Desvelan las claves del asesinato de Hugo Chávez

La periodista estadounidense Eva Golinger (foto inferior adjunta) está convencida de que el desaparecido presidente  de Venezuela Hugo Chávez fue deliberadamente envenenado por los servicios de la inteligencia de su país. No se se trata de una intuición más o menos aventurada. Según Golinger, existen datos documentados de reiterados  intentos de asesinato contra él durante su presidencia. El más notable fue, sin duda, el del 11 de abril  del 2002, durante el Golpe de Estado derechista. En esa ocasión Chávez fue secuestrado con el claro objetivo de proceder  posteriormente a su asesinato. Fue el levantamiento popular y la reacción de importantes sectores de la fuerzas armadas venezolanas las que impidieron el crimen.

Eva Golinger

Una cadena de tentativas para acabar con su vida

“Yo misma conseguí – dice Eva Golinger – pruebas irrefutables utilizando la Ley de Acceso a la Información en EEUU, de que la CIA y otras agencias estadounidenses estaban detrás de ese golpe y apoyaron económica, militar y políticamente a los golpistas”.

Posteriormente se produjeron otros intentos de atentados contra Chávez y su gobierno, como el protagonizado en el 2004 por varias decenas de paramilitares colombianos, que fueron desarticulados en una finca en las afueras de Caracas.

Existió, además, otro atentado menos conocido que tuvo lugar en la ciudad de Nueva York durante la visita de Chávez a la Asamblea General de la Naciones Unidas, en el 2006. En esa ocasión, los Servicios de Seguridad presidenciales  descubrieron altos niveles de radiación en la silla donde estaba previsto que se sentara Chávez, en un acto de una Universidad norteamericana. La silla fue retirada y las pruebas posteriores demostraron que emanaban cantidades inusuales de radiación que podían haber sido letales para la salud del presidente venezolano.

De acuerdo con el informe de la Seguridad presidencial,  un estadounidense que había estado involucrado en el apoyo logístico  había proporcionado la silla de Chávez. El sujeto en cuestion pertenecía a la Inteligencia de Estados Unidos.

En julio 2010, cuando Francisco Chávez Abarca ,  un criminal  que trabajaba con el terrorista de origen cubano Luis Posada Carriles, fue detenido y terminó  confesando que había sido enviado para asesinar a Chávez.

Tan sólo cinco meses antes, en febrero de 2010, mientras el presidente Chávez se encontraba en acto cerca de la frontera con Colombia, su Seguridad descubrió a un francotirador a poco más de dos kilómetros de distancia de su ubicación, que fue neutralizado posteriormente.

A quienes no están al corriente de la febril actividad de los Servicios de Inteligencia norteamericanos en este tipo de actividades, estas historias les pueden sonar a ciencia-ficción. Pero todas ellas están sólidamente documentadas y son historias reales. La cuestión es que Chavez presidía un país cuyo gobierno estaba desafiando los intereses de los más poderosos, negandose, además, a hincar la rodilla

Si bien estas historias pueden sonar como ficción, están ampliamente documentados y son muy reales. Hugo Chávez desafiaba a los intereses más poderosos. Y, además se negó a  hincar la rodilla.

Sus asesinos se encontraban en su entorno más cercano 

Las declaraciones de Evan Golinger vienen acompañadas en esta ocasión por [Img #44165]una sólida batería de datos serie  que eran desconocidos hasta este momento por aquellos que nos hemos interesado por las razones que provocaron la prematura muerte del presidente venezolano. Algunas de las piezas clave del relato de Eva Golinger   incluyen el descubrimiento de varios colaboradores estrechamente cercanos a Chávez que tenían acceso privado a él, sin obstáculos, y que huyeron del país después de su muerte, habiéndose convertido ahora en activos colaboradores del Gobierno d elos Estados Unidos.

¿Quiénes integraban ese staff próximo al presidente Chávez que pudo “facilitar” su muerte? El capitán de corbeta Leamsy Salazar fue uno de los colaboradores más cercanos de Chávez durante casi siete años. Era un militar venezolano que se hizo conocido durante el golpe de Estado contra Chávez en abril de 2002, durante el golpe de Estado, alzando la bandera de Venezuela desde el techo del regimiento de la guardia en el Palacio presidencial Miraflores, cuando ya Chavez estaba siendo rescatado por tropas leales.

En aquellos momentos, Leamsy Salazar, se convirtió en un símbolo de las fuerzas armadas leales que ayudaron a derrotar el golpe. Chávez recompensó su acción convirtiéndolo en uno de sus ayudantes más cercanos, en su edecán. Viajaba con él alrededor de todo el mundo, y estaba encargado de protegerlo durante los actos públicos. Leamsy Salazar llegó a convertirse en un miembro clave del primer anillo de seguridad de Chávez, con acceso privado a Chávez y conocimiento privilegiado y altamente confidencial sobre sus andanzas, rutina y actividades privadas.

Leamsy estuvo cerca a Chávez durante la mayor parte de su enfermedad hasta su muerte, y tenía un acceso privilegiado limitado a muy pocos, incluso dentro su equipo de seguridad.  A la muerte de Chávez, en el 2013, Leamsy fue transferido al equipo de seguridad de Diosdado Cabello, que era entonces presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, y era considerado como una de las figuras políticas y militares más poderosas del país.

