Yolanda “suma” también a la contra latinoamericana
Sí que se le da bien “sumar” a esta señora. Tanto, que está siendo capaz de sumar incluso a quienes, en Latinoamérica, pelean para arrebatarle al pueblo esos mismos derechos que ella aquí, para granjearse unos cuantos votos, repetidamente promete. Aunque, desde luego, también se le da bien eso de “sumar” incumplimientos.
Y, en esta ocasión, ha invitado al acto de presentación de su flamante candidatura a la nicaragüense Gioconda Belli. Poco le ha importado a Yolanda que, cuando Juan Guaidó, un títere torpe de los EE UU, se autoproclamó presidente de Venezuela, Belli hiciera pasar su golpe de Estado por una supuesta “rebelión popular».
Tampoco ha parecido importarle a Yolanda que, cuando algunos opositores cubanos intentaron una provocación callejera (siendo rápidamente contestados por el pueblo cubano, que tomó las calles en defensa de su revolución), Belli se situara inequívocamente a favor… ¿adivinan de quién?
La escritora, afincada en EE UU, está considerada “la Vargas Llosa de Nicaragua” y, al igual que el peruano, fue revolucionaria hace 50 años. Pero ahora ha descubierto la verdad. Y, dado que en su juventud “ella también fue de izquierdas”, pretende comprendernos mejor que nosotros mismos: solo somos unos pobres ilusos que vivimos engañados y a los que sus versos harán despertar.
Desde luego, con Yolanda el truco le ha funcionado muy bien a esta flautista de Hamelín. En el acto, mientras Belli arremetía contra los gobiernos populares de América Latina, la militante del PCE Yolanda Díaz se destrozaba las palmas aplaudiendo a su invitada. Y todo ello, por supuesto, bajo el paraguas del “feminismo” y la “sororidad”. Sumar se le dará de maravilla a esta señora, pero las clases de restar parece habérselas saltado.
Tampoco parece entender las derivadas, aunque su deriva la lleve, una vez más, a “la casa común de la izquierda”: esa que te roba tus derechos, pero de forma sibilina y exigiéndote tu “amor” incondicional. Más nos vale no dejarnos arrastrar por su “marea”, porque “se acerca el invierno”. Y urge construir una alternativa que beba precisamente en esa Latinoamérica rebelde a la que ahora se le da la espalda por un puñado de votos.
Fuente: Insurgente.
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