Portugal: Comunicado de la PLP “Sobre la lucha de los transportistas de mercancías peligrosas”

La Plataforma Laboral y Popular da la bienvenida a los trabajadores transportistas de mercancías peligrosas en la lucha contra la patronal, apoyada por el estado burgués bajo la dirección del gobierno social-liberal del PS.

El proceso desencadenado por esta lucha ha permitido a todos los trabajadores, así como a las organizaciones que proponen, sin oportunismo, representarlos y apoyar sus intereses, especialmente la PLP, extraer lecciones importantes para el futuro del sindicalismo y la lucha popular, a saber: 

  1. El estado burgués, conjunto de aparatos ideológicos y represivos que sirven a los intereses del patrón, no duda en utilizar todo tipo de tácticas terroristas y hostigar a los trabajadores que luchan por sus intereses, amenazándolos con procedimientos disciplinarios, multas e incluso castigos o encarcelamiento, si se pone en tela de juicio el “interés nacional”, es decir, los beneficios de la burguesía, en este caso el sector representado por ANTRAM.

  2. Como hemos observado, quienes confían en la legalidad burguesa (en la Constitución de la República u otros papeles escritos) tendrán amargos sinsabores y sufrirán fuertes derrotas en la lucha de clases. Si estos texto estuvieran socavando los intereses de la clase dominante burguesa y el éxito electoral de los partidos que la representan, no dudarían en descartarlos. Eso mismo pueden hacerlo los trabajadores que luchan. Solo el ejercicio efectivo de la huelga o cualquier forma de lucha más o menos combativa capaz de romper con el oportunismo sindical y el reformismo “izquierdista” pueden asegurar los intereses de quienes trabajan e imponen su voluntad contra el exploradores

  3. Cuando las centrales sindicales y los sindicatos se convierten en meros cinturones de transmisión de partidos de la izquierda institucional que, en una deriva socialdemócrata y oportunista cada vez más pronunciada, priorizan la sostenibilidad de las soluciones gubernamentales para la gestión del capitalismo nacional y el interés nacional-burgués, en lugar de posicionarse claramente con quienes trabajan, es espareble que muchos busquen alternativas. Son precisamente las traiciones y los acuerdos de gabinete con los empresarios los que crean un vacío para el surgimiento de estas alternativas con sus propias agendas políticas a veces reaccionarias y populistas. La lucha contra esta apropiación pequeñoburguesa de los intereses de la clase popular y obrera solo puede hacerse mediante la creación y el fortalecimiento de organizaciones que tengan como objetivo apoyar a los que tienen más que perder del chovinismo, racismo, xenofobia, políticas de exclusión social de los inmigrantes y sus descendientes, es decir, los trabajadores más pobres. Criticar el populismo de derecha y los oportunistas en esta ocasión no significa deslegitimar las elecciones de los trabajadores sobre sus representantes elegidos o sus luchas, sino más bien advertir los límites y los peligros de esas elecciones.

  4. Cada vez es más evidente que la dicotomía de intereses en la sociedad y en la política no es entre la “izquierda y derecha” parlamentaria o con ambiciones institucionales, sino entre aquellos que eligen el lado de la burguesía para hacerse cargo de la gestión de su Estado de clase, con una fachada más social, más liberal o más conservadora, con torpeza o artilugios, y los demás, aislados y todavía pocos en número y poco organizados, que, contra todo y todos, proponen defender solo los intereses de los trabajadores, proponiendo una alternativa económica y política donde quien manda es el mismo que trabaja y el que no quiere trabajar no manda en nada.

 Expresamos nuestro pleno apoyo a la lucha de los transportistas y creemos que con la fuerza y ​​la unidad que han demostrado, será posible lograr la victoria total y satisfacer todas sus demandas.

 ¡Viva la lucha de los transportistas!

Plataforma Laboral e Popular

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Carlos Ríos

Vine al mundo en Granada en 1977. Soy licenciado en Geografía y trabajador en el sector de la enseñanza. Escribí "La identidad andaluza en el Flamenco" (Atrapasueños, 2009) y "La memoria desmontable, tres olvidados de la cultura andaluza" (El Bandolero, 2011) a dos manos. He hecho aportaciones a las obras colectivas "Desde Andalucía a América: 525 años de conquista y explotación de los pueblos" (Hojas Monfíes, 2017) y "Blas Infante: revolucionario andaluz" (Hojas Monfíes, 2019).

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