El Ayuntamiento de Málaga obliga a firmar contratos de trabajo sin saber cuál será el puesto y las funciones

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El Ayuntamiento de Málaga (PP) obliga a firmar contratos de trabajo del plan ‘Emplea Joven’ sin que los seleccionados sepan cuál será su puesto de trabajo y cuáles serán sus funciones, si no firman no les dan el trabajo. No les informan nunca. “Firme aquí y cuando vaya al sitio donde trabajará le dirán a que se dedicará, sólo le podemos decir el horario, el sueldo y la categoría profesional que va a ocupar”. A los seleccionados no les hacen ninguna entrevista y tienen que presentar documentación personal, DNI, número de la Seguridad Social y cuenta del banco, sin conocer el empleo. Si rechazan el puesto pueden sufrir penalizaciones en el paro

El plan de empleo del Ayuntamiento y la Junta de Andalucía, a través del Servicio Andaluz de Empleo (SAE), contratará a 700 personas en paro, que pierden sus derechos al tener que firmar contratos sin saber las competencias del puesto. Tienen que hacerlo a ciegas, en el momento, o no te dan el trabajo

El Ayuntamiento de Málaga obliga a firmar contratos a desempleados sin darles información sobre las funciones que van a realizar en el puesto de trabajo. Este plan ‘Emplea Joven’ selecciona a menores de 30 años en el paro ofreciéndoles una ocupación acorde con su formación, pero de la que no se les aporta datos en ninguna de las etapas de este kafkiano proceso. Según el testimonio de A. un lector de EL OBSERVADOR , recibió una llamada del Servicio Andaluz de Empleo (SAE), avisándole de que había sido seleccionado y que tendría que presentar documentación personal en el lugar indicado, una oficina del OMAC del Consistorio, pero no podían decirle las competencias del trabajo a realizar, ni dónde sería, porque simplemente no lo sabían. Tras postularse y presentarse en el Ayuntamiento a firmar le dieron una carta de presentación para que la rubricase, y el contrato, en el que sólo se especificaba el puesto y el lugar, pero no las competencias. Los funcionarios encargados del proceso no sabían nada sobre el empleo y admitieron que eso “venía de la central en Sevilla”, y que o firmaba en el momento “o se pasa al siguiente de la lista”.

Así son los planes de inserción laboral que presentan las administraciones públicas, unos planes que se saltan los derechos de los desempleados al no proveerles información básica acerca del puesto que van a ejercer. Estas inversiones para el fomento del empleo parecen buscar más el rédito político bajando el paro, que ofreciendo un proceso digno y trasparente a las personas que están buscando trabajo. Según el testimonio que aporta el lector que se ha dirigido a esta revista, recibió una llamada del SAE avisándolo de que había sido seleccionado para un puesto de profesional acorde con sus estudios universitarios. Obtuvo instrucciones indicándole que tenía que presentar documentación personal, DNI, número de la Seguridad Social, número de cuenta bancaria y carta de presentación, en la oficina del OMAC del Ayuntamiento de su barrio, de no hacerlo podría sufrir alguna penalización en el desempleo. Ni quien le llamó del SAE, ni en la propia oficina del OMAC le dijeron ni dónde, ni las funciones a realizar, ni tampoco el tipo de sanción que podría acarrearle no postularse, cosa que tampoco supieron contestar desde las oficinas del desempleo. “Me puse en contacto con diferentes secciones y oficinas del SAE y con la persona que me mandó la oferta en varias ocasiones, nadie supo decirme nada más allá de que era para periodista, el sueldo y una duración de un año” afirma esta persona que prefiere mantenerse en el anonimato.

La sorpresa se hizo aún mayor cuando, tras ser seleccionado, se personó a firmar el contrato en el Ayuntamiento, donde le explicaron que ellos no sabían nada referente a las funciones, y que las sabría después de firmar y empezar ese mismo día. “Tenía que elegir en ese mismo momento si quería coger un trabajo para el Ayuntamiento del que no sabía nada, además no me hicieron ninguna entrevista personal, sentí que me trataban como a un animal y que estaban despojándome de mis derechos como trabajador para colgarse una medalla por sacar a gente del paro” critica esta persona. Además asegura que todas los que allí se encontraban, y otros conocidos, estaban en la misma situación. Posteriormente, y ante la falta de información, renunció al puesto, un rechazo que puede acarrearle penalizaciones en el SAE, que además de pasar por alto un derecho básico, exige responsabilidades a las personas que no participan en estos procesos humillantes de selección. Este plan ha sido anunciado a bombo y platillo en los medios de comunicación celebrando que sacará a 700 personas del desempleo, como informa La Opinión de Málaga.

“Me contestaron que el plan venía de la central en Sevilla, y que no tenían esos datos, además me obligaron a decidir en el momento, sin darme tiempo a reflexionar, si no lo cogía tenían que pasar al siguiente de la lista” expone esta persona.  Además, después de todo este proceso existe un ‘chantaje’ por parte de la administración al penalizar a las personas que o bien no se presentan, o rechazan el puesto, como se puede ver en el último párrafo del documento a continuación. “Conozco a personas que han aceptado porque decir que no a un trabajo en estos tiempos es difícil, aunque se les contrata por la titulación superior y luego hacen otras cosas, existe un abuso de las condiciones, no puedes pedir derechos como desempleado; si te ofrecen algo hay que cogerlo, incluso sin saber qué vas a hacer, no es siquiera una empresa privada quién lo hace, es la propia administración buscando beneficios políticos”.

Otra de las críticas a estas ofertas son la falta de promoción y renovación de las personas que participan en estos programas. El objetivo es favorecer la inserción laboral y la estabilidad en el empleo, pero después del año que dura el contrato difícilmente se hace una prórroga de este. Según el testimonio de esta persona que ha formado parte del proceso, en el momento de firmar le dijeron que era “un año y luego cuatro meses de cobrar la prestación por desempleo”, aclarando que no había posibilidad de continuar, y por ende dejando de lado el objetivo de la estabilidad. “Todo ha sido un proceso oscuro, donde ninguna administración me ha ayudado y me he sentido maltratado”, concluye.

(Fuente: revista El Observador)

Francisco Campos

Francisco Campos

Nació en Sevilla en 21 de julio de 1958. Trabaja como administrativo. Es autor del libro "La Constitución andaluza de Antequera: su importancia y actualidad" (Hojas Monfíes, 2017).

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