El Programa Mundial de Alimentos de la ONU obligado a reducir las raciones alimentarias destinadas a los refugiados saharauis

La Falta de fondos disponibles por el Programa Mundial de Alimentos (PMA) de Naciones Unidas (ONU) ha provocado que los refugiados saharauis que viven en los campamentos de Argelia reciban raciones reducidas de alimentos que no satisfacen las necesidades  mínimas diarias requeridas.

La PMA ha tenido que repartir menos alimentos como último recurso para poder extender en el tiempo la asistencia alimentaria a los refugiados saharauis. El problema radica en que los cientos de miles de saharauis que bien en los campamentos argelinos ya recibían desde hace décadas unas raciones limitadas que los recortes en los presupuestos del PMA han provocado que se hayan menguado aún más, hasta el punto de que el riesgo de desnutrición y anemia se incrementará peligrosamente.

A principios de 2018 el PMA modificó su tipología de alimentos, proporcionando cereales y legumbres menos costosos. A pesar de estas medidas, ideadas para que la financiación disponible se extendiera a más no pudo evitar reducir las raciones de alimentos a partir del pasado agosto.

Desde entonces éstas ya no cubren los mínimos nutricionales diarios recomendados. La canasta de alimentos se revisa cada mes, según los pronósticos de recursos y las existencias disponibles.

El PMA sigue abogando por la financiación. Sin embargo, el déficit actual hasta el final de 2019 es de dos millones de dólares. La situación será aún más crítica el próximo año, en 2020, con un déficit estimado de 9.2 millones, sobre los veinte millones anuales.

Esta situación de carencia de fondos y distribución deficitaria de alimentos no es algo nuevo. Ya en mayo de 2017 el PMA  pidió a los países donantes proporcionar fondos para superar estos recortes  que afectan seriamente a los refugiados saharauis.

“El PMA necesita urgentemente 7.9 millones de dólares para la distribución de alimentos esenciales para los refugiados saharauis en los próximos seis meses”, señaló el comunicado del PMA añadiendo que cualquier otra reducción o interrupción de ayuda alimentaria podría tener graves consecuencias para la seguridad alimentaria y el estado nutricional de los refugiados, especialmente para niños pequeños, mujeres embarazadas y lactantes, ancianos y enfermos, afirmaba entoces.

“Las familias de refugiados vulnerables necesitan un apoyo nutricional y alimentario continuo y especialmente en el mes de Ramadán”,   y “sin fondos adicionales, se agravarán los niveles  de la desnutrición y la anemia entre las mujeres y los niños”.

El PMA hacía como consecuencia un llamamiento a los donantes para proporcionar apoyo de emergencia a los refugiados saharauis, dada la imposibilidad de distribuir raciones completas de alimentos debido a un grave déficit financiero. “En el presente mes de mayo, el PMA se ha visto obligado a reducir las raciones de alimentos a casi el 20%”, precisaba el comunicado.

“Por casi seis meses consecutivos, el PMA tuvo que interrumpir la distribución de productos nutricionales especializados para la prevención y el tratamiento de la anemia, retraso en el crecimiento y la desnutrición entre miles de mujeres embarazadas, lactantes y niños”, señala el comunicado, añadiendo que “esto podría  tener consecuencias muy graves”, añadían.

La asistencia humanitaria del PMA sigue siendo vital para miles de refugiados saharauis que dependen en gran medida de estas ayudas para satisfacer sus necesidades alimentarias básicas. Las raciones contienen los alimentos básicos, como harina de trigo, aceite vegetal y arroz.

El PMA ha apoyado a los refugiados del Sáhara Occidental establecidos en Argelia, proporcionándole alimentos, desde 1986. En los campamentos saharauis las distribuciones de alimentos se combinan con actividades para prevenir y tratar la desnutrición, así como con programa específico de alimentación escolar, con el objetivo de mantener la inscripción  y asistencia de niños refugiados en las escuelas.

Toda la asistencia realizada por el PMA en los campamentos de refugiados saharauis situados en territorio argelino se lleva a cabo y se supervisa en colaboración con otras organizaciones nacionales e internacionales.

(Fuentes: Diario 16 / Sahara Pres Service – SPS)

Francisco Campos

Francisco Campos

Nació en Sevilla en 21 de julio de 1958. Trabaja como administrativo. Es autor del libro "La Constitución andaluza de Antequera: su importancia y actualidad" (Hojas Monfíes, 2017).

También te podría gustar...

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *