Argelia: El FLN gana las elecciones legislativas con una participación de sólo el 38,25%

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El gobernante Frente de Liberación Nacional (FLN) ha ganado por mayoría simple las elecciones legislativas argelinas del jueves, haciéndose con 164 escaños de los 462 del parlamento argelino, frente a los 221 que obtuvo en 2012. El segundo lugar fue para la Unión para la Democracia Nacional, liderada por Ahmed Ouyahia, que consiguió  97 asientos, frente los 69 obtenidos en el año 2012.

Por su parte, el partido secularista Unión por la Cultura y la Democracia obtuvo un pobre resultado, con sólo 9 escaños, mientras que los partidos islamistas del Movimiento por la Sociedad y la Paz y el Frente por el Cambio se situaron en 33 escaños entre ambas formaciones, lo que marca una disminución en el alcance electoral de las fuerzas islamistas respecto a 2012, cuando se presentaron  unidos bajo las siglas de la Alianza Verde de Argelia.

Revelando los resultados en una conferencia de prensa, el ministro del Interior, Noureddine Bedoui, confirmó que la participación de los votantes fue del 38,25 %, algo inferior a la de 2012, cuando se situó en el 42,90% y sólo un poco superior respecto al 35 % de 2007.

Las elecciones de este año han estado marcadas por la apatía y la abstención de la mayoría de los votantes, ya que la desconfianza en el sistema electoral está bastante extendida, a pesar de la creación de una comisión electoral independiente y la presencia de 299 observadores internacionales. Docenas de casos de fraude fueron denunciados junto a las 385 irregularidades presentadas ante el jefe de la comisión, Abdelwahab Derbal.

El FLN gobierna Argelia desde la independencia del país magrebí en 1962 y está liderado por el presidente Abdelaziz Bouteflika, de 81 años, y cuyo mandato presidencial terminará en 2019.

(Fuente: Monitor de Oriente)

Gran abstención, desinterés y sospechas de fraude en las elecciones

Los medios de prensa argelina destacan el enorme descontento y desinterés de la población, después de ser publicados los resultados de las elecciones legislativas, marcadas por una muy baja participación (menos del 38% del electorado), que renovó la composición del parlamento, aunque seguirá gobernando la misma coalición.

En un país golpeado por una grave crisis económica y social, el Frente de Liberación Nacional (FLN) del presidente Abdelaziz Bouteflika ha conservado su lugar en el espectro político, aunque haya perdido más de 50 escaños en la cámara. El FLN mantiene la mayoría absoluta con su aliado de la Unión Nacional Democrática, que aumenta su presencia parlamentaria en 26 escaños.

El tercer partido en discordia, una coalición islámica que se presentó como Movimiento Social por la Paz, logró 33 asientos y acusó al Consejo Electoral de haber cometido fraude, además de denunciar que sus votantes habían sufrido amenazas por parte de la policía.

El diario “El Watan” publicó un titular que rezaba: “Legimitimidad demasiado frágil en la nueva Asamblea Nacional”, aludiendo a que de 24 millones de posibles votantes, sólo 8 millones y medio ejercieron su derecho al sufragio.

“Esta situación contamina gravemente la credibilidad del Parlamento, que sin embargo, está llamado a tomar decisiones críticas de toda clase”, escribía por su parte el diario francófono “L’Expression“.

Otra publicación escrita, aunque en idioma árabe, como es “El Khabar”, se preguntaba con ironía: “¿Ha ganado una mayoría gracias a una minoría” o “ha ganado una minoría que quiere representar a una mayoría”?

En un editorial del diario “Liberté” se hace hincapié en que la mayoría de los argelinos había mostrado su rechazo y/o desinterés por las urnas, porque el pueblo argelino ya no tiene confianza ni en el sistema, ni en el Parlamento, ni en sus políticos.

En el diario árabe “Echorouk“, titula “Se cierra el juego en el Parlamento” y subtitula: “Los partidos gobernantes han obtenido la mayoría: el resto quedan como decorado”.

(Fuente: Russia Today – RT)

Victoria anunciada del partido en el poder en las legislativas de Argelia

El statu quo se mantiene intacto en Argelia. El partido que domina la escena política desde la independencia de Francia, hace 55 años, seguirá gobernando tras su victoria en las elecciones legislativas del jueves. Un triunfo que no ha sido ninguna sorpresa, pero que apenas maquilla una gran fractura: la desconexión entre los ciudadanos y sus gobernantes. El dato clave es la participación, que es lo que verdaderamente estaba en juego. Apenas alcanzó el 38,25%, siendo la más baja desde que se celebran elecciones pluripartidistas en el país norteafricano. La cifra evidencia la indiferencia del electorado, cada vez más descreído de este proceso. La participación está en caída libre desde hace años: En 2012 fue del 42,9%.

“El poder no puede disimular su divorcio, hoy más que nunca, del pueblo”, afirma a EL MUNDO.es Hichem Aboud, periodista y activista opositor al régimen argelino en el exilio. “Una participación del 38% significa que hay millones de personas que no han votado. Así expresan los ciudadanos su cólera contra el fraude masivo que se ha convertido en marca del régimen argelino”, corrobora en conversación telefónica desde Casablanca (Marruecos). Estaban llamados a las urnas 23 millones de electores.

