Nuevo fracaso de Anticapitalistas en Aragón, que siguen reivindicando su “hipótesis reformista”
La salida de Anticapitalistas de la confluencia municipal Zaragoza en Común ha evidenciado el corto recorrido que tiene su estrategia reformista de confluencia con los sectores social-liberales de izquierda en cuyo ámbito se sienten cómodos y ante los que, periódicamente, tienen que capitular.
Anticapitalistas es, además, el eje vertebrador del espacio regionalista denominado Adelante Andalucía que en nuestro país está utilizando la bandera verdiblanca para articular un programa político limitado al regionalismo pequeñoburgués y el social-liberalismo. Las limitaciones políticas de su programa con respecto a la necesidad objetiva de Andalucía de soberanía nacional -República Andaluza- y ruptura con el Estado español, su alineamiento internacional con el imperialismo y (consecuentemente) con la oligarquía son más que evidentes.
Reproducimos algunos párrafos del artículo publicado por Carlos Muro en el que repasa los fracasos de este planteamiento:
Después de años de integración en Zaragoza en Común, Anticapitalistas ha tenido que reconocer el fracaso de este proyecto. Sin embargo, como explican en su comunicado y también lo hicieron Julia Cámara y sus compañeros en Arainfo, paradójicamente vuelven otras vez más, a reivindicar su trayectoria.
Primero fue la “hipótesis Podemos”, que acabo fracasando, como era previsible, y nuevamente ahora lo hace la “hipótesis Zaragoza en Común” ¿Cuál es la a la conclusión a la que llegan? Volver a construir nuevos Podemos que conduzcan de nuevo a reeditar el mismo objetivo y programa, es decir, que no impugne esta democracia de los capitalistas ni que plantee claramente un programa anticapitalista. ¿No será, entonces, que la hipótesis de construir partidos y candidaturas con los neo reformistas, sin delimitación de clase y sin un programa anticapitalista ha fracasado?
La hipótesis de Anticapitalista era (es) construir partidos-movimientos en común con reformistas y populistas de izquierda, sobre la base de un programa abiertamente reformista y con la estrategia de ocupar espacios electorales y conquistar posiciones en las instituciones de la democracia capitalista, sin un programa anticapitalista y luchar por “gobiernos de izquierda”, y no ya por gobiernos propios de la clase trabajadora como plantearía un programa anticapitalista consecuente. Todo lo contrario de construir una organización con un programa anticapitalista y revolucionario para superar radicalmente el sistema capitalista.
La política de Anticapitalistas no ha sido otra cosa, durante todos estos años, que una sucesión infinita de concesiones y capitulaciones a la camarillas de Pablo Iglesias o los Santisteve. A la vez que callaba y legitimizaba toda la deriva de Podemos y las candidaturas como la de Zaragoza. Pero lejos de cuestionar, anticapitalistas vuelve a decir que ha sido todo un acierto y que su intención es volver a construir las posibilidades para este tipo de proyectos.
Anticapitalista y la política del “día de la marmota”
Esta concepción política no es algo particular de Anticapitalistas en Aragón, sino del conjunto de la organización. Pongamos 4 ejemplos de las consecuencias de la política de construir espacios comunes con sectores (reformistas) cuya estrategia política es la humanización del capitalismo.
En primer lugar, la “hipótesis Podemos” significó en el caso español, por una parte, la creación de herramientas políticas con neoreformistas y populistas, como Podemos y las candidaturas municipalistas. Y por otro lado, significó entre otras cosas adaptarse a la política “malmeronista”, que llevo a la política “subalternativista” de apoyar la investidura del PSOE frente al PP en 2019.
El segundo ejemplo es precisamente el portugués. Que es el ejemplo que puso Anticapitalistas durante el debate interno en Podemos, donde se discutía cómo formar un gobierno “de la izquierda” frente al PP, Vox y Ciudadanos. En aquel momento triunfó la opción de Pablo Iglesias –entrar al gobierno en forma de coalición– frente a la de anticapitalistas –apoyar al gobierno social liberal del PSOE desde el parlamento sin llegar a entrar en él–. Pero en realidad, lejos de ser diferente o innovadora, Anticapitalistas estaba proponiendo lo mismo que ya vienen practicando ERC o Bildu en el parlamento y que no han hecho otra cosa que acelerar su integración al régimen sin tan siquiera entrar a gobernar con el PSOE.
