Propuesta rusa para el futuro sirio: un Estado democrático, laico, multicultural, unitario y autonómico
En la guerra siria, tras las conversaciones de Astana, celebradas en Kazajistán el 23 y 24 de enero, se comienza a hablar por primera vez de forma clara y abierta de los cambios políticos necesarios para normalizar la situación de Siria, siempre que se consolide el actual alto el fuego entre los distintos grupos rebeldes y el Gobierno de Damasco.
Para ello, las tres potencias que han impulsado la nueva ronda de conversaciones –Rusia, Irán y Turquía– han decidido formar comisiones tripartitas para supervisar esta tregua, de la que están explícitamente excluidos tanto el Estado Islámico como Fateh al Sham, antiguo Frente al Nusra, que conserva una importante implantación en la provincia de Idlib, la única bajo control total de los grupos rebeldes.
En Astana, fue Rusia la encargada de proponer los cambios que se deberían introducir en la constitución para que después, en Ginebra y bajo supervisión de la ONU, las distintas partes implicadas en el conflicto lleguen a un acuerdo definitivo de paz. En resumidas cuentas, se trataría de modificar una treintena de artículos, siendo el más relevante de ellos el cambio en la denominación del país. Según esta propuesta, se llamaría República Siria en vez de República Árabe de Siria.
La supresión de la palabra “Árabe” es un importante concesión realizada al Partido de la Unión Democrática (PYD), la principal organización kurda, cuyas Unidades de Protección Popular (YPG) controlan en estos momentos tanto territorio como el propio Gobierno y mucho más que los distintos grupos rebeldes juntos.
Apoyadas por fuerzas de EEUU, Francia, Reino Unido y Dinamarca, las YPG han ido arrebatando al Estado Islámico grandes extensiones de territorio y ahora se encuentran en plena ofensiva para aislar Raqqa, capital del Califato dirigido por Al Bagdadi y única capital de provincia en manos de este grupo yihadista. Durante este mes de enero, las YPG y sus aliados de las Fuerzas Democráticas Sirias han llegado hasta la presa del principal pantando de Siria, donde se encuentra el castillo de Jabar, que en sus tiempos perteneció a Turquía, por encontrarse aquí la tumba de Sah Suleymán, uno de los fundadores del Imperio Turco.
Igualmente es una importante concesión a la minoría kurda la introducción de un sistema de autonomía o de descentralización administrativa que incluiría la cooficialidad de la lengua kurda, cuando al comienzo de la guerra tanto el Gobierno como la oposición rechazaban tajantemente cualquier medida de este tipo.
Incluso el representante de Damasco en las negociaciones de Astana, Bachar al Jafari, ha declarado que la propuesta kurda de instaurar un sistema federal podría, en todo caso, someterse en el futuro a votación de todos los sirios en referéndum, unas declaraciones impensables hace solo unos meses.
Otro cambio significativo se refiere a la Presidencia que, de acuerdo con estas propuestas, ya no tendría como requisito que los candidatos a la misma fueran de religión musulmana, de la misma forma que el propio Estado sirio quedaría definido como un sistema político laico, aunque teniendo en el islam la “principal fuente” de su ordenamiento jurídico.
Esta propuesta es aceptada no solo por Rusia, el propio Gobierno de Bachar al Asad y las fuerzas kurdas, sino también por Irán, ya que un Estado laico impediría que la religión oficial fuera el sunismo, corriente musulmana mayoritaria en Siria, pero radicalmente enfrentada a la minoría alawi, de tendencia chií, que es el principal soporte social del régimen sirio.
La principal incógnita, en este sentido, es la actitud que ante tales propuestas adoptará Turquía y los grupos armados de la oposición, en su inmensa mayoría islamistas suníes. Inicialmente, ambas partes han rechazado tanto la secularidad del Estado como la autonomía para la minoría kurda, hasta el punto de que, en contra de lo que mantienen Rusia y las potencias occidentales, siguen calificando al PYD como organización terrorista y defendiendo que no deben participar en las conversaciones de paz, igual que el antiguo Frente al Nusra y el Estado Islámico.
Esta es la razón por la que en Astana no ha participado una delegación del PYD, aunque, una vez concluidas las conversaciones de Kazajistán, importantes dirigentes de este partido kurdo fueron invitados a Moscú de forma oficial por el Gobierno ruso para informarles de los asuntos tratados y proponerles los citados cambios constitucionales.
Otra de las grandes incógnitas es la actitud que los distintos grupos rebeldes participantes en las conversaciones de Astana mantendrán hacia Fateh al Sham, con quien comparten el control de Idlib. Para la franquicia siria de Al Qaeda, Astana ha sido una conspiración contra su presencia en Idlib, por lo que ha iniciado una amplia ofensiva contra las organizaciones participantes en la cumbre, sumiendo la única provincia en manos de la oposición en un clima de “guerra civil” entre los grupos rebeldes.
(Fuente: Cuarto Poder / Autor: Manuel Martorell)
Los kurdos defienden un proyecto federal
El presidente del Consejo Nacional Kurdo de Siria (ENKS), Salih Muslim Muhamad, anunció que se publicará próximamente “el proyecto de la Constitución de la futura autonomía” para las regiones kurdas. “Elaboramos este proyecto desde hace mucho, y próximamente después de aprobar el texto en el congreso del Consejo, será oficialmente publicado”, dijo el presidente de la ENKS.
Muslim Muhamad informó igualmente que el documento prevé una entidad federativa para Kurdistán, su capital sería Al Qamishli, que se encuentra en el centro de la región y es su ciudad más grande.
