Presos políticos comunistas en Ucrania serán desplazados al frente de guerra

“Honestamente, no entiendo cómo pueden enviarnos, con un brazalete electrónico con GPS, bajo investigación judicial, a otra región [administrativa], Volinia, sin violar la ley”. En un vídeo difundido ayer, Mijaíl Kononóvich, junto a su hermano Aleksander, denuncia el proceso kafkiano del que están siendo víctimas a manos de las autoridades judiciales y militares ucranianas.

Bajo arresto domiciliario y con un brazalete electrónico durante más de tres años (desde su detención el 2 de marzo de 2022), los hermanos Kononovich, líderes de la proscrita Unión de Juventudes Comunistas Leninistas de Ucrania, fueron abordados de camino al hospital por un coche de policía. “Sabían perfectamente quiénes éramos y lo que estábamos haciendo. Habían venido especialmente a recogernos. Nos detuvieron, nos amenazaron con armas y nos obligaron a ir con ellos al centro de reclutamiento”, dijo Mikhail a OttolinaTV.

En el centro, los líderes comunistas fueron acusados de evadir el reclutamiento para unirse al ejército ucraniano, a pesar de que han estado bajo arresto domiciliario durante tres años y bajo sospecha (sin sentencia ni cargos concretos) de ser espías de Rusia y Bielorrusia. “Ya estamos siendo perseguidos penalmente por el régimen: ¿cómo es posible que, al mismo tiempo, nos busquen por evadir el servicio militar?”, se preguntan. Los hermanos tienen prohibido legalmente salir de la ciudad de Kiev, lo que plantea dudas sobre la legitimidad de las acciones del ejército ucraniano en este caso.

Detenidos durante varios días, los hermanos fueron finalmente liberados después de una audiencia en el Tribunal de Distrito de Solomianskyj en Kiev, solo para ser llevados de nuevo a la estación de policía donde recibieron la misma indicación: debían esperar en casa hasta que fueran enviados, en los próximos días, al centro de reclutamiento en la ciudad de Lutsk, en la región de Volinia. con el fin de ingresar al servicio militar.

“Quieren enviarnos al frente donde no tendrás que demostrar nada, si eres culpable o inocente, a nadie le importará. Nos matan, no hay problema”, denuncia Mijaíl, citado por L’Antidiplomatico. “Desde el centro de reclutamiento de Volinia, nos enviarán hacia adelante y harán desaparecer todo rastro”.

“Una cosa está clara para nosotros: en Ucrania, en realidad, no hay leyes. Aquí reina la arbitrariedad total”. Los hermanos Kononovich temen ser asesinados por milicias o agentes del SBU en el frente, ser enviados en misiones suicidas (como hizo el régimen fascista en Portugal en la guerra colonial) o incluso ser juzgados en ausencia, impidiendo su defensa contra las acusaciones (aún no materializadas) del gobierno de Kiev.

Fuente: Abril Abril.