagonizaron la huelga de este jueves, la cual provocó algunas interrupciones en la red de transporte público y la cancelación del 15 por ciento de los vuelos en los aeropuertos de París.
Aunque algunos cuestionan la utilidad de las demostraciones cuando la ley ya está aprobada, los líderes del movimiento aseguran que es posible conseguir su derogación o al menos obstaculizar su implementación en el plano jurídico pues todavía es necesario aprobar decenas de decretos para poder aplicarla.
La lucha contra la reforma laboral va a seguir también en los tribunales franceses y europeos. Los sindicatos mantienen un frente sindical unido para buscar la abrogación de la ley.
Batalla campal en París
En la capital decenas de miles de personas partieron de la plaza de la Bastilla hasta la de la República, en una marcha multitudinaria encabezada por el secretario general de la Confederación General del Trabajo (CGT), Philippe Martinez; el líder de Fuerza Obrera, Jean-Claude Mailly; así como los dirigentes de otras organizaciones sindicales.
De acuerdo con los organizadores, más de 40 mil manifestantes se unieron a la movilización capitalina, mientras las fuerzas del orden sitúan la cifra en 12 mil 500.
La marcha estuvo rodeada de un fuerte dispositivo de seguridad integrado por cientos de policías armados, y aunque la mayor parte del cortejo avanzó de manera pacífica elevando numerosos carteles y gritando consignas, hubo algunos disturbios aislados, según constató Prensa Latina.
Algunas personas lanzaron objetos contra los agentes, los cuales respondieron con gases lacrimógenos. Las autoridades informaron de forma preliminar que unas seis personas resultaron heridas, y se produjeron algo más de 10 arrestos.
La policía ha utilizado cañones de agua y las unidades antidisturbios han entrado en acción. En total han sido más de un centenar las manifestaciones que han tenido lugar en todo el país.
Los enfrentamientos se han producido al término de la manifestación en la que miles de trabajadores y estudiantes han denunciado la acción de un Ejecutivo alejado de la ciudadanía y sordo a las reivindicaciones de la calle.
En la manifestación parisina, con una importante presencia policial, los manifestantes han vuelto a señalar la responsabilidad del Gobierno en los enfrentamientos y la violencia.
Exigen la derogación de la nueva ley
El objetivo de la demostración es exigir la derogación de la ley del trabajo, aprobada en julio cuando el primer ministro, Manuel Valls, recurrió por tercera vez al polémico artículo 49.3 de la Constitución para validar la normativa sin necesidad de someterla a votación del Parlamento, donde el rechazo era mayoritario.
Los opositores indican que si bien la reglamentación está aprobada, es posible obstaculizar su aplicación en el plano legal, pues todavía son necesarios numerosos decretos para que las autoridades puedan implementarla.
Mientras el gobierno defiende que ley permitirá modernizar la situación del empleo en Francia, país con un paro cercano al 10 por ciento, los detractores aseguran que solo beneficiará a las empresas al otorgarles mayores poderes para decidir los horarios de trabajo y los despidos, entre otras cuestiones.
La inconformidad al respecto generó un amplio movimiento de protestas durante la primavera que se extendió por numerosas ciudades de Francia, un reclamo que fue ignorado por el Gobierno, según reprochan los sindicatos. De acuerdo con los organizadores, las manifestaciones marcan el reinicio de ese movimiento de huelgas con el fin de impedir la aplicación de la ley.
Entre los reclamos de los sindicatos, las organizaciones estudiantiles y otros representantes de la sociedad civil, sobresalen la implantación generalizada de las 32 horas de trabajo semanales, la jubilación a los 60 años con posibilidad de anticipación para algunas profesiones y el aumento del salario mínimo a mil 800 euros.
(Fuente: Prensa Latina)
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