Este proyecto de federalización de las regiones kurdas forma parte de las propuestas de Rusia para la realización de una nueva Constitución de Siria, catalogado por Moscú como “una solución ideal” que puede servir de modelo para el futuro del país árabe.
Por su parte, el presidente de la federación de Rojava (Kurdistán sirio), Mansur Salum, expresó que el objetivo no es la separación de Siria. “No buscamos separarnos del país, ya que nuestra capital es Damasco, pero proponemos vivir bajo un sistema de Gobierno que no sea central, con una administración en el norte de Siria, a través de un entendimiento y diálogo entre los sirios”, agregó Mansur.
(Fuente: agencia AVN)
Proyecto de una nueva Constitución de consenso para Siria
El jefe de la delegación rusa en la reunión de Astaná, Alexandr Lavréntiev, anunció que Moscú había entregado a los representantes de la oposición moderada un proyecto de la futura Carta Magna de Siria, de carácter recomendatorio. La delegación que representaba a la oposición armada siria en estas negociaciones agradeció a Rusia los esfuerzos que hizo para redactar el proyecto, pero rechazó examinarlo.
El ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, anunció que el proyecto de la nueva Constitución siria propuesto en la capital de Kazajistán abarca todos las propuestas del Gobierno y la oposición de ese país. ” La propuesta rusa para la nueva Constitución siria no pretende imponer criterios”, ha asegurado el canciller.
El proyecto para una nueva Constitución siria propuesto por Rusia es “un conjunto de ideas” y “un punto de partida para ser discutido”, declaró por su parte la portavoz del Ministerio de Exteriores de Rusia, María Zajárova. “No implica obligación ni es ningún esquema fijo de acción. Se trata de un conjunto de ideas variables destinadas a iniciar una conversación sobre este tema. En términos relativos, para que en vez de armas tengan un proyecto de constitución en las manos”, ha añadido.
La portavoz ha puntualizado igualmente que este proyecto puede servir de “punto de partida” para que los sirios concentren sus fuerzas “no en palabras vacías”, sino “en la discusión de un proyecto futuro para su país”. “Lo decidirán los propios sirios”, ha recalcado.
Por su parte el negociador gubernamental en Astana y portavoz sirio, el embajador Bashar al Jafaari, declaró que “la propuesta rusa puede allanar el camino del diálogo entre los sirios”.
Algunos de los cambios propuestos en el proyecto
El proyecto de la Constitución propuesta por Rusia para Siria supone que el país garantizará la multiculturalidad. “En virtud del legado nacional que fortalece la unidad nacional, se garantiza la pluralidad cultural de la sociedad siria”, dice el texto de la Constitución
Además, el proyecto de la Constitución siria excluye la palabra “árabe” del nombre oficial de la república: “La República Siria es un Estado soberano democrático basado en la supremacía de la ley y la igualdad de todos los ciudadanos ante la justicia“, dice el primer artículo del documento.
El borrador de la Constitución siria, propuesto por Rusia en las negociaciones de Astaná, legitima el uso del kurdo en las regiones autónomas kurdas. “Los organismos de autogobierno de los kurdos utilizan las lenguas árabe y kurda en pie de igualdad”, proclama el artículo 4 del documento. El texto remarca también que el árabe es el idioma oficial en todo el país.
El proyecto de la Constitución siria condiciona la modificación de las fronteras estatales a un referéndum. “No se permite la pérdida de territorios de Siria, la modificación de las fronteras estatales de Siria es posible solamente mediante un referéndum nacional con la participación de todos los ciudadanos y por voluntad del pueblo sirio”, dice el artículo 9 del documento.
Además, da nuevos poderes al Parlamento de Siria. “La Asamblea Popular recibe los siguientes poderes: declarar la guerra y la paz, iniciar mociones de censura, nombrar a jueces del Tribunal Constitucional, nombrar y destituir al gobernador del Banco Nacional (central)”, dice el artículo 44 del documento. El texto priva al jefe de Estado de la facultad de disolver el Parlamento, contemplada en la constitución vigente, que data de 2012.
El proyecto de la Carta Magna siria propuesto por Rusia prohíbe la intervención del Ejército en la política o persecuciones de los civiles. “Las fuerzas armadas y otras unidades armadas están bajo la supervisión de la sociedad y protegen Siria y su integridad territorial y no se usan como medio de opresión de la población siria y no interfieren en los intereses políticos ni desempeñan un papel en el proceso de transición del poder”, dice el proyecto.
El borrador de la Constitución siria proclama la supremacía del Derecho Internacional ante la legislación nacional. “En caso de que un tratado internacional establezca puntos distintos de la ley vigente se usarán las cláusulas del Derecho Internacional”, dice el texto.
El proyecto mantiene el mandato presidencial de siete años y la posibilidad para el presidente de asumir el cargo dos veces. “El presidente es elegido por los ciudadanos sirios para un plazo de siete años en elecciones generales, equitativas y directas en sufragio secreto, está permitida la reelección del presidente por un mandato más”, dice el documento.
El proyecto de la Constitución siria estipula que el presidente puede convocar referéndums sobre asuntos importantes. “El presidente tiene derecho a convocar un referéndum nacional sobre asuntos importantes que atañan a los intereses supremos del país”. Según el documento, los resultados del referéndum son vinculantes y entran en vigor en el momento en el que los anuncie el mandatario.
Contempla la distribución de las carteras entre los grupos étnicos. “El nombramiento al cargo de vicepresidente del Gobierno y ministros se realiza partiendo de la representación proporcional de todas las confesiones y grupos étnicos de la población siria y fija algunos cargos para las minorías confesionales y étnicas”, dice el documento.
(Fuente: Ria Novosti)
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