Catalunya: La Brigada de Información de la Policía Nacional española intentó infiltrar un topo en la dirección de la CUP

El objetivo de la infiltración durante la primavera y el verano de 2017 era conseguir datos concretos sobre la organización del referéndum del 1 de octubre. El agente que intentó la infiltración es conocido con el sobrenombre de ‘Jordi’, quién investigó los movimientos sociales catalanes en la década de los 90 y los primeros 2000, también implicado en el intento de captación de un activista gracienc en el caso Estado Infiltrado destapado por la ‘Directa’. El 1-O fue el responsable de liderar los “funcionarios intervinientes de investigación”, que se encargaron de “la aproximación, entrada, recogida de efectos, identificación de personas y alzamiento de actas en los espacios públicos utilizados para la votación”.

4 de abril de 2017. Todavía no se había anunciado oficialmente la fecha ni la pregunta del referéndum de autodeterminación y, a pesar de esto, la maquinaria judicial y policial ya trabajaba intensamente para impedir la votación. El día anterior La Vanguardia titulaba “La Fiscalía intensifica la vigilancia del proceso catalán”. Y ahora hemos sabido que el fiscal Javier Zaragoza de la Audiencia Nacional española estaba en permanente contacto con la Guardia Civil y el Cuerpo Nacional de Policía (CNP) para instarlos a pulsar el acelerador en las investigaciones. Aquel 4 de abril uno de los comisarios de la Brigada Provincial de Información (BPI) de la Jefatura Superior del CNP en Cataluña, con número de placa 74.977 y que responde a las iniciales I.M.A. –que trabajaba a las órdenes del Comisario en jefa 18.564 de la BPI que este martes declara como testigo ante la Sala Segunda– revisaba su base de datos telefónicas y enviaba un SMS. A la pantalla del teléfono móvil de en Marc –nombre ficticio para preservar la identidad– aparecía el siguiente mensaje: “Supongo que sabes quién soy, te paso a buscar en coche por casa tuya, solo será un rato”. La Directa ha podido acceder a las comunicaciones que mantuvieron.

En Marc conocía el policía. Aquel comisario, años atrás, cuando era inspector, lo había detenido e interrogado. Nervios, inseguridad, dudas. En Marc dio vueltas al mensaje, pensando a explicarle a alguien antes de hacer nada, pero finalmente no lo hizo. Esperó la llegada del policía. Poco antes de la una del mediodía un vehículo deportivo de baja cilindrada se paró ante su domicilio. No llevaba los vidrios tintados. En Marc subió. Recuerda que había una pequeña mochila escolar al asiento trasero donde se veía la culata de la pistola del comisario. El vehículo circuló durante un buen rato, alejándose del entorno geográfico por donde se mueve habitualmente en Marc. Eran las dos, hora de comer, y el coche policial camuflado –del parque móvil del Ministerio del Interior– entraba al Campo de golf Municipal de Matadepera. Con las iniciales I.M.A. se había reservado una mesa por comida al restaurante Can Vinyers (fotografía de cabecera). Treinta euros por comensal.

A ojos de terceros podía tratarse perfectamente de una comida de un padre con su hijo. Nadie habría imaginado que en aquella mesa, discretamente, se estaba haciendo una oferta de infiltración a la dirección de la CUP. “Necesito información del referéndum, necesito alguien que me informe de todo el que pase a la CUP, no a cualquier territorial sino a la cúpula, entre la gente que se mueve cerca de David Fernàndez”, en palabras del policía que el activista recuerda como si fuera hoy. En Marc, que no es militante de la CUP pero que simpatiza, escuchaba con cierta estupefacción, deseando que pasaran los minutos y se acabara la comida. El policía insistió, con oferta económica incluida. El comisario habría garantizado la existencia de una partida económica específica. “Me ofrecieron 700 euros mensuales fijas si aceptaba colaborar con ellos y en caso de que consiguiera cualquier información sobre el referéndum se me pagaría una cantidad extra. No concretó, pero dijo que un dato relevante sería “muy muy pagada””. “Lo rechacé. Le dije que tenía una vida muy complicada y que no tendría tiempo para involucrarme. Entonces me llegó a ofrecer apoyo extra en mis tareas laborales y cargas familiares porque pudiera liberar tiempos para infiltrarme a la CUP. Lo vi muy desesperado”, detalla en Marc, que dos años después de los hechos ha querido hacerlo público.