¿Qué pasó en Portugal con la opción de dar apoyo al Partido Socialista (PS) desde el parlamento como defiende Anticapitalistas? Desde 2015 el PS, después de atravesar una de sus mayores crisis de la revolución portuguesa, entró a gobernar con apoyo del Partido Comunista (PC) y del Bloco de Esquerda (BdE) –del que son parte Anticapitalista- dos veces de forma consecutiva entre 2015 y 2019 y de nuevo entre 2019-2021. En 2015 surgía así el relato del “gobierno de izquierdas” luso y se sumaba a los proyectos neorreformistas de Podemos que surgía con fuerza en ese momento, con Syriza en Grecia. Un gobierno de “izquierda” que más bien era un gobierno social liberal aplicando políticas del centro derecha sostenida por el BdE y el PC. Formula política que sostuvo (y sigue sosteniendo) Anticapitalista, que en ese momento integraba Podemos, y que sus homólogos portugueses integran el BdE. ¿Resultado? Fortalecimiento del PS y hundimiento del PC y del BdE. Un gobierno que aplicó reformas antiobreras, que militarizó huelgas obreras y rescató a la banca, y fue la responsable del crecimiento de la nueva extrema derecha llamada “Chega!”.
Tercer ejemplo, Grecia. En 2015 entró a gobernar Syriza (del que formó parte el partido de derechas Anel) y que fue apoyado por Pablo Iglesias y Anticapitalistas – partido que su grupo hermano integraba también-. En ese contexto, el gobierno supuestamente de izquierda decidió llevar la contraria al referéndum popular que se había pronunciado ampliamente contra el rescate de la Troika y aplicar a rajatabla los planes de ajuste de la Troika. Tras haber fagocitado y apoyado a Syriza y a su gobierno, tardíamente y de forma muy complaciente Miguel Urban salía a criticarlo por su deriva.
La crisis de Syriza llevo a la fundación de “Unidad Popular” por la Plataforma de Izquierda de Syriza que contó entre sus impulsores al grupo DEA, simpatizante de la corriente internacional de Anticapitalistas, para volver a plantear exactamente la misma estrategia política de la que había llevado Syriza desde el inicio.
El cuarto ejemplo es el francés. Aunque está aún “en proceso” es un ejemplo más de la adaptación. Los anticapitalistas en Francia, a través del Nuevo Partido Anticapitalista (NPA) expulsaron a todo disidente que se opusiera a dar el apoyo a la candidatura populista de izquierda de Melenchon, como fue el caso de nuestros compañeros que en ese momento se organizaban en la Corriente Comunista Revolucionaria. Y que a pesar del evidente fracaso español, la dirección de Anticapitalistas vuelve a una re-edición por izquierda del social liberalismo tras la crisis del PS.
Anticapitalistas ha formado parte de ZeC desde su creación en 2015 con IU, Podemos y Puyalón, candidatura que gobernó 4 años la ciudad pactando con el PSOE y aceptando la gestión “amable” del capitalismo…
Es decir para Anticapitalistas fue “positiva” la entrada a gestionar el ayuntamiento, aunque fuera gracias a depender de los votos del PSOE. Parece ser que fue “positivo” que el ayuntamiento siguiera pagando una deuda que habían generado la gran patronal y la casta política, aplicando a rajatabla las “leyes Montoro” que imponían que en el caso de que hubiera superávit se dedicara a seguir pagando la deuda pública. Fue “positivo” para Anticapitalistas seguir pagando una deuda ilegítima. La otra de las grandes apuestas municipales que pretendía acabar con las privatizaciones y el negocio en el sector público fue la supuesta defensa de la remunicipalización de las contratas -buses urbanos, Parques y Jardines, Depuradora, 010, puntos limpios, etc. – que quedaron en papel mojado. La actitud del consistorio hacia las y los trabajadores de las contratas osciló entre la equidistancia hostil y una política impotente, como se vio además durante la huelga de los autobuses urbanos.
El derecho a la vivienda otro tanto de lo mismo. Mientras no se planteara un programa anticapitalista que se propusiera expropiar las viviendas en manos de los bancos organizando la más amplia movilización para imponerlo, es imposible dar una solución estructural al problema habitacional. Y no digamos de la “la disolución de la UAPO” que quedó limitado a una reforma estética del cuerpo policial…
Es el resultado de una política impotente basada tanto en la estrecha estrategia legalista de la gestión municipal, así como la delirante ilusión de poder resolver las reivindicaciones sociales más sentidas de la población de la mano del PSOE. El caso del alcalde “Kichi” de Anticapitalistas en Cádiz es paradigmático, precisamente porque allí donde Anticapitalistas llegaron a tener un alcalde se ha mostrado que no ha habido muestra ninguna diferencia respecto al resto de ayuntamientos.
Si Anticapitalistas impulsa proyectos amplios con reformistas, con programas reformistas tibios, con políticas malmenoristas y con estrategias reformistas lo previsible, para sorpresa de Anticapitalistas, es la que estamos viviendo. La integración al sistema de juego político y a las instituciones del Estado.
Fuente: Izquierda Diario.
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