De manera sorprendente, en diciembre del 2014, informes de prensa hicieron conocer que Leamsy había sido trasladado en secreto a Estados Unidos desde España, donde se encontraba de vacaciones con su familia. El avión que lo trasladó era de la DEA. A continuación colocado en el programa de protección de testigos del Gobierno estadounidense. Informaciones en la prensa han informado que Leamsy “está proporcionando información al Gobierno de Estados Unidos sobre presuntos funcionarios venezolanos involucrados en una red de alto nivel de narcotráfico”. Hasta el momento presente las acusaciones de este tipo no han podido ser verificadas por medios independientes.

Eva  Golinger mantiene, sin embargo, que  su entrada en el programa de protección de testigos de EE.UU. podría estar motivada por su participación en el asesinato de Chávez, posiblemente como parte de una operación clandestina auspiciada por CIA, pero ejecutada por agentes corruptos o comprados del propio Gobierno venezolano.

La conspiración desde dentro

Existe, además, otro aspecto revelador que han proporcionado las declaraciones de Eva Golinger. Los ‘Papeles de Panamá’ han puesto de manifiesto  otro dato extremadamente significativo. Un antiguo ayudante de  Chávez, el capitán del Ejército Adrián Velásquez, estaba encargado de seguridad del hijo de Hugo Chávez. La esposa de este capitán,  Claudia  Díaz Guillén, fue la enfermera de Chávez durante varios años, teniendo acceso privado a él sin supervisión.   Claudia era responsable de la  administración de medicamentos, vacunas y otros servicios de salud y alimentos a Chávez durante varios años. Cesó  en sus responsabilidades justo un mes antes de que  se descubriera la enfermedad  de Chávez, en el 2011.

En una afortunada coincidencia, la aparición de los de los  ‘Papeles de Panamá’   han puesto de manifiesto que el capitán Velásquez y su esposa Claudia figuran como  propietarios de una empresa fantasma, propietaria de millones de dólares. Poseen igualmente inmuebles en una zona de  alto standing en la República Dominicana, Punta Cana, donde las  mansiones tienen un valor de millones de dólares.

Supuestamente, han estado residenciados allí desde al menos junio de 2015. Los documentos muestran que justo después del fallecimiento de Chávez, cuando Nicolás Maduro fue elegido presidente en abril de 2013, el capitán Velásquez abrió una compañía ‘offshore’ el 18 de abril 2013 con la firma panameña Mossack Fonseca, llamada “Bleckner Associates Limited” . Una firma suiza de inversión financiera, la V3 Capital Partners LLC, reconoció que gestionaba los fondos del capitán Velásquez de millones de dólares.

No hace falta decir  que resulta absolutamente imposible que un capitán del Ejército en Venezuela haya ganado esa cantidad de dinero a través de un trabajo legítimo. Ni él ni su esposa, Claudia, han regresado a Venezuela desde el año 2015. La guinda que corona toda esta serie de datos cruzados la ofrece el hecho de que el capitán Velásquez y el custodio de Chávez, el capitán de corbeta  Leamsy Salazar, mantenían estrechos vínculos laborales y de amistad.

Para la periodista estadounidense Eva Golinger no existe ninguna duda de que el capitán Leamsy Salazar colaboraba con el Gobierno de los Estados Unidos y estaba traicionando a su país. Sin embargo lo que queda ahora por saber es cuál era  el papel exacto que le habían asignado. ¿fue el que se encargada de   administrar el veneno asesino que acabó con la vida de Chávez, o lo hizo en colaboración con sus socios, el capitán Velásquez y la enfermera Claudia?

Según la documentación desclasificada por la Administración estadounidense, desde 1948 el Ejército de ese país había estado desarrollando un arma de radiación inyectable para utilizar en asesinatos políticos contra sus enemigos. En las audiencias de la Comisión Church sobre el asesinato de Kennedy también fue revelada la existencia de un arma de asesinato desarrollado por la CIA para inducir ataques al corazón y cáncer de tejido. Y Chávez murió de un cáncer agresivo de tejido. En el momento en el que se le detectó, ya era demasiado tarde

Para la periodista Eva Golinger, la pérdida de Hugo Chávez ha sido aplastante y devastadora. “Era mi amigo y pasé casi diez años como su asesora “, dice. El vacío que ha dejado es imposible de reemplazar. Eva  Golinger concluye su reportaje diciendo que la inesperada muerte del presidente Chávez ” ha tenido un trágico impacto en Venezuela”. Lamentablemente, el país está pasando por tiempos extremadamente difíciles. Una combinación de corrupción interna y sabotaje externo por fuerzas de oposición, junto con la fuerte caída de los precios del petróleo, han paralizado la economía.

Las Agencias de Estados Unidos y sus aliados venezolanos han aprovechado la oportunidad para desestabilizar aún más el país, tratando de destruir todos los restos que quedan de chavismo. Ahora están intentando arruinar y borrar el legado de Chávez.  “La memoria de Chávez que vive en las millones de personas que él impactó, mejorando sus vidas, será capaz de soportar la tormenta” concluye diciendo la periodista norteamericana Eva Golinger.

(Fuente: Canarias Semanal)

Francisco Campos

Francisco Campos

Nació en Sevilla en 21 de julio de 1958. Trabaja como administrativo. Es autor del libro "La Constitución andaluza de Antequera: su importancia y actualidad" (Hojas Monfíes, 2017).

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