Yemen: Nuevo alto al fuego y nuevas negociaciones

Las partes en conflicto iniciaron la tregua en la madrugada del domingo al lunes. Aunque los dos bandos contendientes por el poder en Yemen se comprometieron a respetar el alto al fuego vigente en el país desde hoy, se reservaron el derecho a responder si son agredidos, lo cual genera incertidumbre acerca de la voluntad real de ambas partes. Con anterioridad, y por disímiles motivos, habían fracasado otros  cuatro intentos de poner fin a los combates.

El anuncio de Alto el fuego ha respondido al llamamiento del presidente yemenita, Abd Rabbo Mansour Hadi, y aseguró que el gobierno ahora fuera de Sanaa ya notificó su aceptación al enviado especial de la ONU para Yemen, el mauritano Ismail Ould Sheikh Ahmed. Para las tropas pro-sauditas, esa postura facilitará el camino a las consultas del 18 de abril en Kuwait entre el gobierno yemenita y líderes del movimiento insurgente chiita Ansar Allah y un sector del ejército leal al expresidente Alí Abdulah Saleh.

El cese del fuego se mantendrá “hasta las 12:00 horas del mediodía del día siguiente al fin de las consultas en Kuwait, a menos que el acuerdo sea extendido”, puntualizó la coalición. Una vez prorrogado el armisticio, agregó el comunicado divulgado hoy en Riad, el gobierno de Hadi “está obligado a notificar al comando central de la coalición de la decisión”.

No obstante, la alianza militar “preservará por sí misma el derecho a responder, en caso de que los houthis y sus aliados violen el cese del fuego”, aclaró la nota al puntualizar las razones por las cuales las naciones que apoyan a Hadi se mantendrán comprometidas con ese pacto.

Horas antes de iniciarse el cese de hostilidades, la Alianza encabezada por Arabia Saudita, que respalda al presidente yemení, Abd Rabbo Mansour Hadi, aseguró que detendrá sus ataques aéreos contra las milicias hutíes, mientras se culminan los preparativos del diálogo de paz previsto para realizarse el 18 de abril en Kuwait. No obstante, advirtió, se reserva el derecho a responder ante cualquier ataque.

Similar posición sostuvo la dirigencia hutí, lo cual, aunque está contemplado en el borrador de la tregua, puede provocar que cualquier suceso accidental producto de la confusión o un error en la cadena de mando de cualesquiera de las partes, pueda escalar hasta dar al traste con la paz temporal.

La víspera, aprovechando el tiempo restante antes del cese al fuego, se registraron varios enfrentamientos entre las milicias hutíes y las fuerzas gubernamentales en torno a Sanaa, así como en las provincias de Shabwah, Marib, y Taiz. Ello, según observadores, puede verse como un postrero intento de los contendientes por ganar posiciones en el terreno para reforzar su autoridad en la mesa de diálogo.

Al exhortar al cumplimiento de los acuerdos de tregua, el coordinador para los Asuntos Humanitarios de la ONU en Yemen, Jamie McGoldrick, manifestó su esperanza de que “todos los protagonistas de la crisis cesen las operaciones bélicas y comprendan que es imposible alcanzar la paz permanente sin soluciones políticas”.

Las diferentes agencias de la ONU, aseguró, aprovecharán la detención de los combates para entregar ayudas humanitarias a los habitantes de las regiones más afectadas por el conflicto. En Yemen, según estimados de la ONU, más del 82 por ciento de la población -21 millones- dependen de ayudas humanitarias para su subsistencia.

Entre tanto, esta semana las delegaciones de los hutíes y del presidente Hadi perfilarán sus posiciones para el diálogo de paz, que deberá enfocarse en la resolución 2216 del Consejo de Seguridad. Ésta plantea la salida de los milicianos hutíes de las ciudades, la entrega del armamento pesado al Estado y su abandono de las instituciones gubernamentales.

Al respecto, Ahmad Abid Bin Dagar, primer ministro yemení, calificó el pasado sábado 9 de abril a la resolución 2216 como “la herramienta y el camino seguro para cesar la guerra”, al tiempo que acusaba a los hutíes y las fuerzas del expresidente Ali Abdullah Saleh de poca seriedad ante los diálogos.

Sin embargo, aun en medio del escepticismo, observadores internacionales apuestan a un éxito, aunque éste fuere parcial, del diálogo de paz como vía para detener las pérdidas materiales y humanas del pueblo yemení.

Según cifras de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU, en el primer año tras el inicio de los bombardeos de la Alianza (el 26 de marzo de 2015) han muerto tres mil 81 civiles, en tanto otros cinco mil 733 han sufrido heridas.

Queda pendiente, no obstante, el tema de la lucha contra el terrorismo en Yemen, pues aprovechando la guerra civil varios grupos extremistas musulmanes, como Al Qaeda en la Península Arábiga y el Estado Islámico, han extendido su presencia en varias zonas del país.

(Fuente: Prensa Latina / Autor: Manuel Vázquez)

Francisco Campos

Francisco Campos

Nació en Sevilla en 21 de julio de 1958. Trabaja como administrativo. Es autor del libro "La Constitución andaluza de Antequera: su importancia y actualidad" (Hojas Monfíes, 2017).

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