Día de las Trenzas: Reivindicación de la etnicidad africana por mujeres panameñas

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La Ruta de las Trenzas, o Día de las Trenzas, volverá este lunes en su quinta edición en Panamá, como forma de reafirmar el peinado ancestral de las mujeres de ascendencia africana, como parte del mes de la etnia negra.

Todo comenzó con la denuncia de una madre de familia a cuya hija no le permitieron entrar a su plantel educativo con trencitas, comentó a periodistas Alberto Barrow, miembro del Observatorio Panamá Afro.

A partir de entonces surgió el Día de las Trenzas, una celebración cuyo escenario inicial fue la capitalina escuela República de Haití, nación que lideró la primera rebelión independentista en América Latina y el Caribe, pero se extiende a todo el país.

Pero lo que inicialmente constituyó una forma de protesta ante la prohibición de las trenzas en los colegios panameños, hoy es visto como un homenaje a la multiculturalidad de una nación, que también vio florecer su economía gracias a las manos negras llegadas de África y el Caribe.

Concursos, festivales y desfiles son algunas de las actividades que le hacen el honor a este peinado que en poco tiempo, con el auge de la esclavitud, llegó a formar parte de la rutina estilística de esta parte del mundo.

Aunque se atribuye hoy a un estilo para resaltar la belleza femenina, en las creencias de múltiples tribus africanas el alma está en la cabeza, por lo que la cuidan y arreglan especialmente, pero las trenzas, además, otorgan información del estado civil de la mujer, edad, religión y otras, revelaron estudios.

Es una tradición cultural que trasciende también la barreras raciales, sociales, económicas y geográficas, pues de formas diferentes se emplearon en diversas etapas en el antiguo Egipto y las culturas originarias de América, donde por igual fueron y son usadas por mujeres y hombres.

Se dice que la primera trenza no se vio precisamente en el pelo de una mujer, pues registros citados por investigadores hablan de un caballero asirio, cerca del año tres mil 500 antes de nuestra era, que apareció en público con su barba trenzada para adornar su aspecto.

En el antiguo Egipto estaba reservada a la realeza y los rituales ceremoniales como bodas, mientras en las piezas de arte medieval y renacentista europeos, las mujeres de clase alta aparecían con elaborados trenzados.

Ejemplos relevantes son Julia Flavia (65-91), hija del emperador romano Tito, quien llevó un peinado que se ajustaba en la parte superior, adornada con accesorios metálicos, trenzas torcidas y rizos; mientras, la pintora y poetisa mexicana Frida Kalho (1907-1954) llevaba siempre una corona de trenzas, adornada con motivos florales.

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(Fuente: Prensa Latina)

Francisco Campos

Francisco Campos

Nació en Sevilla en 21 de julio de 1958. Trabaja como administrativo. Es autor del libro "La Constitución andaluza de Antequera: su importancia y actualidad" (Hojas Monfíes, 2017).

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