El Frente de Liberación Nacional (FLN) del presidente, Abdelaziz Buteflika, obtuvo 164 de los 462 escaños en juego en los comicios, anunció ayer el ministro del Interior, Nuredin Bedui, en la tradicional rueda de prensa de las autoridades un día después de la votación para presentar los resultados. El antiguo partido único pierde terreno en estos comicios, ya que en las elecciones precedentes consiguió 220 diputados. Aun así, conserva la mayoría absoluta gracias a su formación-hermana, el Reagrupamiento Nacional Democrático (RND), que recoge 97 escaños. Una clara progresión si se tiene en cuenta que hace cinco años obtuvo 70. Juntos concentran 261 parlamentarios.

Los islamistas, cerrando filas en una coalición disciplinada de varios partidos todos pertenecientes a la corriente de los Hermanos Musulmanes, se convierten en tercera fuerza, contando con 67 escaños (reunían 60 en el Parlamento anterior). Se trata, sin embargo, de fuerzas islamistas “domesticadas”, toleradas por el régimen, y que nada tienen que ver con el proscrito Frente Islámico de Salvación (FIS) que iba a hacerse con las elecciones en 1991 cuando los generales interrumpieron el proceso electoral desatando los demonios que llevarían al país a un decenio de sangre y terror con más de 150.000 muertos y decenas de miles de desaparecidos.

“Es decoración democrática, una apariencia de oposición, pero es falsa”, concluye Aboud sobre los partidos islamistas.

Los partidos demócratas, expulsados

“Del examen del 4 de mayo se formarán las opciones políticas de 2019”, considera Fayçal Oukaci, periodista del diario ‘Le Courrier d’Algérie’. Y un resultado muy importante de estos comicios, que no han cambiado nada, es la confirmación de la tendencia que expulsa a los movimientos de tradición democrática de la esfera política. Así, ninguna de las formaciones de oposición ha obtenido escaños suficientes para constituirse en grupo parlamentario (son necesarios 21 diputados). El Frente de Fuerzas Socialistas (FFS), el partido de oposición más antiguo de Argelia se queda con 14 asientos. El Reagrupamiento por la Cultura y la Democracia (RCD), que boicoteó las legislativas de 2012 pero se ha reenganchado en estas, obtiene 9 diputados. Y el Partido de los Trabajadores (PT), de la incansable trotskista Luisa Hanun, agrupa 11 escaños.

“Espero que el poder haya comprendido el mensaje si no, habrá una explosión social”, opina Aboud, en el exilio desde 1997. “La situación económica es catastrófica porque el poder no ha sabido gestionar los ingresos del petróleo a través del buen gobierno. En los años de bonanza económica no ha construido ni un solo hospital. En cambio, hay varios ministros que cuentan con apartamentos en los Campos Elíseos de París. Todos saben que el poder ha desviado millones de dólares”, añade Aboud. Autor del libro ‘La marcha de los generales’, “sobre la corrupción, el nepotismo y la mediocridad” del régimen argelino, Aboud carga a sus espaldas con cinco periódicos que han sido censurados por las autoridades.

“Los argelinos han desdeñado las urnas en estas elecciones”, remarca Oukaci. “El aumento de los precios de los alimentos semanas antes de las legislativas y la situación socioeconómica del país han disuadido a un gran número de electores a acudir a votar”, argumenta.

Los ojos puestos en Francia

En medio del gran desinterés por una votación que era una victoria anunciada de los partidos del poder, los argelinos tienen los ojos puestos en las elecciones francesas de este domingo, en las que se juegan la Presidencia el centrista Emmanuel Macron y la ultraderechista Marine Le Pen. Macron es el claro favorito en Argelia. Aún se recuerda su visita, el pasado febrero, al país norteafricano donde calificó la colonización francesa de Argelia (1830-1962), que acabó con una guerra por la independencia, de “crimen contra la humanidad”.

Sus palabras suscitaron simpatías en la ex colonia y críticas en casa. Le Pen calificó sus declaraciones como “crimen” contra el país. Lo que no dijo la candidata es que su padre, Jean-Marie Le Pen, fue partisano de la Argelia francesa. “Las elecciones en Francia son un gran evento. Si le va bien a la extrema derecha, toda Europa está en peligro. Nunca volvería a ser la Francia que conocemos”, dijo el escritor Yasmina Khadra recientemente, en declaraciones a Efe. El best-seller argelino, sin embargo, lo tenía claro antes de los comicios de su país”: “No interesan a nadie ni van a cambiar nada en Argelia”. Y así ha sido.

(Fuente: El Mundo / Autora: Rosa Meneses)

Francisco Campos

Francisco Campos

Nació en Sevilla en 21 de julio de 1958. Trabaja como administrativo. Es autor del libro "La Constitución andaluza de Antequera: su importancia y actualidad" (Hojas Monfíes, 2017).

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