“Durante todo este tiempo he tenido mala conciencia de no haberlo dicho a nadie. Su imagen y sus palabras me venían constantemente al jefe. Es importante que se sepa como funcionen, hasta donde pueden llegar”, nos explica con cierta tristeza y resignación. Pasadas las tres acabaron la comida. La factura la pagó el comisario. Subieron al coche. El vehículo dejó en Marc a la puerta de casa. Cada vez que se hablaba de donde eran las urnas a los medios de comunicación, el simpatizante de la CUP no podía dejar de pensar en el intento de captación y, sobre todo, le rondaba el temor que después de su “no” el comisario lo hubiera intentado con otras personas.

Detrás el rastro de ‘Jordi’

El agente con número de placa 74.977 es el agente con el sobrenombre de Jordi, quien durante los años 90 y los primeros 2000 fue el encargado de investigar miembros de los movimientos sociales catalanes y fue acusado de torturas por parte de algunas de las personas a las cuales interrogó. El 2016, el policía, junto con un compañero, intentó captar el activista de Gracia Quim Gimeno -investigado por la Audiencia Nacional española en el marco de la operación Pandora contra el movimiento anarquista- para infiltrarse en el movimiento libertario del Pueblo-seco barcelonés. La Directa investigó el caso y una vez se hizo pública la historia bajo el paraguas Estado Infiltrado, Gimeno se querelló contra ambos policías, pero la causa se archivó.

El año 2017, los dos agentes involucrados en el caso Estado Infiltrado participaron en el encuentro que se produjo en el marco de la Tabla de Valoración de la Amenaza Terrorista, convocada por el Gobierno español el 19 de agosto a la sede madrileña del Ministerio de Interior, después de los atentados de Barcelona y Cambrils. La mesa extraordinaria estaba presidida por el ministro de Interior en aquel momento, Juan Ignacio Zoido, en compañía del secretario de Estado de Seguridad, José Antonio Nieto, y los máximos responsables de la lucha antiterrorista al Estado español de la Guardia Civil, el Cuerpo Nacional de Policía (CNP), el Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO), el Centro Nacional de Inteligencia (CNI), de los Mossos d’Esquadra y del Ertzaintza.

La pista de Jordi se volvía a recuperar con la celebración del referéndum del 1 de octubre. El inspector del CNP, ascendido a comisario, fue el encargado el jefe del servicio operativo de la BPI de Barcelona durante el despliegue policial español con motivo de la jornada de votaciones, según un informe policial presentado ante el juzgado que investigaba la actuación de los policías españoles durante el 1-O. La función del comisario Jordi aquel día era liderar los “funcionarios intervinientes de investigación”, que siguiendo órdenes del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, se encargaron de “la aproximación, entrada, recogida de efectos, identificación de personas y alzamiento de actas en los espacios públicos utilizados para la votación en el referéndum ilegal del 1 de octubre”, según la documentación policial presentada al juzgado.

Reacciones políticas

Una vez se ha hecho pública la noticia, diferentes partidos políticos han hecho pública su reacción. En el caso de la formación anticapitalista, la CUP ha presentado una petición en el Parlamento de Cataluña para pedir la comparecencia ante la cámara catalana del actual ministro del Interior, Fernando Grande -Marlaska, así como su predecesor Juan Ignacio Zoido, responsable de la cartera durante el gobierno del Partido Popular.

Por su parte, el senador del Partido nacionalista Vasco (PNB) Jon Inarritu ha informado a la Directa que una vez lo Senado español recupere su actividad habitual -valla las puertas una vez se convocan elecciones generales- formulará preguntas parlamentarias dirigidas al Ministerio español del Interior en relación al intento de infiltración a la CUP.

(Fuente: Directa.cat / Autor: Jesús Rodríguez)

Francisco Campos

Francisco Campos

Nació en Sevilla en 21 de julio de 1958. Trabaja como administrativo. Es autor del libro "La Constitución andaluza de Antequera: su importancia y actualidad" (Hojas Monfíes, 2017).

También te podría gustar...

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *