El Ayuntamiento de Sevilla estudia cazar cotorras a tiros. La Junta lo abala como “método más eficaz” para reducir su población

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La Junta de Andalucía avala el sacrificio de cotorras con carabinas de aire comprimido. Ésta es una de las principales conclusiones de la resolución emitida por la delegación territorial de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio a la solicitud de la empresa que se hizo con el contrato municipal para acabar con la expansión por la ciudad de las ruidosas especies de Kramer y Argentina. El equipo de Juan Espadas se encuentra estudiando distintos informes y tiene previsto reunirse en los próximos días con una plataforma de reciente creación en contra del método elegido para cazarlas.

“Teniendo en consideración que el Ayuntamiento de Sevilla es la autoridad competente y las experiencias obtenidas en otras ciudades con presencia de estas especies, que determinan que el uso de la carabina es el método más eficaz para lograr una disminución de individuos hasta en un 99%, será necesario autorizar el método de disparo con carabina por la posible afección a la fauna silvestre”.

En el documento, la Junta autoriza a la empresa a desarrollar una campaña para eliminar las cotorras (las zonas prioritarias son el Parque de María Luisa y el Monasterio de la Cartuja) bajo la premisa de cumplir con varios requisitos. Permite el transporte y la posesión de ejemplares, vivos o muertos, hasta el lugar donde se puedan eliminar de manera acorde con la normativa.

Además, consiente dar muerte, capturar en vivo y perseguir a estas especies invasoras incluso durante la época de reproducción y crianza, así como la retirada de nidos y el cegado de huecos usados como nidos. Los técnicos indican que la autorización tiene un plazo de vigencia hasta el 31 de diciembre de este año y podrá ser renovada para sucesivas campañas incorporando mejoras técnicas disponibles.

Este informe de la delegación territorial de Medio Ambiente respalda el método escogido por el gobierno local. Los técnicos de Parques y Jardines realizaron varias consultas al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y analizaron la experiencia de otras ciudades que han sufrido esta situación. Los resultados coinciden en que el control a través de destrucción de nidos no es eficaz y tardaría más de 17 años en permitir la reducción de la población necesaria; el suministro de sustancias químicas que reduzcan la fertilidad no funciona al no saber quién las toma y por la lentitud en su resultado, que no coincide con la situación de urgencia; y que la captura y sacrificio de cotorras no ha funcionado en estos últimos dos años.

La decisión política de retrasar el comienzo del sacrificio de esta especie tiene que ver con una reunión que se mantendrá con la plataforma No a la caza de cotorras, que apuesta por una captura viva con redes o jaulas trampas para su posterior traslado al Zoosanitario, donde serían esterilizadas antes de su donación. La asociación está formada por entidades animalistas y ornitológico-cientificas con expertos en capturas y seguimiento de aves, tanto autóctonas como invasoras.

El modus operandi elegido para su sacrificio es el disparo con carabina de aire comprimido (calibre 4,5 ó 5,5) con trípode y mira telescópica realizada por tirador experto. Las localizaciones para efectuar los disparos serán los parques y zonas arboladas que serán acordonadas y cerradas temporalmente al paso de visitantes. En el caso de que la empresa no capture al menos mil cotorras, sólo se le pagará por el número efectivo de aves sacrificadas.

El servicio para el control de ambas aves -incluidas en el catálogo español de especies invasoras y potenciales transmisoras de enfermedades infectocontagiosas respiratorias transmisibles al hombre- se justifica por las dificultades que genera su presencia. En el caso de la cotorra Kramer, tiene un impacto negativo sobre la salud y el bienestar humano. Su frecuente presencia en ciudades plantea una amenaza para la salud pública, ya que puede transmitir enfermedades como la psitacosis (zoonosis) aviar de gran prevalencia en aves psitácidas; el deterioro del patrimonio histórico, artístico y mobiliario urbano; y molestias por ruidos y posibilidad de comportamiento agresivo con los seres humanos. Sobre el hábitat, genera alteraciones en la estructura de la vegetación de las especies.

Los impactos negativos producidos por la cotorra argentina también son variados. Sobre la salud de las personas, ya que es un transmisor de la psitacosis. El peso de las colonias puede provocar la rotura de grandes ramas e incluso del fuste del árbol en que anidan con el consiguiente peligro para los usuarios de vías públicas. En el medio urbano, problemas por ruido asociados a la proximidad de los nidos. Al hábitat afecta en el deterioro del patrimonio histórico artístico y mobiliario urbano, y provoca alteraciones y daños en la estructura de la vegetación de las especies de las que se alimenta o en las que instala sus nidos.

En las ciudades españolas invadidas por las cotorras (Barcelona, Madrid, Valencia o Zaragoza) que han abordado o puesto en marcha experiencias de lucha y control se han experimentado varios métodos. El uso del disparo con carabina de pequeño calibre (aire comprimido), aplicado en Zaragoza y Leganés desde 2015, ha reducido la población de cotorra argentina hasta en un 99%.

Participa Sevilla (Podemos) califica la caza de cotorras a tiros como ilegal

El concejal de Participa Sevilla (marca local de Podemos) Julián Moreno ha calificado de “ilegal” la caza con escopeta de cotorras, aunque se ha mostrado “consciente” de que existe un grave problema en la ciudad por la invasión de estos animales. “Pero, igualmente somos conscientes y queremos denunciar la ilegalidad que incurrirá el gobierno de Espadas si continúa con sus planes de matar con carabinas de aire comprimido a estos animales”, ha señalado, después de estudiar y consultar en profundidad el expediente municipal con el que se pretendía poner en marcha esta práctica. Igualmente, Moreno ha indicado que “algo debe de estar funcionando mal, ya que estaba prevista que la caza empezara el pasado 29 de mayo, aunque todavía se ha producido”.

En un comunicado, considera que disparar con carabinas de aire comprimido es “totalmente incompatible” con la actual legislación cinegética andaluza. De esta forma, señala que los planes municipales sería “totalmente ilegales” ya que la cotorra “no se encuentra entre el listado de especies cinegéticas, ni está permitido cazar en el interior de un casco urbano, ni es posible cazar con armas de aire o gas comprimido como se visibiliza en una denuncia trasladada al Ayuntamiento de Sevilla por una veintena de organizaciones animalistas de todo el país”. “Estamos ante una total aberración legal, pero también ante una práctica que no tiene ningún sentido ante la experiencia de otros municipios”, según ha denunciado Moreno. Como ya explicó en un pleno municipal, uno de los mayores riesgos que se corre al intentar matar las cotorras con carabinas de aire comprimido es que cuando esta práctica empiece, las propias cotorras migren a poblaciones cercanas. “Esto supondría una grave irresponsabilidad porque se pueden poner en riesgo las plantaciones y cosechas de estos  municipios, algo que ya conocemos que ocurrió en países como Argentina o Israel”, según Moreno.

“Unilateralidad y autoritarismo”

Por otro lado, Moreno también considera la “unilateralidad y autoritarismo” con el que el Ayuntamiento de Sevilla está realizando todo este proceso. “Ni siquiera han escuchado al propio Consejo de Bienestar Animal que crearon. Una vez más, Espadas se pone el pin de ser un alcalde de diálogo y consenso, pero cuando llega el momento de recurrir a este espacio, ni siquiera lo convoca. Lo ignora totalmente. ¿Una plaga de este tipo no motivaría una reunión del Consejo de Bienestar Animal?”, se ha preguntado el edil.

También, ha criticado que en el expediente consultado no aparece “ningún tipo de referencia a un informe del CSIC, como afirmó en pleno el gobierno municipal”. “Solamente existen recomendaciones de técnicos de zoosanitarios, que no son especialistas en tratar una plaga de una especie como esta”, ha reconocido Moreno. Igualmente, señala que existen “dudas” en la experiencia del “tirador experto” que se ha elegido, ya que en el pliego consultado “no existe una justificación clara y concreta de ni dónde, ni cuándo ha realizado este mismo trabajo previamente”.

Igualmente, ha querido “desmentir” algunos de los supuestos ante el impacto de esta plaga en la salud y en la biodiversidad de la zona. “No estamos ante una situación de riesgo inminente para la salud pública. Actualmente, la psitacosis, la principal enfermedad que podrían transmitir, tiene una incidencia muy baja en Andalucía, cuya población de riesgo son las personas relacionadas con la venta o cría de psitácidas”, según Moreno, que también ha señalado que el impacto de estas aves sobre el patrimonio histórico y el mobiliario urbano “no es mayor que el de otras aves habituales en la ciudad”.

De esta forma, Participa Sevilla exige al gobierno de Juan Espadas que cese en su “empeño de querer convertir el Parque María Luisa en una nueva finca de caza”. “En un momento de tensión securitaria como el que vivimos, no nos parece lo más recomendable ponerse a dar disparos en la ciudad”, ha declarado el también diputado provincial. “Existen otros métodos para actuar contra esta plaga, pero el Gobierno del PSOE ni siquiera ha querido escucharnos y mucho menos a los numerosos colectivos y personas que conforman el Consejo de Bienestar Animal”, ha concluido Moreno.

(Fuente: Diario de Sevilla)

Francisco Campos

Francisco Campos

Nació en Sevilla en 21 de julio de 1958. Trabaja como administrativo. Es autor del libro "La Constitución andaluza de Antequera: su importancia y actualidad" (Hojas Monfíes, 2017).

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